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Aplicaciones en la vida cotidiana


Para descifrar cualquier cuestión nosotros deberíamos contemplar todos los supuestos imaginables y observar todos los detalles hasta encontrar en cuál de ellos está el cabo suelto que nos lleve al esclarecimiento. Observar toda la realidad y desde distintas ópticas no sólo la que consideremos a través de las opiniones de algunos supuestos sabios (recordar siempre el capítulo dedicado a la filosofía y la polémica del centaurino con Renato Descartes).


El centaurino aplica un método que permite sobrellevar las situaciones más inesperadas y consiste en pensar, haciendo trabajar el cerebro en un sentido determinado: la percepción de todo tipo de datos, almacenándolos y luego atando los cabos sueltos para formular hipótesis con las cuales operar. En este proceso interviene el razonar pero también la intuición y las prenociones que ayudan a la comprensión de los datos sensibles; pero todo esto debe estar avalado por el análisis crítico (pensamiento crítico) y la permanente observación de la realidad que puede ir cambiando.


El centaurino explica con un ejemplo cómo funciona este método aplicándolo a una información periodística. El centaurino asevera que la información nunca es veraz, siempre está distorsionada por la subjetividad del individuo que la emite pero dentro de ciertos límites... El colmo de la deformación se produce el tergiversar los hechos amoldándolos a placer de los deseos del informante, acomodándolos a sus prenociones o a sus intereses. Una forma sutil se da en los reportajes por televisión cuando hay dos antagonistas; el periodista o reportero hace preguntas a uno de los entrevistados o éste está dando una opinión sin inquisición previa mientras la cámara enfoca al oponente y los gestos que hace, obviamente de desagrado por los dichos del rival; durante varios segundos se escucha a uno y se ve al otro haciendo muecas de disgusto.


Manejado esto por el canal de televisión que desea imponer o está de acuerdo con uno de los agonistas se transmite un mensaje dirigido y malintencionado. Hay otra manera de actuar más exquisita aún: cuando un tema o hecho afecta los intereses del sector dominante y en especial cuando los gobiernos afrontan elecciones se intenta desviar la atención pública de esas cuestiones urticantes por medio de la introducción, a través de periodistas genuflexos y sumisos (por supuesto bien pagos), de cuestiones nimias o de temas que sólo afectan a particulares (padres que pleitean por la tenencia de sus hijos, conflictos familiares, etc) generalmente dentro del derecho de familia, pues así se logra emocionar desviando la atención del público.


No hay mejor modo de concitar y torcer la atención que apelando a recursos emocionales ya que estos conmocionan, exaltan, turban, sacuden, alteran y mueven a compasión, objetivo éste que mantiene ocupada la mente de los incautos en detrimento de aquél hecho importante, trascendental, que afecta el interés general pero peligroso para el interés menudo del gobierno de turno. Esto es muy común y denota distorsión de la alardeada y ostentada libertad de prensa. Este proceder repetido, machacado y recalcado produce efectos; además es la forma como se maniobra a la llamada opinión pública. El pensamiento crítico es aquel que logra descifrar la verdad mediante un análisis profundo. No es fácil pero tampoco es imposible. Una ayuda fundamental es conocer cómo somos los seres humanos.

a) Un caso real


Otro ejemplo es un caso reiterado en los medios masivos de comunicación y que relataré en activo diálogo con el sutil centaurino.


