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JAMES LLANOS GÓMEZ

Daniel Cadena Arango, arquitecto de ley



Escribe: JAMES LLANOS GÓMEZ*


Una mañana en el séptimo piso de la alcaldía de Pereira (una linda construcción patrimonial, de tantas que existen en esta bella ciudad), entré a una oficina y en especial, con elementos que atraían: mapas, dibujos y trazos métricos, dirigida por un joven de risa muy empática, sensible al arte y en especial a la fotografía, gomoso por el deporte de las ruedas, entre otras. Muy amablemente me recibió el arquitecto Daniel Cadena Arango, una persona que de golpe rompe hielo con el verbo, habla afinadamente de todo lo que sabe con mesura, con respeto y, lo que no entiende lo pregunta o mejor calla. Vive en un paraíso a las afueras de la urbe, rodeado de flora y fauna, acompañado de su querida esposa “la negra”, como la llama dulcemente.


Es estudioso de su profesión; innovador por perpetrar puntos de quiebre y marcar la diferencia cada día en el diseño de los habitáculos, y sobre todo de la arquitectura que se articule y hable con la naturaleza, que cuide los micro sistemas, todo pensado por el bienestar de sus habitantes, (un dialogo sincero entre arquitectura, naturaleza y medio  ambiente de manera holística), proclive a los animales felinos y perrunos con un respeto religioso (siempre) y en general por todos los seres vivientes. Es arquitecto de la universidad Nacional de Colombia (del cable Manizales), con un periplo académico de buenos resultados, que lo llevó a intercambios de investigación en la universidad de Buenos Aires por un año, fortaleciéndolo profesional, estética y socialmente.


Todo lo anterior le mereció ser por dos años el Director de Control Urbanístico de Pereira y en la actualidad es oficialmente el encargado de la oficina de patrimonio de la Secretaría de Cultura de Pereira, un premio a su sacrificio, con la responsabilidad de velar por lo más preciado de cualquier territorio, por más pequeño que sea y exista en el mundo: la arquitectura, lo cultural material e inmaterial, lo tangible e intangible, algo complejo, con una ventaja, es un ser estudioso de esta rama olvidada y delegada sólo a expertos -como tema de gurús o grupos especiales e intocables-, él se ha dado a la tarea de hacerlo más dinámico con iniciativas vinculantes y de articulación con los interesados, por ejemplo la sociedad civil, que es finalmente el organismo rector en cualquier decisión.


Hoy Daniel ha hecho ingentes esfuerzos, pero es pertinente (y no lo debiera escribir), es un profesional que invierte de sus propios honorarios para resolver asuntos que demanda su oficina, en muchos casos la ciudad, esto nunca lo ve la gente más cercana o del común, pero hay resultados a la vista que se ven reflejados en la sala de exposición Carlos Drews Castro y algunas tareas mínimas culturales entre otras. Lo anterior lo hace porque siente amor por la Perla del Otún, la ciudad que lo vio nacer y le ha dado todo, hay suficientes razones.


Docente de la universidad Católica de esta ciudad, con una postura académica, como las pedagogías happening, un término que se desarrolla más en el arte visual con recurrencia, construir conocimiento de manera horizontal, una política muy actual que recorre los claustros universitarios del mundo, que lo ha direccionado y trasladado a la construcción y la arquitectura, con lenguajes del colectivismo y colaboracionismo, donde no hay actor ni espectador, un principio en arquitectura, una amalgama de conceptos importantes que llegan con la ley de la atracción: una película, libros, conversaciones, la observación de otros mundos, la imaginación y asimismo lo imposible, para terminar en un resultado final, hecho que marca una línea interesante hoy, del mundo contemporáneo.


Su compromiso lo lleva a realizar planes de gran envergadura, asociados a la urbe y otros componentes de vínculo cultural y de patrimonio, edificando una nueva generación de estudiantes en este campo, que piensen ciudad con respeto por la estética ampliamente funcional.


En lo particular y con respeto, veo crisis en el diseño de la construcción habitacional pereirana, es algo generalizado, se acabaron los términos o filosofías con referentes, por ejemplo: de la Bauhaus o la arquitectura minimalista, donde quepa el cuerpo, el alma y el espíritu, o, tener referentes que marcaron la historia del arte de construir, que planteaba en su manifiesto el artista austriaco Hundertwasser, y sus cinco pilares que eran: la epidermis, las ropas, las casas, la identidad y la tierra, mejor dicho, lo que está estrechamente ligado a la sensibilidad, al afecto de la mirada, la que se ha perdido a todo nivel y esto es en lo que transita Daniel, recuperar una ola de constructores de espacios, que con el tiempo cobre lenguajes de patrimonio, no de cajones fríos y sin calidad para la vida y el esparcimiento colectivo.


Un joven con una responsabilidad administrativa y académica a través de sus labores diarias, que son en función de la vida, el amor y la esperanza. Un ser maravilloso y de unas cualidades profesionales, de deberes incalculables por el trabajo en equipo, una entelequia, que no lleva a posar como el ser administrativo, se baja de esa chapa, se pone en modo overol, carga cuadros, arena, transporta por las calles vidrios y mesas para montajes donde le toque, en fin, es un (supernumerario), más que un buen trabajador, es un gran colaborador con un solo propósito, aprender y avanzar en su carrera administrativa, competitiva y de vida. Tiene el concepto puro de la administración pública, un verdadero servidor para la gente, tiene un profundo respeto por los trabajadores de la secretaría de cultura y fuera de ella, trata a todos, mujeres y hombres colaboradores, guardas de seguridad, entre otros a su mismo nivel, para él no existen jerarquías, él reconoce seres humanos.


