Fue un prolífico autor no sólo de versos para el contrapunto, sino de piezas teatrales y una novela.
En la Argentina hay momentos importantes para recordar en un 12 de octubre, como el renombrado Día de la Diversidad Cultural, o varias de las asunciones presidenciales. Pero una de éstas coincidió con un hecho seguramente menos conocido, el fallecimiento del payador Gabino Ezeiza, en 1916. Hijo de un ex esclavo, nació el 3 de febrero de 1858 en el barrio porteño de San Telmo, llamado “Del tambor” por la gran población afrodescendiente presente en el pasado. Falleció un 12 de octubre de 1916 en la misma ciudad que lo vio nacer, el día de la asunción de su ídolo político, el presidente radical Hipólito Yrigoyen, quien derramó lágrimas por la muerte de un artista muy querido por él. Padre de nueve hijos y esposo de una bisnieta del caudillo federal Ángel Vicente Peñaloza, “El Chacho”, Ezeiza fue afrodescendiente como los payadores más famosos, Luís García Morel e Higinio Cazón.
"Tango Patagones" (1905) por Gabino Ezeiza
La payada es afroargentina y se considera una expresión artística popular que en buena parte deriva de lo africano, basada en el canto de contrapunto. Gabino se convirtió en el más célebre payador del Río de la Plata, un artista popular, además de prolífico poeta, y cantor desde sus quince años, volcándose de lleno a lo musical y abandonando la escritura.
El talento con su guitarra y la improvisación payadoresca lo llevaron a la popularidad. No solo Yrigoyen sino también el escritor José Hernández, autor de la icónica obra argentina Martín Fierro, y el político radical Leandro N. Alem se convirtieron en seguidores de las rondas payadorescas del apodado “Negro Ezeiza”. Asimismo, hombre culto y autor de más de 500 obras entre composiciones, piezas teatrales y una novela, el payador asistió a la primera presentación teatral de la obra más conocida de Hernández. Resta agregar, en ésta hay una célebre payada entre el protagonista y un moreno.
Guitarra original del cantautor.
En un país bastante reacio a admitir su negritud (aunque los afrodescendientes serían 2 millones según estimaciones serias y casi 150.000 según el último Censo Nacional), en una época en que se los consideraba desaparecidos o a punto de eso, no obstante, Ezeiza fue un ejemplo de éxito y sujeto de admiración para un grupo selecto compuesto por blancos, así como colegas y demás seguidores. Los duelos payadorescos de quien nunca resultó derrotado deleitaron a cientos de personas, el público afluía desde pueblos vecinos a la convocatoria, colmaba teatros y otros espacios, y luego muchos ensayaban las canciones que oyeron tocar a Ezeiza.
Los duelos más famosos y que lo hicieron popular fueron principalmente dos: uno, el más descollante, en el que venció al uruguayo Arturo Navas en el Teatro Artigas de Montevideo, en 1888, de la mano de su celebrado “Saludo a Paysandú”, y un segundo, de tres noches consecutivas de duración, en el Teatro Florida, disputado con Pablo Vázquez en 1891, en la localidad bonaerense de San Nicolás (y a quien volvió a derrotar tres años más tarde en su Pergamino natal).
"Saludo a Paysandú"
La época de mayor éxito del artista fue entre 1890 y 1915 mientras que en los primeros quince años del siglo pasado realizó numerosas grabaciones gramofónicas, de difícil acceso. Como otros artistas de origen humilde y por su fenotipo, Ezeiza debió superar varios obstáculos y ataques racistas para alcanzar el éxito. Tal ha sido el peso del reto que sostuvo con Navas que el 23 de julio, desde 1992, en la Argentina se celebra el “Día del Payador”.
Ezeiza murió a los 58 años aquejado por la enfermedad. El mismo 12 de octubre, con neumonía acompañada de una fiebre altísima, y en contra de todo consejo, cantó ante un teatro rebasado de audiencia que lo aclamó en lo que se cuenta, fue la inauguración presidencial.
"El cochero" (1905)
Tuvieron que ayudarlo a ponerse de pie al terminar el show, de horas de duración. De allí, totalmente vencido por la enfermedad, fue trasladado a su hogar en Flores, donde falleció por la tarde.