-Amigo centaurino, te contaré una experiencia que tuve hace muy poco y quizá te ayude a comprender cómo somos los humanos y por ende agregar algo al presente ensayo. Mientras desayunaba estaba mirando por televisión un programa periodístico; el conductor de la audición, que reemplazaba al titular por vacaciones de éste, se comunicó vía satélite con una importante ciudad del interior del país. La noticia del día era que una señora y su hijita habían concurrido a una iglesia y que mientras rezaban a los pies de una estatua la niña tocó dichos pies y se manchó de un líquido rojo. En la pantalla la doble imagen presentaba al susodicho periodista y a una señora joven con una niña de corta edad. La joven señora comienza su relato aseverando que el líquido era sangre que provenía de la estatua lo cual fue confirmado por un policía que acudió ante el llamado de ella y del religioso a cargo del templo; prosigue diciendo la joven señora que el guardián de la ley tomó con su dedo un poco del rojo líquido y llevándolo a su boca probó su sabor constatando, según su entender, que era sangre. Este policía luego se mostró temeroso de haber gustado esa sangre por el problema del sida y solicitó a la señora sus datos para tenerla como testigo por algún problema eventual. En este momento el periodista le preguntó a la niña su edad; cinco años contestó ella y luego le preguntó que pedía a la imagen; la niñita contestó que le pedía que sus padres no pelearan tanto. La madre se ofuscó levemente ante la respuesta infantil y agregó que sí es verdad que pelea con su marido sobre todo por cuestiones económicas y de paso se justificó diciendo que la vida está muy difícil en el país y eso nos tiene mal a todos. Luego de la digresión el sagaz periodista preguntó a la mujer qué sentía al orar antes del descubrimiento y qué al salir de la iglesia. La señora respondió que le daba pena encontrar siempre la iglesia vacía y que ella pedía a su dios que las personas acudiesen a orar al templo como ella. Agregó que al salir sintió una gran paz y se retiró a su casa con la hija pero que de inmediato llegaron periodistas a entrevistarla y que publicaron toda la historia por radio, prensa escrita y televisión diciendo: "el milagro de la estatua que mana sangre". Comentó que toda esa publicidad ella no la quería pero..."bueno las cosas son así; el religioso me dijo que ahora el templo se llena de gente para ver el milagro de la sangre que sale de la estatua". El astuto periodista hizo otra digresión preguntando a la niñita si ahora (habían pasado varios días del "milagro") los padres no se peleaban; la cándida niña de cinco años contestó: "se siguen peleando igual". La emisora de televisión cortó abruptamente la emisión y comenzó con tandas publicitarias-. Concluí el relato recostándome en un mullido sillón.


El centaurino me miró durante un buen rato buscando en mi rostro algún detalle ignoto pero yo permanecí imperturbable esperando sus reflexiones sobre la jugosa narración.

-¿Arreglo económico entre el religioso y la señora por la publicidad?- Preguntó el centaurino moviendo ligeramente los labios.

-¿Un policía puede probar presunta sangre así nomás? ¿El temor del sida le vino después?- Al advertir el juego de mi amigo lo seguí.

-Análisis urgente. ¿Sangre humana o de otro animal?- Siguió el centaurino arrellanándose en el sillón, -¿peleas en el matrimonio por problemas económicos solamente?-

-La paz de la señora al salir del templo sería por satisfacción ¿de qué tipo?- Pregunté con ironía.

-Depende del arreglo ¿y si fue mixto?- Parecía que el centaurino hacía hincapié en este punto del acuerdo.

-¿Pago en especie y en moneda?- Proseguí con el punto que intrigaba al centaurino.

-El marido siguió peleando (asevera la nena que no miente) ¿podría no ser en moneda?- Continuó el centaurino tomando su rodilla derecha con ambas manos.

-¿No es que era mixto?- Miré al centaurino desconcertado.

-Sexo, moneda o un tercer elemento ¿quizá simples promesas?- Añadió el centaurino mirándome fijo.

-¿De trabajo?- Dije pensando en el máximo problema que acucia al país.

-Podría ser aunque es prematuro; no le dio tiempo de concretar ¿más bien promesa de dinero?- Dijo el centaurino rascando su mentón.

-Si es mixto ¿promesa y qué más?- No me convencía la mixtura, era demasiado para la joven señora.

-¿Promesa más alguna variante de sexo?- Siguió el centaurino obsesionado.

-¿Por qué variante?-

-Con la niña presente mucho espacio no hay ¿no te parece?- Discurrió con razón.

-Comprendo, dedos mágicos ¿verdad?- Expresé sonriendo.

-La paz de la señora lo indicaría-. Aseguró el centaurino.

-Seguir peleando con el marido también lo señala-. Afirmé pensativo.

-Lo más importante de todo es que llamaron la atención. El país (y quizás en el exterior) se enteró de la joven señora (que pelea con su marido) y de su hijita que descubrió sangre "milagrosa" en los pies de una estatua. El templo ahora se abarrota de personas que desean ver la sangre. Ese objetivo está cumplido. Esperemos que les dure ¿no te parece?- Concluyó el centaurino con ironía en la última frase.


La tonta e insulsa charla, plena de desvaríos y necias suposiciones, sirvió, sin embargo, para resaltar el punto clave: "de cómo llamar la atención" podría titularse el diálogo. La idea "mágica" siempre vigente seduce a las personas por encima de toda otra cuestión. Los "milagros", casi en el siglo XXI, aún se manifiestan con fuerza. La explicación de la paz de la joven señora simplemente podría ser por cumplir su objetivo de llenar el templo; antes la angustiaba su vacuidad (¡la suya de ella y la del templo!).

Hemos agregado algo valioso: la droga psíquica es un arma poderosa que confluye con las otras químicas para anular personas quitándoles el sentido de análisis crítico de la realidad.

También se advierte cómo operan las prenociones: cada uno ve lo que quiere ver.


