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RADIOGRAFÍA DE UN INFELIZ


Sancho Panza, en un Grabado para la edición francesa del Don Quijote. Gustavo Doré (1863).


Por CARLOS ALBERTO RICCHETTI*


En la penumbra de un bombillo titilante, a punto de brindar su haz de luz por última vez, yace uno de los tantos colombianos preocupados. Mañana no será cualquier día. Acaso dará la impresión de ser otro más, dentro de los parámetros de un continuismo estoico, interminable, sacrificado. Por ello, son las tres de la mañana y no atina a pegar un ojo. Ante la eventualidad, nada mejor que permanecer sintonizado a los canales oficiales. Bajo la óptica catódica de un pequeño televisor, robando la señal de cable a algún vecino descuidado, alerta los acontecimientos del país, de sus devaneos, del mundo circundante. De pronto, se anuncia a viva voz, con bombos y platillos, otro golpe propinado a la guerrilla y el hombre, esquiva la monotonía, cumple el propósito de despegarse de las cuestiones materiales que lo aquejan. Piensa: “¡Que presidente que tenemos! ¡Uribe es un berraco!” Transcurrida la primera emoción, redescubre mil interrogantes dentro del inhóspito recoveco de su mente. Cree en Dios, más por costumbre que por convicción. Pronto le cortarán el suministro de agua, de gas, de luz y sus rezos no podrán impedirlo. A pesar que le inculcaron de niño un vago sentido de espiritualidad, no le interesa profundizar los hechos aunque el tiempo le sobre. La fábrica de zapatos donde operaba, cerró sus puertas. No pudo competir con las mercaderías chinas, elaboradas al precio de un puñado de arroz por obrero. Junto a él, quedaron sin trabajo doscientas personas. Mal de muchos, consuelo de tontos. “Es por la crisis”, se dijo a sí mismo. En todos lados las cosas están mal. No se puede hacer nada…”. Pero reconoce que está preocupado, precisamente, porque nada escapa de lo normal. A la jornada calurosa, precede la llovizna. Siente hambre. La nevera se encuentra vacía, a excepción del sobrante de una sopita de huevo y un trozo de arepa. El resto es tres o cuatro tazones de panela sobre la hornilla de la cocina. ¡Se siente salvado! ¡Descubre dos monedas, una de quinientos y otra de cien pesos, ocultas en la costura arrugada del bolsillo del jean remendado! La existencia no puede ser más maravillosa. Experimenta la felicidad. “Con esto tendré para comprar el desayuno para los niños. Luego le preguntaré a mi esposa si le sobran cuatrocientos, a ver si ambos también podemos comer algo”. Sus preocupaciones siguen latentes, firmes. Sólo el surgimiento momentáneo de soluciones, con fuerza de aparecer como salidas definitivas, parecen aliviarlo, le obsequian un margen de tiempo para dedicarse a cuestiones de igual importancia. Atlético Nacional, su equipo de fútbol favorito, juega hoy por la Copa Libertadores. Le interesa saber si el delantero Galván Rey se recuperó de la lesión del domingo, al trabar el balón con un mediocampista de América de Cali, cuyo nombre no le viene a la mente. Mala fortuna: A último momento, el corresponsal que cubría el entrenamiento del “verde”, confirmó la baja al menos por dos semanas.