A su entierro, en el cementerio de dicho barrio, asistió un delegado del entonces asumido presidente de la República. Se supo que Yrigoyen al conocer la triste noticia dijo: “Pobre negro Gabino, él sí que fue leal”.
Abajo a la izquierda, en uno de los pueblos que fue testigo de su talento innato
Por más que no se le reconozca, Ezeiza fue un poeta culto. En su quehacer trató la idea de patria como una entidad popular, incluyendo las grandes batallas patrias, además de temáticas diversas entre las penas, las nostalgias, la amistad y el amor.
En su obra se perfila un discurso de resistencia anticapitalista en tanto el payador recurriera a la tradición oral para encarnar la idea de pueblo y, con eso, la argentinidad. Entre 1876 y 1878 el payador colaboró en el periódico La Juventud en donde desplegó sus dotes como poeta.
Película "El último payador" (1950, Ralph Papier y Homero Manzi, donde se lo representa
En uno de los tantos poemas publicados allí, “Meditación” (20 de diciembre de 1877) desarrolla la insatisfacción del autor con la sociedad de entonces: “Al suicidio fatal luego Se presenta á nuestros ojos Y en la tumba sus despojos Cremos hallar calma y paz Y es abismo que sondeamos Tan solamente al travez Que cuando esos pasos damos Se habre bajo nuestros piés”.
"El adiós de Gabino Ezeiza", interpretado por el cantautor de heavy metal, Ricardo Iorio
Los volúmenes de poemas de Ezeiza son varios. Canciones del payador Gabino Ezeiza (1885) reúne doce. Uno se intitula “Recuerdos” y trata de la habilidad del poeta para avanzar en un medio que le es indiferente. En una estrofa el compositor se lamentó en estos términos:
“Si no tengo pulimento Nunca he de hacer buenos versos, Seré chuza sin sereno O sin aceite un candil.”.
Tomando mate, la bebida nacional del extremo sur de Latinoamérica. En otra compilación, de 1892, el poema “A mi guitarra” permite ver la forma en que Ezeiza estuvo ligado con la tradición oral africana, en Argentina reemplazando el tambor por la guitarra:
“Si de algún trueno lejano El vago rumor sentía, Tus cuerdas lo repetían No dando a duda lugar Y cuando en noches de insomnio Yo no conciliaba con el sueño Te tomaba con empeño Para ponerme a cantar.”. Con una aguda mirada social, el tema “Mi caudal” (que consta en una compilación de 1895) es crítico de la pobreza y de la situación de la persona indigente.
El mismo es de algún modo autorreferencial, puesto que Ezeiza llevó una existencia en cierta forma cómoda aunque murió pobre.
Caricatura en la cual aparece deltante de los circos, en los cuales solía alternar presentaciones junto a payasos o acróbatas y en alguna oportunidad, actuó para diversos presidentes.
“Tengo en el cajón los restos de una posta de pescado que la compré en el mercado anoche para cenar. Mi pobre guitarra ostenta una cuerda y dos clavijas, que pienso en alguna rifa cinco centavos sacar.”
Dibujo que lo representa junto al presidente argentino Hipólito Yrigoyen (1852 - 1933), de quien era fervoroso admirador.
De 1897 es el poemario que, entre otras poesías, recopila “La vida del payador”. Identificando un origen humilde y muchas dificultades, como la orfandad y la soledad, temas recurrentes de la poesía payadoresca, su autor describe la vida errante del oficio.
Una estrofa dice:
“Porque voy, cual nuevo Homero, Mendigo y peregrinando En todas partes cantando Donde un asilo me dan. Y es así que en todas ellas Digo yo que siento pena; Voy sujeto a una cadena, Porque estéril es mi afán”.
Conversación sobre el payador
En muchas ocasiones se le criticó a Ezeiza haber perdido su identidad afro en consonancia con el mito de la invisibilidad en el país, pero en el poema “Yo soy” demuestra lo contrario:
“Soy de la raza de Falucho que sin herencia se queda engranaje de una rueda que arrastró un carro triunfal; viejo escudo que ha salvado la vida a quien lo llevaba y con desdén lo arrojaba cuando le llegó a estorbar”.
La famosa payada que dio origen al Día del Payador
El “negro Falucho” es el apodo de Antonio Ruiz, un guerrero de la independencia argentina, producto de un relato histórico del que se discute su verdadera autenticidad.