En el relato de la joven señora ella vio un "milagro" pues sus prenociones apuntaban hacia allí. En cambio yo, sin darme cuenta, hacía hincapié en otros datos de su narración; por ejemplo lo dicho por su hijita de cinco años que iba al templo a pedir que los padres no se pelearan más y su rezo no fue atendido, los padres siguen peleando. El perspicaz periodista concluyó el reportaje preguntando a la niña precisamente esto y en el canal cortaron abruptamente la transmisión. El ruego de la madre, en cambio, sí fue satisfecho: la iglesia antes vacía, ahora con el "milagro" se colmó de gente. El detalle del policía que prueba la sangre para mí y para el centaurino también fue importante por lo raro. Que el religioso al frente del templo también dijera enseguida que podía tratarse de un "milagro" me resultó (al centaurino lo mismo) sospechoso y esto se completa con la reticencia de las autoridades religiosas superiores a admitir el fenómeno. Mis prenociones (y las del centaurino) llevaron a ver estos puntos y a no aceptar la tesis del "milagro" como sí lo hicieron la joven señora y el religioso que está al frente de la iglesia; esta connivencia a nosotros nos resultó de entrada muy sospechosa; quizá por eso fantaseamos sobre supuestos en un juego de preguntas. La idea central es que cada uno ve lo que sus prenociones le indican.

b) Un caso de ficción


Imaginemos (si los filósofos lo hacen, nosotros también podemos ¿verdad centaurino?) que yo sea apresado por la policía de un país gobernado de manera autoritaria y manejado por una mafia que trafica drogas químicas y armas. Obviamente tanto el centaurino como yo no pertenecemos a dichas mafias pero ellas necesitan unos "chivos expiatorios"; nuestra misión es averiguar cómo "trabajan" y quiénes son los responsables para lo cual yo me dejo apresar y el centaurino...pero no le quitemos suspenso al relato... En suma imaginemos que el centaurino y yo hacemos de detectives en un país extranjero y enviados por Interpol.


La historia podría narrarse así.


"En ése país imaginario estando yo en un bar soy secuestrado por un grupo de maleantes y llevado a un cuarto de una gran mansión. Allí los parapoliciales (que de ellos se trata, no olvidemos que es un país gobernado por una dictadura) me dejan con las manos y los pies libres en compañía de una mujer-policía. Ella intenta seducirme para que yo me declare culpable e incrimine también al centaurino que se quedó en el hotel. Luego de varios intentos frustrados la mujer se queda dormida en un mullido sillón; afuera había guardias custodiando la puerta para que yo no escapara. Pero en el cuarto de baño aledaño descubro un ventanuco que comunica con un gran patio contiguo a otro similar ubicado en la casa vecina del contrafrente; aparentemente única forma de escapar pues la ventana del cuarto principal daba a un parque frontal protegido por perros y guardias armados. El ventanuco era muy pequeño pero como soy delgado intento la huída aprovechando el sueño de mi seductora acompañante. Al salir, con gran esfuerzo, por el ventanuco me encuentro con mi amigo el centaurino que había acudido a mi rescate merced a un soberbio trabajo de investigación que realizó al percatarse de mi secuestro. Logramos huir por el patio (él había llegado hasta allí precisamente por esa ruta desde la casa vecina que hacía de contrafrente y cuyo patio desembocaba en la calzada opuesta); una vez en la calle tomamos un taxi y regresamos al hotel. Al otro día leemos en un diario la crónica siguiente:


"UN MONSTRUO ESCAPA DEL PAIS.- En una conferencia de prensa ofrecida por el Jefe de nuestra magnífica Policía y donde, además de su excelencia Agha H. Abedi, se encontraban presentes el Jefe Zayed, el financista G. Pharao y su hijo L. Pharao, el distinguido Amed Collaz junto con los representantes de la prestigiosa empresa Monique S.A. señores Tony Grec, Benit Daleu, R. Isaz, B. Torre, J. Medin, A. G. Cand, E. D. Ramir, T. del Pin y Kalil Hussein Dibú quienes avalaron con su valioso testimonio el informe entregado a los periodistas y que transcribimos textual.- "Un peligroso y feroz asesino logró escapar utilizando la más sangrienta de las estratagemas conocidas. El traficante de narcóticos y de armas conocido con el seudónimo de "Centaurino" y que ingresó al país clandestinamente fue finalmente apresado por nuestra inteligente policía y retenido, hasta ser llamado a sede judicial, en unas oficinas provisorias que el gobierno alquila a la benefactora de nuestro país la firma Monique S.A.. Como se trataba de un delincuente buscado por la Policía Internacional lo retuvimos dos días tratándolo con suma benevolencia a pesar de conocer su temible y tenebroso prontuario que prontamente nos fue suministrado. Lo teníamos encerrado en una habitación pero con las manos y pies libres para que pudiese ir al baño y comer cuando quisiera. Este fue nuestro único error y lo reconocemos. Deberíamos haberlo tenido esposado y con grillos en los pies como a un delincuente común pero tratándose de un extranjero quisimos retenerlo en buen estado hasta ser entregado al juez. Una audaz y leal policía estaba en su habitación controlando todos sus movimientos para evitar alguna jugarreta del bandido pero además habíamos colocado guardias en la puerta de ése cuarto y en todo el edificio y aledaños; la finca estaba cercada y a prueba de ataques exteriores. El pervertido sujeto intentó forzar sexualmente a nuestra arriesgada policía quien se resistió pero antes de que pudiese gritar pidiendo la ayuda de los custodios exteriores el miserable la estranguló y luego de muerta la violó salvajemente. Luego el asesino con su cigarrillo prendido (no sólo comida sino también cigarros y bebidas pusimos a disposición del preso) quemó el pobre cuerpo de su víctima en los delicados pechos dejándole marcas horribles. ¡Gracias a Dios que la muchacha no sufrió! Al estar ya muerta todas estas vejaciones lo único que hicieron fue saciar los bajos instintos del sanguinario y cruel sátiro. Luego de perpetrado su bestial crimen el inhumano se tiró por la ventana que da al jardín; al acudir los perros que estaban de guardianes el miserable, con una fuerza hercúlea, los estranguló uno a uno y luego para seguir satisfaciendo su sed de sangre los despanzurró con un cuchillo que robó de la fuente con alimentos que nosotros (ingenuos y bondadosos) le habíamos llevado. Conviene aclarar que este peligrosísimo homicida es corpulento, con poderosa musculatura y nervios de acero; causa espanto con sólo verlo por su apariencia feroz. Reiteramos que deberíamos haberlo tenido esposado y pedimos disculpas al pueblo pero quisimos ser humanitarios y no dejarnos impresionar por el aspecto temible del sujeto. Todos saben que valoramos la vida de las personas y jamás se nos ocurriría lastimar a nadie como sí lo hacen en otros países que tiran a sus prisioneros al mar desde aviones para desembarazarse de ellos y luego lo niegan. Nosotros reconocemos nuestros errores y pedimos disculpas al mundo. Para concluir, el salvaje luego de matar a nuestros perros con su fuerza increíble (sólo ahora lo comprendemos) logró torcer los barrotes de la reja que separa el jardín de la calle y huyó pero sabemos que un cómplice lo esperaba desde muchas horas antes en un automóvil; éste otro sujeto es también corpulento y tan salvaje como "El Centaurino". Las últimas noticias que tenemos sobre ellos nos dejan apabullados. Son parte de una gigantesca organización que opera en todo el planeta contrabandeando narcóticos (en especial cocaína) y venta clandestina de armas a países y a grupos de subversivos. Tenemos la pista de ellos; sabemos que huyeron a una de sus madrigueras en el país más poderoso del mundo y allí, seguramente, los apresarán y juzgarán como corresponde con todas la garantías legales para luego condenarlos y... Será Justicia."

"Una forma efectiva de dilucidación de casos es, precisamente, ésta. Provocar un hecho deliberadamente para luego analizar las reacciones que él produce. Generalmente cada cual tiene su propia interpretación y ésta depende de su condición y de su naturaleza. El ser humano sin hipocresías emerge en una lectura analítica de esas reacciones. Al saber el centaurino y yo la verdad sobre los hechos y confrontar con el relato de ellos descubrimos infinidad de datos que ayudan en la investigación.


-Tienes razón la sola lectura ayuda a descifrar la calaña de estos sujetos y además suministra valiosa información sobre algunos intermediarios poderosos y quizá también de algún "cerebro". Lamento lo de la muchacha; esos salvajes la destrozaron por represalia; lo mismo hicieron con los perros pero lo de la mujer es terrible-. Dijo el centaurino con dolor.


-La torturaron sin piedad antes de matarla; la represalia es lo más horrendo y sádico que se pueda pergeñar, me recuerda a la idea del infierno suprema represalia pues es eterna y quema sin consumir. La desdichada policía fue quemada en sus pechos..."