Tras  los  anuncios  publicitarios,  el noticiero cubre las denuncias de un senador opositor, acerca de los crímenes de las autodefensas. En el cerebro del hombre, con la vitalidad del botón de un concurso de preguntas y respuestas, se enciende la palabra mágica: Terrorista. “Podrá decir lo que quiera del presidente, pero nadie le ha podido probar nada”, argumentó de nuevo para sus adentros. “Y si llegara a ser paraco; ¿qué importa, si dentro de poco va a acabar con la guerrilla? Prefiero a los paramilitares. Son mejores, al menos porque mantienen alejados a los guerrilleros”.Luego de un breve lapso, hizo más énfasis en sus ideas. “En Colombia se vive bueno. Ahora hasta se puede pasear. No como antes, que había retenes y “pescas milagrosas”. Eso de que hay hambre y no hay trabajo, es mentira. Lo dicen porque quieren sacar a Uribe. No trabaja el que no quiere. Rebúsquese, como hago yo… ¡Ponga un puesto de arepas y verá!...”. El hombre tiene verdades concretas avalando tamaño optimismo. Puede ir y venir; duda como podrá gastar en esa libertad curiosa que el gobierno le ofrece, pero aquello le alcanza. Tal vez le sobre. Positivo hasta la médula, se considera “de lavar y planchar”. Posee la sana costumbre de alejarse de las voces apocalípticas, nefastas, porque suele comprobar cuanto se equivocan; como todo se arregla con tan poco y por más grave que pueda llegar a ser. Lo vuelve a descubrir recién, abrumado de no encontrar trabajo, sin dinero para cubrir necesidades básicas. Sin embargo, justo cuando lo peor se avecina, encuentra las monedas, deposita la esperanza en la esposa, quien al levantarse seguramente le prestará dinero, dándose incluso tiempo de ponerle atención al problema del fútbol. Suena la cadena del baño. Tras el rechinar de la puerta, emerge una silueta femenina irregular. “¿No puedes dormir hoy tampoco?”, le dice. El hombre arquea las cejas hacia arriba. Medio dormida, con el brazo extendido para protegerse los ojos de la luz, le habla. “Me olvidaba de algo ¿Te acuerdas de mi tía, Luz Elena? ¿La del Cauca, la que los "paras" le mataron a dos de los primos del marido?”. “Si”, contesta el hombre elevando la mirada perdida en la mesa. “Bueno… ¿Cómo te parece que Usnabi, mi prima, no tenia trabajo y la cogieron pasando droga en España?” El marido menea la cabeza. Cansada aún, al no percibir el menor interés, lo despide como puede. “Me voy a dormir. Pon un poco más bajo el volumen, que mañana me levanto temprano”. Camino al dormitorio, se le oye decir por lo bajo: “A ver si mañana esta señora me paga y le compro el libro de lectura a Camilo”. Ni la escucha. Fastidiado por el reclamo, obedece pensativo. Lo obsesionan las implicancias de la ausencia de Galván Rey. Advierte del olvido de pedirle anticipado el dinero. No importa. Lo recordará a primera hora. Tras la nueva tanda publicitaria, la cortina musical anuncia el regreso del programa. Una bella presentadora se refiere a la “ayuda” del gobierno, cada dos meses, a las madres cabezas de familia. Aparecen en el instante de percibir alrededor de doscientos mil pesos, con los detalles subtitulados al pie de la pantalla. Luego, un periodista describe los entretelones del reparto de leche a unos niños en el departamento del Chocó. “Y después dicen que Uribe no hace nada… ¡Qué va! ¿De qué se quejan algunos? ¿O quieren vivir como ricos todos, mandar a los hijos a la universidad? ¿Qué se creen? ¡Con todos los abogados,

ingenieros y doctores que tenemos!”. Las primeras imágenes de una larga hilera de gente, le advirtieron que debe ir a insistir para obtener la ayuda del SISBÉN, dado que en sus oficinas no le quisieron reconocer el grado de estrato uno a su vivienda y su familia, entre otros beneficios, se vería privada del acceso gratuito a la salud. Extrañamente, el despertador coreano de la repisa no suena. El noticiero esta por concluir. En lugar de la hilera, comienzan a transmitirse los desmanes de una multitud de ahorristas, reclamando la devolución de su dinero frente a la sede de la empresa DMG de Nariño. “Dos amigos me vinieron a buscar para ir a depositar plata. Yo no quise, aunque ellos me dijeron que hasta los hijos de Uribe trabajaban ahí y era algo seguro, donde se podía triplicar la platica. Al final tenía razón. Si se dejaron estafar, es problema de ellos. El presidente hizo bien de avisar que no pagaría con plata del gobierno. No podemos perjudicarnos todos por culpa de unos pocos. ¿O me van a decir que de esto la culpa también la tiene Uribe?” No puede seguir diciéndose más, obligado a despertar a la esposa. Los niños eran una hora más tarde.

La carencia de la pequeña suma necesaria para impedir el hambre, vuelven a convocar sus relegadas preocupaciones. Galván Rey, el desempleo, las arepas, las monedas, el desayuno de los hijos. La tragedia diaria de un optimista a prueba de dificultades, capaz de soportar la vida por saber que no es tan mala como algunos “terroristas” analizan y suponen, privándose de compartir la felicidad con él.

