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Filosofía para instancias como la actual


En tiempos convulsos y oscuros como los que hoy vivimos, la filosofía es a menudo la grieta por donde se cuela la luz. Por eso se apuntó a los pensadores más sobresalientes, como una suerte de obtener el faro preciso para alumbrar el camino hacia un futuro más próspero.


En 2005, Naciones Unidas declaró oficialmente el 19 de noviembre el Día Mundial de la Filosofía para, entre otras cosas alentar el análisis, la investigación y los estudios filosóficos sobre los grandes problemas contemporáneos para responder mejor a los desafíos con que se enfrenta hoy en día la humanidad y subrayar la importancia de su enseñanza para las generaciones futuras.


Victoria Camps: «Ser complacientes con la realidad no tiene nada que ver con la felicidad»



En el interior del lenguaje sereno de Victoria Camps (Barcelona, 1941) se encuentran los contornos de una ventana ante el mundo. Su manera de aproximarse a los temas de trascendencia humana reconcilia con la reflexión y la profundidad que tanto echamos en falta en el debate público.


Filósofa de formación y de profesión, dedica actualmente parte de su tiempo al Consejo de Estado, donde es miembro permanente desde octubre de 2018.


Sus estudios sobre bioética, feminismo y educación han hecho de ella una de nuestras voces más destacadas en el análisis y el pensamiento de nuestro tiempo. Su obra, desde ‘Los teólogos de la muerte de Dios’ hasta ‘La búsqueda de la felicidad’, describe la trayectoria investigadora y pedagógica de quien afronta todas las preguntas que pueden hacerse sobre los hechos humanos más trascendentes.


Filosofía para la vida moderna



Daniel Innerarity: «El coronavirus nos permite descubrir hasta qué punto nuestros destinos están compartidos»


Una sombra sobrevuela la democracia.


Más amenazante, si cabe, que la violencia o la corrupción.


Es la sombra de la simplicidad. Tras más de veinte años de análisis y un buen puñado de ensayos sembrados por el camino, el filósofo Daniel Innerarity (Bilbao, 1959) acaba de publicar ‘Una teoría de la democracia compleja.


Gobernar en el siglo XXI’ (Galaxia Gutenberg), dirigido, en palabras de su autor, a quienes no creen en las respuestas simples, pero tampoco quieren desesperar ante la complejidad de los problemas.


Una teoría de la democracia moderna



Adela Cortina: «Lo peor que le puede pasar a la democracia es pensar que ya está conquistada»


Adela Cortina (Valencia, 1947) es filósofa, catedrática emérita y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, y tiene en su haber más de medio centenar de libros sobre la teoría de la ética.


Un grupo de intelectuales de su entorno acaba de publicar ‘Ética y filosofía política. Homenaje a Adela Cortina‘, en honor a su papel como defensora infatigable de los valores humanistas y democráticos.


Uno de ellos es el filósofo y pedagogo José Antonio Marina, quien la entrevistó en la Fundación Juan March ante una reducida audiencia.


Estos dos pensadores de referencia son miembros del consejo editorial de Ethic.


¿Para qué sirve la ética?



Noam Chomsky: «Quienes crearon la crisis son hoy más ricos y poderosos que nunca»



Puede que los reversos de nuestra época necesiten más que nunca el retumbar del eco de la voz de ese intelectual iconoclasta que es Noam Chomsky (Filadelfia, 1928).


El filósofo y activista que durante el siglo XX revolucionó con sus teorías la lingüística moderna y recibe a los corresponsales de esta crónica en su oficina del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT).


Una suntuosa montaña de papeles sepulta su mesa mientras su discurso se proyecta, implacable, sobre los errores de un sistema anquilosado en la antesala del cambio.


La concentración de la riqueza y el poder



Fernando Savater: «Sería estupendo que España dejase a un lado el narcisismo de las pequeñas diferencias»


Su palabra resulta siempre estimulante. Vital, aguda, irónica, vehemente. Fernando Savater (San Sebastián, 1947) es uno de nuestros pensadores más lúcidos y, no a su pesar, también de los más provocativos.


Su compromiso cívico –fue uno de los rostros más virulentos contra la banda terrorista ETA durante su época más siniestra, cuando alzar la voz suponía jugársela– derivó en la afiliación política a UPyD y fue uno de los primeros defensores de esa unión política con Ciudadanos que se vio fallida.