Fotografía original
Lo que no hay duda, el poema menciona la forma en el que el afrodescendiente fue utilizado como carne de cañón en las campañas libertarias contra el yugo realista durante dos décadas del siglo XIX en Hispanoamérica, para luego ser olvidado.
Es el papel más acostumbrado que ocupa en las representaciones tejidas a diario sobre afrodescendientes en la Argentina.
Años más tarde del deceso del “Negro Ezeiza”, en 1933, el letrista Héctor Blomberg le rindió homenaje y compuso “El adiós de Gabino Ezeiza” que, con la música de Enrique Maciel y la voz de Ignacio Corsini (para muchos, rival del mítico Carlos Gardel), trabajó la idea (falsa, pero asumida en la época sin cuestionamientos) de la desaparición de los afrodescendientes en un país que se asume como el más blanco y europeo de la región.
“Buenos Aires de mi amor, ¡oh, ciudad donde he nacido! No me arrojes al olvido
yo, que he sido tu cantor. De mi guitarra el rumor
recogió en sus melodías,
el recuerdo de otros días que jamás han de volver, los viejos cantos de ayer que fueron las glorias mías. Esperanzas que ya no hay, coplas y cielos ardientes, la diana de los valientes volviendo del Paraguay. Cantos de patria, pero ¡ay!, que en la guitarra argentina, que en la guitarra argentina melancólica se inclina para decirles adiós, mientras se apaga la voz de las milongas de Alsina. Por eso vengo a cantar mi trova de despedida, que hoy la tarde de la vida mi alma ya empieza a nublar. Nadie volverá a escuchar de mi guitarra el rumor, de mi guitarra el rumor, cantos de gloria y de amor de la ciudad en que he nacido, no me arrojes al olvido yo que he sido tu cantor”. (la repetición de versos consta en el original).
"El abuelo"
El mito se repite una y otra vez.
Busto en la ciudad de Córdoba, capital de la provincia argentina del mismo nombre.
Pero cuando el hombre de ancestro africano se suponía desaparecido, descolló la guitarra y la voz del, denominado por sus contemporáneos, “decano de los payadores”.
No fue el único, sus aportes hoy son legados.
"Heroica Paysandú" o "Saludo a Paysandú
Letra: GABINO EZEIZA
Heróica Paysandú yo te saludo, Hermana de la Patria en que nací tus glorias y tus triunfos esplendentes se cantan en tu tierra como aquí. Los bardos que tenemos en el plata te dan en el olimpo su canción dedican este pueblo de valientes su más grande y sincera admiración dedican este pueblo de valientes su más grande y sincera admiración. Hermanos en las luchas y en las glorias lo mismo de que allá en Ituzaingó son hechos nacionales que la historia en uno y otro pueblo mencionó Heroica Paysandú yo te saludo la Troya americana por tener dedican este pueblos de valientes y cuna de los bravos 33.
Popurrí de canciones de Gabino Ezeiza, interpretadas en una película.
Ya en sus últimos años, falleció con tan sólo 58 años de edad, muy envejecido y enfermo, un día después de la llegada de su admirado Yrigoyen a la presidencia en 1916, quien se cuenta lloró amargamente la partida de quien fuera el más incondicional, fiel, así como leal de sus amigos.
Análisis, estudio y crítica musical: BILLY DÍAZ *
**Musico , Autor , Compositor , Productor Musical , Profesor de Musica * Asistente de Produccion: SIKBOY RECORD 1985 a 1990 KAAY PRODUCIONES 1980 a 2020 * Produccion Musical: 1980 a 1991 Teatro Municipal General San Martin * Trabajo Produccion de: DEE DEE RAMONES / PERCUSIONISTA STING PENADAS POR LA LEY / COMANDO SUICIDA / FLEMA / CARLOS VARELA / * ALEJO SOLIS * Jefe de Prensa: S.U.C - Sindicato Unico de Cantantes * Profesor Musica: I.M.S - Integral Music School * Profesor Musica: Escuelas Municipales * Musico: Estado Mayor Conjunto / 500 Budas / Lampara y Los Culotes Arrested / Papa Rock / Fresco en Lata / Poxipop / Flema / Larry Zavala * Conductor Programa Radio: Navegando en el Nautilus por Radio Fenix 104.1
Fuente: TRADICIONALISTAS Y AMIGOS DE LA PAYADA (ARGENTINA)
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