El hombre se mira al espejo. Lava su cara. Intenta peinarse. Sale a la calle. Pide fiado un “Caribe” en el estanco de la mitad de cuadra, para fumarlo mientras preparaba el desayuno. Sonríe aliviado al recordar la proximidad de fin de mes, cuando la hermana le hará llegar la ansiada remesa desde Estados Unidos. Se las arregla para evocar a uno de los familiares asesinados de la esposa. Con el cigarrillo sin encender, babeado el filtro, avanza impaciente, emprende la vuelta. Musita: “Yo a mi esposa no le quiero decir nada. Pero en algo raro andaría esa pinta para que la maten. Uno no se puede meter. La última vez que lo vi fue para Navidad, medio prendido. No le convencía Uribe. Por eso lo deben haber hecho salir. Decía que primero le bajaron el sueldo por la ley y después, a los meses, se negaron a renovarle el contrato en donde trabajaba desde hacia quince años. A mí me parecía de mucho carácter, como picao. Hay gente que no quiere entender que toca estar con Uribe. ¿Qué culpa tiene el gobierno si a él lo echaron? Y seguro, fue por hablar mal de Colombia y del presidente”.

Cruza la calle. Compra dos arepas. Llega al frente de la casa. Se detiene. Nervioso, enciende el cigarrillo. Sopla humo al filtro. Con ágil esfuerzo, abre la puerta con el hombro, de un empujón. Molesto por la percepción de la realidad según imaginarios terceros, procede a la enérgica réplica consigo mismo. “¿No saben lo que era este país cuando estaban Gaviria, Samper y Pastrana? Uribe es el mejor presidente que ha tenido Colombia. Si no estuviera, este país se hubiera llenado de "guerrillos" y comunistas… ¡Acá tendríamos metidos a Chávez y a Correa juntos! Ojala lo dejen volver a presentarse para un tercer mandato, así vamos con mi mujer y toda la familia a votarlo de nuevo. Puede ser que el hombre tenga sus errores, como todo el mundo. Pero en todo caso; ¿cuándo estuvimos mejor que ahora?...”


*Nació a los siete días del mes de octubre de mil novecientos sesenta y nueve en la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina. Desde temprana edad sintió una profunda vocación por la literatura y el dibujo, destacándose en ambos. En 1979, cuando apenas contaba con nueve años de edad, ya escribía sus primeras redacciones dedicadas a sus compañeros del cuarto grado de la escuela primaria. Tres años después, al concluir la Guerra de las islas Malvinas (1982), una redacción suya en homenaje al Gral. Don José Francisco de San Martín se convierte en la mejor de la Escuela Evaristo J. Badía, donde se gradúa.

Con el transcurso del tiempo, a pesar de tener condiciones, va dejando lentamente el dibujo para avocarse más hacia la literatura y se despierta en él un incipiente interés por la música. Su dedicación al arte dilatan un tanto la continuidad de sus estudios, pero en dicho período es cuando su obra va incrementándose. Escribe numerosos compilados de poemas que dedica alegremente a novias, amigos y amigas, según algunos, con una “facilidad casi instantánea”.

Cursa en la Escuela de Periodismo de los Dos Congresos, teniendo como profesores a los renombrados periodistas Alicia Barrios, Horacio Viola, Mario Caputo, Tabaré Arias, y María Laura Anselmi, entre otros calificados profesionales.

Con el título obtenido de Periodista Integral (1995), comienza a desempeñarse en distintos medios radiales y gráficos. Trabaja en el diario “La Nueva 5ta.”, dirigido por Lázaro Ottonello y en FM. Antena 2, por ese entonces propiedad del periodista y actor Baby Etchecopar, como conductor de “Madura el Knock- Out”, un breve pero exitoso ciclo humorístico de actualidad que las dificultades en la economía Argentina impidieron se afianzamiento definitivamente.

Tras una participación en el programa “La Tarde de Mitre” en la renombrada emisora del mismo nombre, ingresa en calidad de humorista en el noticiero radial “El Electrón”, conducido por el periodista Glenn Miller que se transmitía por FM. Fénix, una extinta emisora de la localidad de Martínez, en la zona norte de la provincia de Buenos Aires.

