Con el corazón mirando a Eduardo Galeano

Queridas lectoras, queridos lectores:

En este nuevo ensayo poético, la escritora Yanina Ceriani propone una reflexión sobre la utopía como motor de búsqueda, inspirada en las palabras de Eduardo Galeano. Lejos de entenderla como un destino inalcanzable, la autora la concibe como un impulso vital: ese horizonte que se aleja, pero que nos invita a seguir caminando.

A través de un lenguaje íntimo y contemplativo, Ceriani entrelaza la memoria, el deseo y la escucha del otro, construyendo un texto que invita a pensar el pasado no como un ancla, sino como una brújula. Su mirada combina sensibilidad poética con profundidad filosófica, en un diálogo entre la esperanza y la lucidez.

Este ensayo es una invitación a detenerse, a mirar el camino recorrido y a reconocer que, quizás, el verdadero sentido no está en llegar, sino en seguir andando.

Epígrafe La utopía se aleja con cada paso, pero en ese movimiento hallo el sentido. Camino entre lo vivido y lo soñado, sin juzgar, sin detenerme. El horizonte no es un lugar: es la promesa que me mantiene viva.

“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.” — Eduardo Galeano

Admiro profundamente a Galeano, no sólo por su forma de pensar, sino por su capacidad de transformar una idea en un acto de fe. La utopía, como él la concibe, no es un destino: es la tensión entre el deseo y el paso, el movimiento que mantiene viva la búsqueda. Cada uno de nosotros fija su propio horizonte y lo persigue con pasos inciertos, con cicatrices y con sueños. Caminamos hacia lo inalcanzable no para alcanzarlo, sino para no dejar de andar.

Al leer esta cita, me detuve a pensar en el pasado, en mi historia y en las historias que nos rodean. Cada experiencia, incluso las más breves o dolorosas, deja una huella que modela la manera en que miramos el mundo. Somos, en esencia, la suma de lo vivido y lo que aún nos atrevemos a imaginar. El pasado no es un ancla, sino una brújula: orienta, advierte, enseña.

A veces, el recuerdo nos detiene; otras, nos empuja o nos sorprende. Y sin embargo, hay algo que no debemos olvidar: escuchar al otro. Escuchar sin juzgar, sin imponer la mirada de lo que nosotros hubiéramos hecho, porque cada vida tiene su mapa, cada historia su propio norte.

Por eso creo que es tan importante comprender de dónde venimos, no para quedarnos en la nostalgia, sino para trazar con más claridad ese horizonte que imaginamos, ese boceto del porvenir que nos mantiene despiertos.

Juzgar desde nuestra realidad no tiene sentido: hay más de un lado en cada historia, más de una verdad en cada pregunta. El horizonte no es una línea fija; cambia con nuestros pasos, se reinventa con nuestras decisiones.

Y aunque se aleje, sigo caminando. Porque en cada paso, mientras el horizonte retrocede, la utopía —esa promesa que nunca se deja atrapar— me enseña que el sentido de la vida no está en llegar, sino en seguir avanzando hacia lo imposible.

Ensayo poético: “Utopía en movimiento”— Yanina Ceriani

🟣 Nota de autora

Escribí este texto en un momento en el que necesitaba reconciliarme con mis propios pasos. A veces uno camina sin saber muy bien hacia dónde, pero sigue andando porque hay algo —una voz, una memoria, una utopía— que lo empuja a no detenerse.

Eduardo Galeano siempre fue para mí una referencia luminosa. Su manera de pensar el mundo con sensibilidad y coraje me recordó que las ideas también pueden tener piel y respiración. Este ensayo es, en parte, un homenaje a esa mirada: una forma de agradecerle y de recordarme que la búsqueda, aun cuando parece interminable, es lo que mantiene viva la esperanza.

Yanina Ceriani es escritora, ensayista y columnista en El Arcón Cultural. Coordina talleres individuales y personalizados de escritura emocional y autobiográfica. Explora en su obra los vínculos entre la memoria, la identidad y la palabra.

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