“Hablando de esa inquietud”

Queridas lectoras, queridos lectores:

De vez en cuando me siento rabiosa y me captura una inquietud que me abruma, porque creo que las cosas no tendrían que escaparse de uno tan fácilmente, al contrario, deberían quedarse al menos un tiempo, y no me refiero a cuestiones mundanas, bobas o cotidianas, en todo caso, me refiero a lo profundo, ir más allá de todo lo superficial, “rascar donde no pica” como dice la filosofía, porque cuando “rasco donde no pica” es cuando verdaderamente aparecen los asuntos, y cuando digo “asuntos” me refiero a emociones, ideas, cuestionamientos, conceptos, etc; y podría llamarlo de muchas maneras posibles, pero, me gusta mas decirle “asuntos” para que sea más abarcativa la cosa. Pero, retomando el tema de la inquietud, de la cual hablaba, es esa sensación que ingresa en mis neuronas cuando estoy duchándome, y entro en un período de reflexión (llámese periodo a un tiempo de minutos, o bien lo que dure el agua en el tanque), y en ese duchazo entre el jabón y el champú llega una alarma neuronal a la cual no me resisto. Siendo más específica, por ejemplo: el porqué de este capitalismo aterrador que nos va arrasando lentamente como la marea que tira y tira y nos vemos sumergidos en una burbuja de marketing, estereotipos, tips, etc.

Y es justamente allí donde pareciera que dejamos de ser nosotros mismos, o por lo menos perdemos algo de identidad para convertirnos en la mirada del otro exclusivamente; o del mismo modo la frase: «Quiero el mismo auto (o versión mejorada) que tiene mi vecino; quiero viajar al igual que Fulanita que se va todos los años; quiero verme más joven que la pibita de la revista "Teen" que sale en tik tok». Muchos bla bla bla que podría enumerar en la lista, mí lista. Pero, el caso es que vivimos sumergidos en el "quiero tener" más que en "quiero ser", y el capitalismo que nos tortura y sofoca, y sin embargo no podemos corrernos de allí.

Entonces, volviendo al duchazo, éste puede ser uno de los detonantes que surgen para mi propio análisis y reflexión, como también: «¿Qué tan difícil es amar y ser correspondido; estamos hechos de química pura?», es una pregunta muy amplia para pensar y a veces estos cuestionamientos no tienen una única respuesta y simplemente abren llaves para repreguntarnos, y esas mismas abren otras, y mientras tanto ahí sumergida en la ducha analizo el escenario de los amores correspondidos o no encontrados. ¿La química influye en el amor?, respuesta: sí, puesto que hay millones de personas dando vueltas por el mundo pero esas millones no están moldeadas para mí, y la química olfateará quien realmente lo está y rastreará hasta alcanzar a la persona adecuada para el choque químico o mejor dicho: físico.

Pero, retomando una vez más el asunto de las inquietudes, sí, veces me veo abrumada en períodos en los que no hago otra cosas mas que sentarme a explorar mi yo interior con la firme convicción de que algo de todo esto saldrá, pero, en el fondo, creo que todos meditamos con nuestra esencia, nos hablamos, nos enojamos, nos repreguntamos; y el punto es saber, o por lo menos darte cuenta, cuándo es necesario y urgente.

Hoy, estoy justamente en este duchazo de agua fría, pensando pensando y pensando…*

*Ensayo: “Hablando de esa inquietud”

Escribe: YANINA CERIANI*

*Nacida en la ciudad de Rosario en 1971, Yanina estuvo ligada al arte desde niña debido a las influencias de un tío abuelo, pintor reconocido de la ciudad de Rosario, Osvaldo Traficante y a su hijo quien también la apadrina, Marcelo Traficante.Yanina es autodidacta y ha dedicado su vida al arte en forma permanente.

Su capacidad de comunicación va pareja a la proyección y variedad de sus obras literarias como la poesía, el género de distopías, soliloquios, microficciones, etc.

Ha dado muestras de su versatilidad y su pasión por el arte desplegándola en varias expresiones artísticas como la pintura y la fotografía.

Actualmente dirige un taller literario para adultos llamado “Ronda de la palabra, los libros nos hacen libres” y difusión del arte por medio de programas radiales.