Al volver a formar una nueva versión de Gólgota, más volcada al metal argentino, abandona de forma transitoria el periodismo para dedicarse de lleno grupo, cantando y componiendo las letras de lo que sería su primera producción independiente, “Monte de las Calaveras” (1997). La música le permitió conocer o vincularse con personajes de la talla de Gustavo Bazterrica (La Máquina de Hacer Pájaros, Los Abuelos de la Nada), Osvaldo Civile (V8, Horcas), Javier Martínez (Manal), Olaff Mangialavore (El Dragón), Juan Carlos Chiapín (Búfalo, Hechizo, Sueño Púrpura, Viento Divino), los integrantes del grupo Rosa Mística, Jorge Pinchevsky (Billy Bond) y Lorenzo Sandoval (miembro original de Los Playeros, trío acompañante del bolerista Rosamel Araya y cesionista de guitarra del cantante Pepito Perez), por citar algunos nombres conocidos.

Hacia comienzos de 2001, ya sin el grupo de música, ingresa en el periódico Alcaldía Norte, que dirige el concejal (m.c.), Raúl Padró (Movimiento Nacional Justicialista), en carácter de subdirector.

Al año siguiente, recibe una mención de honor durante el VIIº Concurso Capitalino y Provincial de Poesía y Cuento Urbano y Suburbano 2002, organizado por Ediciones Baobab y auspiciado por la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires y declarado

de interés provincial por la Dirección General de Cultura y Educación de la República Argentina. Sus poemas “Hombre Medieval”, “La Celeste Inmensidad”, “Una Mujer Alucinante” y “Sonidos del Corazón”, en virtud del evento, pasan a formar parte de la 7º Antología de Poetas Urbanos y Suburbanos, publicada tanto en la ciudad como en la provincia de Buenos Aires.

En 2002 conoce en Buenos Aires a quien sería su esposa, viajando a Colombia el 24 de diciembre de 2003, donde se radica, intercalando su estadía con esporádicos viajes a su tierra natal. Se casa a comienzos de 2004 y comienza una búsqueda de trabajo que lo llevará a montar varios proyectos propios con suerte dispar.

Hacia 2006, es convocado y se lo nombra jefe de medios de una campaña política en el municipio de de Calarcá (departamento del Quindío), permitiendole también conocer a las distintas personalidades relevantes de otros partidos políticos.

En los últimos días de campaña, conoce al acordeonista Libaniel Marulanda Velázquez y este, a raíz de un episodio fortuito, descubre la capacidad de Carlos para interpretar tangos, contratándolo de inmediato para actuar el 24 de noviembre en el espectáculo tanguero "Calarcá en el Corazón" y lo invita a formar parte de su conjunto estable: "Los Muchachos de Antes", donde intercala el escenario con figuras de la escena local e internacional como Álvaro León, Ana Patricia Collazos, el bajista Jairez y el desaparecido cantante argentino Roberto Lamas. Si bien nunca se termina por desvincular de Calarcá una vez concluida la campaña, tampoco lo hace con el tango, que también representa para él una salida laboral.

Con una situación económica más holgada y resuelta, por intermedio de un conocido en común, conoce al maestro Jaime Duque López, acompañante de Pepe Aguirre, Armando Moreno, El Caballero Gaucho y Raphael, por citar algunas figuras de renombre, formando el grupo "La Gran Orquesta Típica de Sebastián y Los Muchachos del Cantón", al que luego se agrega ocasionalmente Carlos Alberto "Tito" Moreno en el bajo y hacia mediados de 2.010, el pianista Serafín Nieto León.

Con el tiempo, traba contacto con los artistas locales "Don Tango", "Candelo", Alberto Giraldo, el prestigioso acordeonista Alberto Laverde y a su hijo Juan Diego, tenor, conocido como "La Voz Mayor de Colombia", de quien en forma paulatina también se hace amigo.

Por azar, en una de sus actuaciones musicales al interior de una sede política, donde funcionaba un centro de adultos mayores, conoce a la secretaria del mismo, quien termina por vincularlo de manera definitiva. Tras un corto período, se separan de la dirección principal para constituir el suyo propio.

