Para hablar con ese acorazado de melodías desperdigadas a diestra y siniestra, toca ir a buscarlo al mar, donde los arpegios comulgan con las olas mientras las escalas parecen desvanecerse dentro de su propia ausencia existencial.
Es otra mañana, bien temprano. No hay gente en la arena. Sólo borbotones de vino tinto tratando de apaciguar al plomo fundido de la fragua solar, donde la música se forja con la presición de una espada japonesa.
El orador ateniense Demóstenes practicaba sosteniendo el volumen de la voz por encima del cancino murmullo sin tregua. Cientos de años después, del otro lado del planeta, Billy Díaz lo intenta sin aquella vieja guitarra con la caja de marca "Torax", el obligatorio diapasón "Fender". Ni siquiera trajo consigo el pedal "Marshall Guvnor Overdrive Distortion o la suma de la ferretería sonora de Boss. Con la electroacústica le ancanza, antes de conversar con ARCÓN CULTURAL.
ARCON CULTURAL- El hecho de radicarte en el Partido de la Costa y haber salido de una ciudad ruidosa, salvaje e hiper poblada como Buenos Aires; ¿hizo la diferencia en tu labor profesional?
BILLY DÍAZ- Carlos te cuento el hecho de que me haya venido a un lugar de playa me dio la ventaja de poder expresar la música de otra manera, bajar los decibeles qué se vive en la Capital, pero siempre siguiendo con el mismo estilo y bueno, haciendo música para para la Argentina u para otras partes del mundo.
AC- ¿Es posible producir artistas, realizar grabaciones, radio, tocar música sin estar necesariamente dentro del “ombligo del mundo”?
BD- Si estás en la música y trabajás, siempre vas a estar en el ombligo del mundo porque tienes que visualizar lo que está pasando a tu entorno. Se trabaja muy bien. También hay muy buenos valores acá en el partido de la costa. Si uno está en la música, siempre hay tiempo para hacer radio, para producir, hacer música y disfrutar de los amigos.
AC- Observamos tu trasegar desde antes de los decisivos años ochenta de nuestro rock...
BD- La realidad que en la música siempre pasamos por diferentes estados sociales desde estar con diferentes gobiernos y esto, hace qué la música te acompañe a una situación de país qué te rodea. Estado Mayor Conjunto nacio en la época del Proceso (Dictadura militar argentina). A partir de ahí pasaron muchísimas bandas y diversos estilos, cómo en el país que vivo.
AC- En Estado Mayor Conjunto, una banda enorme que por esas cosas del destino fue grande, poderosa, llamada a ser sin ser; ¿te quedaste con ganas de algo más?
BD- Estado Mayor Conjunto fue una banda que trabaje 10 años muy bien posicionada en la Argentina y en el momento que vivíamos qué fue en el proceso militar del 80 al 91. Después aparecieron otras bandas muy buenas que también trabaje, cómo ser Flema, una banda punk muy conocida acá en la Argentina. A su vez después estuve tocando con Larry Zavala, otra banda conocida de Argentina, grabando con la gente Almafuerte. Al mismo tiempo produciendo otras bandas, otra lista de bandas que suenan muy bien y tienen su trayectoria como Sprint Rock y Blues, Viejos Ruteros, Papa Rock, Poxi y los Pegaditos, Lamparas y Los Culote; etc.
AC- ¿Encontraste diferencias a favor, en contra, al haber trabajado junto a músicos locales con sus defectos y virtudes locales, en comparación a los consagrados del exterior?
BD- Yo pienso que cada músico tiene su experiencia y don para enseñar los artistas locales. Son muy buenos como los extranjeros. Tuve la oportunidad de trabajar con la gente de Exploit, con la gente de GBH y a su vez, con Dee Dee Ramone. Pienso que cada artista tiene algo especial. Depende desde qué punto lo mires. Si yo fuera extranjero, estaría aun nublado por los artistas argentinos. Siendo argentino te sorprendes y admirás a los artistas extranjeros.
AC- Pasando a la parte pedagógica musical; ¿te considerás un experto en transmitir conocimientos, apuestas al intercambio con el alumno, al nexo afectivo sin dejar de lado la parte de los métodos, donde sale uno todos los días?