Para saber en primera persona quién es Daniel el arquitecto, me contesto esto.

 

¿Quién es Daniel el arquitecto?


Daniel Cadena, es un arquitecto que ha encontrado en esta profesión una forma de expresar su profunda conexión con la naturaleza, la cultura y la humanidad. Nací en Pereira, una ciudad que considero un verdadero patrimonio vivo, en donde he trabajado por construir proyectos que integren la arquitectura con el entorno natural de una manera que se promueva el bienestar y la sostenibilidad. Especializado en Arquitectura y Urbanismo Bioclimático en la Universidad Católica de Pereira, institución que me acogió desde hace 7 años como docente de cátedra en el programa de Arquitectura. Admirador profundo de la naturaleza y todas sus expresiones, vivo el sueño de residir en un pequeño bosque a las afueras de la ciudad, en un entorno idílico que no solo nutre mi creatividad, sino que también refleja mi compromiso con un estilo de vida armonioso y respetuoso con el medio ambiente.

Actualmente, como líder de la Oficina de Patrimonio de la Secretaría de Cultura de Pereira, me enfrento al desafío de proteger y salvaguardar el patrimonio cultural de la ciudad. Lo hago con pasión y dedicación, entendiendo la importancia de valorar nuestra historia y la construcción de la memoria colectiva de nuestra sociedad. En mi rol de docente en la Universidad Católica, empleo métodos pedagógicos innovadores para inspirar a mis estudiantes, fomentando un enfoque colaborativo y colectivo en la arquitectura, teniendo como reto cada semestre enfrentar a mis estudiantes a problemáticas de ciudad.


¿Cuál es la arquitectura que más le gusta y si está ligado a una filosofía o tendencia mundial?


La arquitectura que más me apasiona es aquella que logra un equilibrio entre el diseño contemporáneo y la sostenibilidad. Admiro profundamente la arquitectura japonesa contemporánea por su minimalismo y su respeto por el entorno natural. Sobre filosofías o tendencias hay varias líneas que me inspiran como lo son la arquitectura bioclimática, la arquitectura vernácula, el diseño regenerativo, y el diseño paramétrico adaptativo, todos con un tema en común y es la integración entre estética, funcionalidad, sensibilidad humana y respeto medioambiental.


¿Cómo articula lo administrativo con la docencia y su vida como investigador?


Para mí, la clave para articular mis responsabilidades administrativas con la docencia y la investigación es la integración y la innovación. En mi rol administrativo, busco implementar proyectos que no solo preserven el patrimonio, sino que también involucran a la comunidad. Como docente, utilizó métodos pedagógicos innovadores, procurando enfrentar a los estudiantes a problemas reales de ciudad, para fomentar su participación activa en los temas que se encuentran en la agenda de la administración municipal; proyectos como el bulevar del rio Otún, mejoramiento integral de barrios en Villa Santana, corredor turístico comunitario de “Tokio-manía”, revitalización del centro tradicional de Pereira, Parque Museo Salado de Consotá y el Corredor Turístico Comunitario de la Ferro son algunos de los proyectos abordados desde la docencia en pro de la construcción colectiva de ciudad. Mi vida como investigador me permite estar siempre al tanto de las últimas tendencias y descubrimientos en arquitectura, lo cual aplico tanto en mis clases como en mi trabajo administrativo.


¿Cree usted que Pereira merece tener o proyectar el centro como patrimonio histórico o nos faltan elementos?


Sin duda, Pereira merece proyectar su centro como patrimonio histórico. La ciudad cuenta con una riqueza arquitectónica y cultural que debe ser valorada y preservada. Aunque es cierto que enfrentamos desafíos, estoy convencido de que, con la colaboración de la sociedad civil y un enfoque inclusivo, podemos destacar los elementos estéticos, simbólicos e históricos que hacen de Pereira una ciudad única. Mi objetivo es trabajar incansablemente para que este reconocimiento sea una realidad, promoviendo proyectos que resalten nuestra herencia cultural y arquitectónica

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¿Qué arquitecto es su referente para su vida diaria en su profesión?


Mis referentes en la arquitectura son diversos. Admiro a Tadao Ando por su habilidad para crear espacios que combinan simplicidad y espiritualidad, y a Norman Foster por su innovación en la arquitectura sostenible. A nivel local, estudios como Ruta 4 Arquitectura me inspiran, ya que demuestran que es posible hacer las cosas bien, con un enfoque en la calidad y el respeto por el entorno. Estos referentes me guían en mi día a día, recordándome la importancia de crear espacios que no solo sean funcionales, sino que también tengan un profundo significado estético y cultural.


Muchas gracias arquitecto Daniel, por dedicar de su valioso tiempo para esta corta entrevista.














*Pintor, artista plástico y uno de los artistas más relevantes a nivel nacional. Curador de la Sala "Carlos Drews Castro".

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