El relato que antecede puede servir al lector para la ejercitación activa de los principios estudiados hasta el momento. Recuerde siempre que "a toda acción corresponde una reacción, es decir que todo estímulo es recibido por una respuesta que puede ser o positiva o negativa; además la inercia que indica una conducta o de reposo o de movimiento a no ser que fuerzas externas hagan variar esos estados." Provocar hechos y esperar las reacciones consecuentes es, tal vez, una de las formas más útiles de analizar la realidad sobre todo en el campo de la sociedad pergeñada por los humanos. La hipocresía gobierna los actos de mucha gente...y así somos los homo sapiens. La imaginaria (como todo el relato) crónica periodística ayudó a detectar a los culpables y a conocer cómo "trabajaban", información que los detectives estaban buscando.


*Realizó los estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires, Argentina, donde obtuvo el título de Bachiller Nacional.Más adelante en la Universidad Nacional de Buenos Aires, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales se gradúa como Procurador y Abogado.Publicó colaboraciones en la Revista "Todo es Historia" que dirigía el Dr. Félix Luna (1925 - 2009) en los Nos. de diciembre de 1986, en enero, febrero, abril de 1987.Es autor de novelas, de ensayos, de libros cinematográficos y de relatos cortos, de enorme sensibilidad.Como mejor síntesis, el doctor Félix Luna en su revista "Todo es Historia" Nº 235 de diciembre de 1986 al presentarme utilizó las siguientes palabras para definir su método:"El doctor Héctor Carlos Reis es abogado, pero sus inquietudes exceden en mucho el marco de su profesión. Ha incursionado en diversos campos de la ciencia y demuestra una notable capacidad para relacionar circunstancias que, siendo aparentemente inconexas, definen procesos de una neta significación. TODO ES HISTORIA ha encargado al doctor Reis la sección que se inicia en esta edición".Además de estudiar dibujo y pintura, sus intereses apuntan al arte, la pintura, la literatura, las ciencias, la filosofía y desde luego, el comportamiento humano, una de sus grandes pasiones. Entre las películas que más le agradan, se encuentran las del geéro de suspenso, con la infaltable investigación detectivesca.De allí la preferencia por personajes de ficción como Sherlock Holmes, el detective británico creado por Sir Arthur Conan Doayle; Hércules Poirot, Miss Marple o Arsenio Lupin, sólo por citar algunos.Otra de sus preferencias a pesar de ser reacio al cine de terror, son las obras basadas en historias del poeta y escritor norteamericano, Edgar Allan Poe, las relacionadas con la investigación, la historia y los personajes históricosLa música tampoco le es indiferente, siendo un amante del género clásico: Mozart, Beethoven, Wagner, Verdi, Rossini, Donizetti, Bellini, Richard Strauss en particular, son sus autores predilectos. También es adepto a las composiciones sinfónicas, la ópera y como no podía ser de otro modo, del tango.En cuanto a las lecturas, se siente atraido por todo lo referente al arte: Pintura, filosofía, política, literatura, historia, psicología y la nutrición.En la actualidad, es asiduo colaborador del suplemento ARCÓN CULTURAL.



c) Otro caso parte real y parte imaginaria

Como en el evento anterior este otro caso puede servir al lector para comparar con la vida real aclarando que toda similitud en su parte imaginaria con la vida real es mera coincidencia. No obstante, sirve para comprender cómo opera el pensamiento mágico en oposición al conocimiento que buscan las ciencias. Comienza con datos históricos, obviamente reales, y concluye con un proceso judicial hipotético ya que el juicio real está celosamente guardado en los archivos del Tribunal del Santo Oficio (Inquisición) si es que no fue quemado en alguna pequeña hoguera. En este juicio se confrontan datos de ambas formas de pensamientos, es decir el mágico y el crítico o analítico. Como el centaurino por razones obvias tiene predilección por los astrónomos le cedo a él la palabra.

Giordano Bruno (siglo XV) era un monje católico que estudiaba astronomía y a través de sus observaciones había llegado a una serie de conclusiones como por ejemplo la existencia de infinitos mundos muchos de ellos habitados. Este convencimiento de Giordano Bruno parece que fue el "crimen" más horrendo que pudo cometer y por ello la "santa" Inquisición ordenó quemarlo en la hoguera. Giordano Bruno no se "rectificó" como Galileo; fue torturado salvajemente en la boca y finalmente quemado vivo en enero del año 1600. La idea más irritante que propulsó Giordano Bruno fue la existencia de vida en otros planetas. Ya no era solamente el hombre criatura de Dios, él sostuvo que había otras criaturas lo cual lo planteó como hipótesis. La primera persona que afirmó en forma explícita la existencia de infinitos mundos en órbita alrededor de otros soles fue, precisamente, Giordano Bruno. Y como remate de esto el mismo Bruno dijo, también por primera vez en la Historia, que el universo presenta más o menos el mismo aspecto lo miremos desde donde lo miremos. Hasta aquí los datos históricos ahora el relato de ficción del proceso a Giordano Bruno; ése juicio se celebró en las postrimerías del año 1599 en la península itálica.