BD- En la parte pedagógica siempre aprendes algo. No me considero un experto porque yo aprendo de otros, también de mis alumnos y si uno no tiene ese lazo con el alumno tampoco se puede transmitir. Hay que tener esa empatía para enseñar, saber qué al otro le cuesta y uno tiene que ponerse a la par para que el alumno crezca porque uno también en su momento fue alumno.
AC- ¿Cómo trabajas en Kaay Studio? ¿Surge en formato de idea convertida en “trampolín” para algo más grande?
BD- Kaay Studio está donde yo trabajo mi material dónde salen las ideas dónde viene mucha gente a trabajar y a dónde yo le doy toda mi experiencia basado sobre todos mis años de música. En Kaay Studio enseñamos teclado, guitarra, bajo, grabación digital y escritura musical, canto expresivo. Hay un montón de variantes dentro de la música que se desarrollan, siempre en función de que el artista tenga todas las herramientas para ser un profesional. Damos clases por zoom a todas partes del mundo. Eso es Kaay Studio.
AC- En medio de la que muchos denominan degradación de la calidad musical, la consagración de nuevos estilos, ¿es posible seguir haciendo buen rock en esta época con tantas piedras en el camino?
BD- Yo pienso que el buen rock siempre se puede hacer. Pasa por el criterio del músico. A su vez va a pasar por el criterio de la gente que lo consuma, pero hay muy buena música: Rock, jazz - fusión, toda buena música. Depende quién lo consuma y todos tienen derecho a elegir lo que le guste. Lo que me gustaría escuchar más en la radio es música clásica jazz y a su vez, la música autóctona de cada país, qué son muy importantes.
AC- ¿Hay algunas preguntas frecuentes de los jóvenes en materia de asesoramiento a la hora
de encarar un proyecto viable o los interrogantes son más de carácter individual?
BD- El interrogante de la gente es si van a ser famosos con lo que hacen y no se dan cuenta que el camino es largo. Hay que practicar, practicar, practicar, que lo único que te va a llevar a un triunfo no es hacer lo que hace el otro, sino algo particular, innovador, que rompa la cabeza porque nadie lo hace. Pero es muy difícil, porque todos tratan de hacer lo mismo que hacen otros.
AC- La última pregunta, la del millón: ¿Cómo es posible que un músico como el gran Billy Díaz, si bien tiene un talento indiscutible, el respaldo de su trayectoria, el amor, el reconocimiento de su gente, a la cabeza o a la altura de todos, no haga parte todavía de una banda consagrada local, sin omitir la llamada de alguna superestrella del exterior? Tenés todas las condiciones…
BD- No. En realidad lo que habría que preguntarse porque uno no trabaja es que vos sabes muy bien, Carlos, que vivimos en Latinoamérica. Y eso hace que si sos músico, no te paguen lo que realmente vales. Yo trabajo muy bien, escribiendo música, haciendo arreglos,trabajando con gente que realmente cepa lo que sale el trabajo de uno. Pienso que esa es la mayor consagración de un artista. De por sí, hoy por hoy cobro por los discos grabados por mis presentaciones, mi trabajo de la música y mi mayor consagración, es trabajar siempre de músico.
Tras finalizar, Billy agradeció al director general del suplemento ARCÓN CULTURAL por haberlo tenido en cuenta, dejando sus propias huellas electrónicas a todos aquellos que deseen seguirlo.
Bueno Carlos te agradezco está entrevista qué me realizaste aclaro que vos fuiste parte de mi alumnado y se creó una linda amistad paso mis enlaces de diferentes bandas y de mi trayectoria para qué se sumen y se suscriban también a mi canal radial navegando en el nautilus Y qué a este músico de Argentina se contacten para también compartir la música de ustedes que lo más importante llevarse en el corazón lo que uno hizo bien qué es lo más importante. Gracias a toda la gente de Colombia
Estado Mayor Conjunto
FLEMA
Larry Zavala
Lampara y los culotes
VIDEO-CLIP PROMOCIONAL-ALMACEN PRODUCCIONES
SPRINT rock and blues - Fuiste Mia
Crónicas & un Café
Navegando en el Nautilus
Entrevista y escribe:
CARLOS ALBERTO RICCHETTI*
*Periodista, escritor, poeta y cantautor. Director general de Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA y de su suplemento, ARCÓN CULTURAL. Integrante de ¡UYAYAY! COLECTIVO POÉTICO.
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