Muere Udo Kier, actor "fetiche" de Warhol

Udo Kier, el actor alemán que dejó una huella singular tanto en el cine de autor europeo como en numerosas producciones de Hollywood, falleció el domingo a los 81 años. La noticia fue confirmada por su pareja, Delbert McBride.

Kier alcanzó notoriedad en la década de 1970 gracias a sus papeles en películas de terror de culto, donde interpretó a personajes oscuros con un estilo que pronto se volvería su sello personal.

Con el tiempo, ese perfil lo acompañaría a lo largo de una carrera extraordinariamente prolífica: más de 250 filmes y colaboraciones con directores como Rainer Werner Fassbinder, Lars von Trier, Gus Van Sant y Werner Herzog. De hecho, en la película "My Neighbor Adolf", Kier de este último director, interpreta a un enigmático hombre alemán llamado Herzog que se muda a un pueblo rural en Colombia. El personaje es descrito como frío, duro y con un gran parecido a Adolf Hitler. 

También fue actor fetiche de Andy Warhol, con quien trabajó bajo la dirección de Paul Morrissey, y participó en proyectos junto a otras figuras del arte y la música, como Madonna.

En años recientes, el público masivo lo reconoció por apariciones en producciones de Hollywood, entre ellas “Ace Ventura: Pet Detective”, que lo acercaron a espectadores ajenos al circuito independiente.

Bio corta

Kier nació en 1944 en Colonia, en plena Segunda Guerra Mundial. Su llegada al mundo estuvo marcada por el dramatismo: horas después de su nacimiento, una bomba cayó sobre el hospital y tanto él como su madre debieron ser rescatados de entre los escombros, un episodio que él mismo relató al Guardian en una entrevista de 2002.

Su vínculo con Fassbinder comenzó casi por azar, durante su adolescencia, cuando se conocieron en un bar antes de que cualquiera de los dos fuese una figura reconocida.

La carrera de Kier estuvo llena de encuentros fortuitos.

A los 18 años, ya instalado en Londres, el músico y cineasta Michael Sarne lo descubrió en una cafetería y lo convocó para un cortometraje, experiencia que lo llevó a dedicarse por completo a la actuación.

Otro momento decisivo llegó siete años más tarde, cuando coincidió en un avión con Paul Morrissey, estrecho colaborador de Warhol. Kier le mostró algunas fotografías, Morrissey tomó nota de su número y tiempo después lo eligió para “Flesh for Frankenstein” (1973) y “Blood for Dracula” (1974).

Estas películas no sólo consolidaron su estatus de estrella de culto, sino que también lo situaron en el núcleo creativo del universo warholiano.

Tras ese impulso, volvió a trabajar con Fassbinder en varios proyectos, entre ellos la monumental miniserie “Berlin Alexanderplatz”, una reconstrucción del Berlín de entreguerras considerada una de las obras maestras del realizador alemán.

En sus últimos años, Kier residió en Palm Springs, California, donde llevaba una vida tranquila junto a su perra Liza —bautizada en homenaje a Liza Minnelli— y una tortuga gigante llamada Hans.

Su legado, marcado por una presencia hipnótica y una carrera imposible de encasillar, permanece como referencia obligada para varias generaciones de cineastas y espectadores.

Fuente: ARCÓN CULTURAL