El "Club Nuestros Queridos Abuelitos", nombre con el que sale a la luz la entidad, el 9 de julio de 2.010, se transformará luego en fundación por sugerencia de Jhon Jairo Salinas, el 22 de noviembre de ese año.

Durante todo el año 2.010, enseñó computación en lo referente al manejo de programas como Draw, Power Point, Word, Internet y su especialidad: Audio y Video, en el Centro Tecnológico Arquitectónico, donde por la calidad de su ejercicio docente, el centro de enseñanza decidió renovarle el contrato, destinándole una nueva cátedra, en provecho de sus altos conocimientos en materia de ciencias sociales: Historia de la Comunicación. Sus recientes conocimientos adquiridos en materia de marketing político, asociados a su formación, lo llevan a asesorar a varios aspirantes a distintos cargos

A mediados del 2013, graba su primer disco solista, “Tango Argentino”, con el acompañamiento musical del prestigioso pianista Carlos Edward Ríos Sánchez, haciendo un registro visual de la confección general del mismo.

Tras ser invitado a presentarse en La Virginia, Risaralda, una semana después, el 8 de diciembre de 2013, fallece su progenitor, motivo que lo lleva a trasladarse a su país natal donde permanecerá durante un lapso de cuarenta días, acompañando a la familia en ese momento de profundo pesar.

Una vez en Buenos Aires, consolida una sólida amistad con el actor, director y productor de cine, Mariano González, haciendo parte del staff actoral de su película inédita de terror “Shembo, EL Esclavo del Mal” donde se vincula con importantes figuras del cine, la televisión, del espectáculo y el deporte argentino.

Aunque comienza a laborar brevemente en el Diario del Otún, renuncia para concentrarse en la creación de un medio virtual independiente, donde prime la pluralidad más allá de lo ideológico para dar cabida a todas las opiniones. Decide llamarlo “Diario El Politicón de Risaralda”, el cual después de numerosas idas y venidas ve la luz por primera vez de manera oficial el 2 de abril de 2014.

Así, logra capturar con el tiempo la preferencia de los referentes políticos del departamento, junto a la de los amantes de la actividad política en general, al recrear una forma de periodismo diferente donde se alternan la cultura, el arte, la opinión, el deporte y la suma del quehacer municipal, regional y nacional.

A su vez, trabaja en calidad de bibliotecario en la Institución Educativa “Manuel Elkin Patarroyo” durante seis meses.

Para 2015, el actor y director teatral, Alonso Marulanda Álvarez, lo invita a hacer parte de la Asociación Teatral “Blanco y Negro”, donde alterna la actuación con la promoción del colectivo en el área de prensa. Durante el “Cuarto Encuentro de Directores de Puesta en Escena”, realizado los primeros días de octubre de 2015, modera casi la totalidad del evento, siendo uno de los autores y el diseñador de la compilación del evento.

Durante el verano, conoce por accidente al periodista deportivo, Rubén Darío Llano Londoño, que lo convoca a hacer parte del staff de su creación radial, “Escenario Deportivo”, siendo su mentor e introductor en esa compleja especialidad de la comunicación, abriéndole a la vez las puertas de entrada a AM 1520 “Antena de los Andes”, emisora donde durante casi un año más se vinculara también al programa de información general “Hablando de Todo un Poco”, moderado por el reconocido locutor e ingeniero de sonido, Armando Serna Suárez.

En 2019 publica su poemario “Mujer de Cal”, el cual presente en la sede del Servicio Nacional de Aprendizaje de Pereira hacia fines de ese año, aunque todavía la mayor parte de su obra, constituida por cuentos, novelas, redacciones, artículos periodísticos y crónicas permanecen todavía inéditas.

En la actualidad, complementa sus múltiples ocupaciones, entregado a sus escritos y actividades periodistas. Junto a elpoliticon.com, desde febrero a julio de 2020 fue editor del suplemento cultural Magazín Cultural. A su vez, escribió para otros medios virtuales como El Imparcial o Noticia 5 de Bogotá, hasta dejar estas últimas actividades para fundar como dirigir el suplemento ARCÓN LITERARIO de su propio medio, Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA, mientras continúa participando de recitales o presentaciones ante numerosos públicos seguidores de la "música de Buenos Aires" y no deja de escribir.



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