"Un canto gregoriano poblaba el ambiente; su monótona pero bella melodía producía una gran paz. Lentamente los monjes cesaron de cantar y se escuchó la voz ronca del que presidía el cónclave mientras su gruesa figura se regodeaba impaciente en el tallado sillón.

-Queda abierto el juicio del Santo Oficio contra el fraile Giordano-.

-Hermano Giordano Bruno, se te acusa de herejía-. Afirmó la ronca voz del inquisidor mayor.

El personaje solitario que estaba en el medio del salón rodeado por los otros frailes se levantó del banquillo y con voz al comienzo frágil pero luego firme expresó: "-No soy hereje. Creo en las Sagradas Escrituras, en Dios, en Jesucristo y en nuestra Iglesia Católica. También creo en el Papa como el máximo representante de Dios en la Tierra. La imputación de herejía es falsa no tiene ningún asidero legal ni religioso. Herejes son los que niegan la doctrina aceptada en los concilios-.

Un segundo inquisidor intervino en el debate. Era un hombre alto, ligeramente encorvado; contrariamente al resto de los frailes era delgado y su voz suave, aterciopelada no demostrando animosidad hacia el acusado. Era la contracara del inquisidor mayor o al menos eso parecía.

-Hermano Giordano. La Iglesia dice que la Tierra es plana. Tú sostienes que es redonda. La Iglesia dice que el ser humano fue hecho a imagen y semejanza de Dios y que es su criatura única con alma. Tú dices que puede haber otros habitantes en planetas lejanos. La Iglesia dice que todos los astros están suspendidos en una esfera que se mueve y que la Tierra está fija, no se mueve y está sólidamente enclavada. Tú dices que todos los astros se mueven; que la Tierra se mueve alrededor del sol y que hay muchos otros soles, que también se mueven y que tienen otras Tierras que se mueven a su alrededor y además agregas que pueden tener habitantes como el hombre. Si esto no es herejía, ¿la herejía donde está?-

Giordano Bruno miró al segundo inquisidor con ojos tristes, su boca se torció en una mueca y con voz trémula por una profunda emoción contestó lentamente.

-Hermanos Inquisidores, Hermanos Frailes. Lo que yo digo es lo que observo. Antes que mi modesta persona, Aristarco de Samos dijo que el centro del sistema planetario está en el Sol y no en la Tierra. Durante un eclipse lunar dedujo, por el tamaño de la sombra de la Tierra sobre la Luna, que el Sol tenía que ser mucho más grande que la Tierra y estar muy pero muy lejos. Es probable que esto le hiciera pensar lo absurdo que un astro tan grande como el Sol girara alrededor de un astro tan pequeño como la Tierra; por eso colocó al Sol (redondo) en el centro, a la Tierra (también redonda) girando sobre su eje una vez al día (cuando mira al Sol es de día, cuando no es de noche) y que orbita alrededor del Sol una vez al año. Esta tesis la rescató un clérigo polaco llamado Nicolás Copérnico en el año 1543 y la publicó. Otro observador de los cielos, Galileo Galilei, sostiene idéntica posición; además Galileo usa en sus observaciones el telescopio con lo que comprueba las tesis. Galileo con su telescopio es la primera persona que estudia realmente cómo son los cielos y constata sus opiniones con la observación directa a través del telescopio-.

La voz ronca del inquisidor mayor se elevó por sobre la del acusado y dirigiéndose al escribano que tomaba las actas del juicio espetó con furia.

-Hermano Escribano, tome nota de ese otro fraile llamado Copérnico y de su libro para examinarlo y censurarlo como corresponde. En cuanto al susodicho Galileo Galilei debe ser juzgado de inmediato antes que sus teorías se extiendan y esa arma del demonio llamada telescopio debe confiscarse. Estos otros dos herejes que contaminan con sus dichos malévolos la vida pacífica y ordenada de la criatura humana deben ser extirpados antes que pudran a la humanidad-.

-Con todo el respeto que me merece el tribunal inquisidor del Santo Oficio me permito recordarle al Inquisidor Mayor que los Santos Evangelios no prohíben el estudio de los astros-. Señaló tímido Giordano Bruno.

