top of page

Toulouse - Lautrec, pintor de salones



Una serie de accidentes en la adolescencia, provocaron que sus miembros se atrofiaran.

Tolouse-Lautrec, pintor neo impresionista, nació en Albi en 1864. Fue miembro de una familia aristocrática francesa. A los catorce años se rompió el fémur izquierdo a causa de una caída y al año siguiente, se quebró el derecho. Sus fracturas no soldaron adecuadamente y sus piernas no crecieron más. La consecuencia fue una figura deformada, su tronco siguió desarrollándose con normalidad, pero sus piernas quedaron cortísimas.

La deformidad fue una fuente constante de infelicidad y amargura para Toulouse, le llevó al agudo alcoholismo que será la causa de su temprana muerte.

Desde su niñez mostró gran afición por el dibujo, especialmente de animales, por lo que sus padres le pusieron un profesor, René Princeteau, quien le aconsejó inscribirse en el estudio del pintor académico León Bonnat.


Más tarde, en 1883, entró en la academia privada de Cormon, donde coincide con Emile Bernard y Vicent van Gogh. Finalmente, abandona el estudio de Cormon e instala s propio estudio en el corazón de Montmartre, en el mismo edificio en el que trabaja Degas.



Degas será el referente más importante para Lautrec. Se sintió atraído por los mismos temas que él, las bailarinas, los caballos, etc., pero entre ambos hay diferencias. Degas representa un mundo mecánico, reiterativo y monótono, mientras que Lautrec pinta movimientos específicos y fugaces, por ello, necesita una técnica rápida.



Comenzó a frecuentar los cabarets, los cafés cantantes y los burdeles de París, tomando apuntes de amigos, artistas, bailarinas, prostitutas y cortesanos.


Ese mundo turbador fe captado por Toulouse-Lautrec a través de su aguda percepción del movimiento, por las expresiones y los efectos de la luz, por su grafismo nervioso y por los contornos de líneas vibrantes aprendidos de las estampas japonesas.


"Au Salon de la
rue des Moulins" (1894)


Apenas practicó el pasaje, se decantó por los seres vivos, sobre todo por la figura humana en movimiento.


Hace un uso expresivo y no sólo descriptivo del dibujo.


Tiene una gran capacidad para captar la psicología de sus personajes, seres humanos en movimiento, gestos individualizados, bailes, etc.

En 1889 se inaugura en París el Moulin Rouge.




La relación del pintor con el "Moulin Rouge" será especial al convertirse en uno de sus mejores clientes. Inmortalizó el local en numerosos carteles en los que figuran las grandes estrellas del cabaret y del cancán, aunque las más habituales fueron Jane Avril, Yvette Guilbert y sobre todo Louise Weber, llamada "La Goulue".


El pintor realizó geniales ilustraciones para promocionar notables artistas y distintos espectáculos, muy comunes en la capital parisina a finales del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX

Para todas ellas realizó una fantástica serie de carteles utilizando la litografía en colores.


En 1897 sufre su primer ataque de delirium tremens, que le lleva a dispar con un revolver contra imaginarias arañas.


Su salud quedó muy postrada a causa de su trepidante vida nocturna y de sus abusos con las bebidas alcohólicas, por lo que fue internado en un hospital psiquiátrico.


Los dos últimos años de su vida suponen un sorprendente cambio de estilo hacia una paleta más oscura y empastada.


El deterioro progresivo de su salud hizo que sufriera un ataque de parálisis e hizo que lo llevaran en 1901 al lado de su madre, donde murió con treinta y siete años.

Selección de obras


La serie "Los Besos", refleja como pocas los sentimientos, además
de poseer una increíble originalidad que revolucionó la pintura.

"La Goulue arrivant au Moulin Rouge" (1892)

"La resaca de Suzanne Valadon" (1889)

Como cronista de la vida nocturna de París, Toulouse-Lautrec no pasa por alto la homosexualidad femenina, tan habitual entre las prostitutas y las mujeres del espectáculo.

En la noche parisina, el lesbianismo era una atracción más, por lo que Henri realiza entre 1894 y 1895 una serie dedicada al lesbianismo, de la que esta obra forma parte.



Como buen observador, capta perfectamente la intimidad de sus figuras. Para lograrlo, solía emplear un perfecto dibujo con unas líneas muy marcadas, a las cuales dotaba de un colorido vivo y alegre, aplicado con rapidez.

Podríamos hablar de influencias de grabados eróticos japoneses y de cierta relación con la pintura de Degas.


Fuente: ARTEESPAÑA (ESPAÑA)

12 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page