-Los Obispos en sus sínodos y con la opinión de los Padres: San Agustín, Santo Tomás de Aquino y el resto de los Padres de la Iglesia se ha fijado una doctrina y ésta dice que la Tierra es plana, está fija, no se mueve es el centro del universo y el hombre la única criatura de Dios que habla y tiene un alma inmortal. Todos los estudios que atenten contra la verdadera doctrina de la Iglesia son perniciosos errores y herejías que deben ser condenadas, como hicimos con Montano, Arrio, Atanasio, los gnósticos y otros en su momento-. Manifestó severo el inquisidor mayor.

-Es diferente; esos herejes que tú nombraste postulaban cuestiones referentes a la fe y a cómo interpretarlas. Yo intento investigar la realidad y formulo teorías sobre astronomía no sobre la fe. Lo mismo hacen Copérnico y Galileo. Nosotros hacemos ciencia-. Insistió tozudo el valiente Giordano.

-Pues tu ciencia atenta contra la fe al poner en duda toda la doctrina reconocida por los sabios de la Iglesia-. Pontificó el inquisidor mayor.

-Galileo dice que mirando por el telescopio divisó en la Luna montañas y cráteres; descubrió que el planeta Júpiter tiene varias lunas propias y vio los anillos de Saturno. Tú puedes verlo también. Todos deberían mirar por el telescopio-. La voz grave pero mansa de Giordano Bruno se elevó cubriendo la sala.

-Hablas como un verdadero hereje. Quieres contaminarnos con el arma del demonio. Ese telescopio fue hecho por Satanás y traído del Infierno, por eso quema los ojos al mirar por él y les hace ver lo que Lucifer desea. Además tiene forma de falo que al intentar penetrar la inmensidad de los cielos comete pecado de concupiscencia; en todo se ve al Maldito. No cabe duda: se trata del bastón de Belcebú-. Masculló muy irritado el inquisidor mayor haciendo la señal de la cruz por tres veces.

El resto de los frailes se puso de pie y la señal de la cruz fue por un minuto el único gesto en medio del sepulcral silencio.

-Hermanos, están equivocados. El telescopio es un simple instrumento que sirve para observar y descubrir objetos en el espacio a enormes distancias y tiene forma alargada para poder cobijar lentes cóncavas y convexas, adentro de un tubo de plomo, que permiten el acercamiento de los astros. Las lentes son sencillos cristales pulidos que traslucen las imágenes. La astronomía se enriquecerá con esta herramienta. Es un artificio maravilloso que permitirá el progreso de las ciencias-. Describió con entusiasmo Giordano Bruno.

-Lo dicho. Las ciencias son enemigas de la fe. El hombre con su razonamiento llegó a Dios; como San Agustín y Santo Tomás. No necesitamos instrumentos del demonio para mirar la grandeza de Dios. No se debe buscar ni experimentar eso es cosa de Satanás. La sabiduría está en los libros. El gran Aristóteles ya lo dijo todo y Platón encontró la perfección. Nuestra doctrina heredera de ellos tiene una fortaleza que emana de Dios y es indiscutible. La Tierra es plana por más que el telescopio nos diga lo contrario. Si fuera redonda y estuviera suspendida en el espacio se caería; hasta un niño puede ver eso. ¡Es plana y está firmemente enclavada!- Gritó furioso el inquisidor mayor.

-¿Enclavada dónde?- Inquirió dulcemente el fraile Giordano Bruno.

-Enclavada en...enclavada en.....todo el mundo lo sabe.......no se mueve y es plana; está quieta, firme, segura. La Tierra es el centro del universo de Dios. Dios la tiene sujeta en sus brazos y sostiene en esferas de cristal a todos los otros astros. Los cielos son inmutables-. Respondió confuso el inquisidor

-Y todos los otros astros ¿también son planos?- Demandó rápido Giordano Bruno.

-Sí, son planos y están sólidamente sujetos a las esferas de cristal que giran sobre la Tierra. Los cielos son inmutables-. Apostilló el segundo inquisidor interesado en la disputa pero mirando temeroso al inquisidor mayor, quien asintió con una caída de cabeza.

-Bueno, entonces hay algo que gira, es decir, se mueve. Si se mueve, hay movimiento, hay cambio. Si hay cambio ya no es inmutable-. Aseveró con firmeza Giordano Bruno.

Hubo un silencio general. Sin darse cuenta los frailes habían caído en un debate con un contradictor de mente lúcida y atento observador.

El inquisidor mayor se puso de pie y con voz estentórea ordenó suspender el juicio hasta el día siguiente, mientras en voz baja mandaba regresar a la celda a Giordano Bruno; esta orden la impuso con el agregado de ejecutar sobre el prisionero las acciones correspondientes a lo prescrito por la ley canónica para hacerle confesar su "error". Esto significaba la tortura física para el fraile y astrónomo Giordano Bruno.

Una celda de piedra con rejas aherrumbradas, iluminada con antorchas y se escuchó un terrible grito de dolor. Conforme a lo ordenado por el inquisidor mayor el desdichado Giordano Bruno estaba siendo torturado salvajemente como era la costumbre y lo estipulaba la ley de la Santa Inquisición. Atado a un "potro" estiraban su cuerpo; mientras uno de los verdugos con tenazas de hierro llenas de herrumbre arrancaba dientes y muelas, otro verdugo aplicaba una cuchilla candente en el rostro y otras partes del infortunado cuerpo hasta transformarlo en un guiñapo. Finalmente un gigantesco verdugo con una capucha negra que tapaba su cara y parte del pecho se acercó al desvalido y arrancó en rápida maniobra la lengua diciendo: "-pobre desgraciado, ya sufrió demasiado por hablar. Sin lengua no volverá a pecar..."-. Mientras otro verdugo le refutaba: "-no tengas piedad de él; es un científico pecador y está poseído por el diablo. Además ya poco le queda de vida para volver a pecar"- El gigante verdugo observando la lengua sanguinolenta que reposaba en su manaza balbuceó: "-Si la hubiera usado para rezar en lugar de proferir teorías heréticas estaría en su lugar. ¡Qué sirva de ejemplo para los charlatanes endiablados!"- El cuerpo exánime del fraile astrónomo (más astrónomo que fraile) cayó desmayado sobre el piso de piedra.

La sala del juicio; en el centro yacía el cuerpo inerte del mártir de la ciencia Giordano Bruno mientras sus implacables jueces dialogaban entre sí.

-Es una infamia lo que se ha hecho con el imputado-; comenzó diciendo el segundo inquisidor con voz sincera y plagada de emoción -la tortura lo ha dejado imposibilitado de continuar con su defensa y además todavía no había sido declarado culpable. Esto debe quedar en los anales del Santo Oficio como la gran injusticia hecha a un hermano fraile-.

-La tortura se aplica para hacer hablar a los procesados; si no fuera por el tormento jamás obtendríamos confesiones de las atrocidades que cometen los reos y no podríamos condenarlos-. Gesticuló el inquisidor mayor.

-Antes de condenar hay que buscar pruebas y no intimidar con el tormento esto no forma parte de la doctrina de Cristo-. Insistió el segundo inquisidor.

-El tormento forma parte esencial de nuestro procedimiento. Tú lo sabes y no intentes reformar lo que en siglos se ha establecido. La mortificación del cuerpo es válida para purificar el alma. ¡Qué Dios se apiade del alma del hermano Giordano!- Contestó con cinismo el inquisidor mayor.

-Esto es injusto. Al hermano Giordano le arrancaron la lengua, ya no puede defenderse. De aquí en más todo es ilegal, incluso para la ley canónica. El Papa debe intervenir para salvar lo que queda de nuestro hermano-. Apelaba el segundo inquisidor con lágrimas en los ojos viendo a Giordano acurrucado en posición fetal.

Con voz tonante, poniéndose de pie y con gesto majestuoso, el inquisidor mayor anunció:

-Ya el Tribunal del Santo Oficio tiene la Sentencia. Esta Santa Inquisición condena al reo Giordano Bruno a ser quemado en la hoguera por el delito de herejía. Que se cumpla la Sentencia para ejemplo de los infieles herejes-.

Un canto gregoriano se elevó tapando la voz del indignado segundo inquisidor que vanamente intentaba hacerse oír.

Una enorme pira ritual y en el centro, atado a una estaca, se hallaba lo que quedaba del infortunado Giordano Bruno todavía con un hálito de vida. Una muchedumbre avalaba con su presencia el martirio del científico. Paradojas de la humanidad: siglos antes una muchedumbre pagana en un circo avalaba lo mismo con los primeros cristianos. La misma brutalidad con distintas ideologías; el poder, sea quien fuere el ocupante, reprime a los disconformes. Todos tienen sus mártires que son usados. El fuego fue iniciado en un costado de la pira y lentamente la hoguera creció. Las lenguas de fuego comenzaban a acariciar el destrozado cuerpo que los gases de la combustión ya habían matado.

Las llamas llegaron a las piernas y todo el cuerpo fue una tea ardiente. A un costado, un tablado con dignatarios tocados con altos bonetes y capelos hacía la señal de la cruz mientras rezaban con las manos ante el pecho en humilde actitud. Se oyó la voz del inquisidor mayor que elevándose por sobre el vagido de la muchedumbre y con su mano derecha en alto imploraba:

-Satanás se había apoderado de su cuerpo. ¡Qué Dios se apiade de su alma inmortal!-


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