Sus mentores filosóficos (Nietzsche, Cioran y Spinoza) lo sitúan en terreno de la crítica continua y, si hay que ponerse freudianos y matar al padre (en su caso, Agustín García Calvo), se hace. Con él hemos conversado sobre algunos de los asuntos que más preocupan a nuestro país.


Amelia Valcárcel: «Las democracias no parecen preparadas para afrontar la emergencia climática»


Si tuviéramos que elegir un único adjetivo que la definiera, sería «inabarcable». El vasto conocimiento de Amelia Valcárcel (Madrid, 1950) se suma a su habilidad para reunir serenidad, contundencia y una finísima ironía en cada una de sus respuestas.


La filósofa, escritora y una de las máximas exponentes del feminismo en España es también catedrática de Filosofía Moral y Política en la UNED, patrona del Museo del Prado y, desde 2006, la segunda mujer miembro del Consejo de Estado.


Nos reunimos con ella en la cafetería del Círculo de Bellas Artes, en pleno corazón madrileño, entre esculturas, cuadros y frescos de principios del siglo XX.


El don de la duda



Antonio Escohotado: «Los medios tienen la condenada manía de exaltar lo catastrófico, lo exagerado, el pánico»


Si este fuera un año normal, Antonio Escohotado (Madrid, 1941) estaría, por estas fechas, en Ibiza. Pero como no es un año en absoluto normal, responde a esta entrevista desde su residencia madrileña. «De momento», matiza.


No es extraño que cada verano el filósofo necesite recargar pilas en la isla que lo acogió en los años setenta, donde la austeridad ascética de las casas payesas, el hedonismo desacomplejado y el LSD terminaron de moldear su visión iconoclasta y rematadamente liberal del mundo.


También moldeó allí uno de sus ensayos más lúcidos, ‘De physis a polis’, un intento de ordenar los dispersos testimonios de los presocráticos. Su último libro, ‘Mi Ibiza privada (Espasa-Calpe)’, es una buena oportunidad para entrar en la mente de este intelectual indomable.


¿Por qué no nos cuentan estas cosas en el colegio?



Diego S. Garrocho: «La pandemia nos recuerda nuestra condición mortal y para eso no hay remedio»


El filósofo Diego S. Garrocho (Madrid, 1984) es profesor de Ética y Filosofía Política de la Universidad Autónoma de Madrid y tiene mucho que decir.


Y mucho más en tiempos de pandemia, donde las grandes cuestiones del ser humano, como la muerte, afloran en la mayoría de casos sin resortes para ser respondidas. Además de profesor y vicedecano de Investigación, antes del estallido del coronavirus se entretenía dando clases de Filosofía a círculos de aficionados en un Madrid que estaba en plena ebullición cultural.


Explica que se decantó por esta asignatura por culpa de su profesor de bachillerato, y que lo que más le mueve en estos momentos es la gente a la que admira que «no están en desiertos ni en montañas muy lejanas».


Entre sus filósofos de referencia se encuentran el británico conservador G. K. Chesterton, pero sobre todo Platón y Aristóteles.


La nostalgia




Javier Gomá: «Nuestra Transición es la revolución liberal sin violencia»


Su exquisita conversación (por el modo en que teje sus argumentos, la delicadeza con la que escoge las palabras, el sosiego con el que habla), unida a lo hermoso de sus formas, intimida.


Aunque suene pedestre, descubrir que usa calcetines a rayas le confiere un rasgo mundano que reconforta.


Nos recibe en su despacho, desde el que dirige la Fundación Juan March, para hablar de su última publicación, Tetralogía de ejemplaridad (Imitación y experiencia, Aquiles en el gineceo, Ejemplaridad pública y Necesario pero imposible).


Javier Gomá (Bilbao, 1965) apuesta por la educación del corazón frente al exceso normativo y por el entusiasmo sincero de aspirar hacia el ideal.


El problema de la democracia sin un ideal



Marina Subirats: «Si tuviéramos que retirar todos los cuentos sexistas, no quedaría ni uno»


Educad a los niños para no castigar a los hombres».


Aunque parezca sencillo, tras incontables cambios en las leyes y metodologías de enseñanza, aún no hemos conseguido cumplir con esa repetida máxima de Pitágoras.


La socióloga y filósofa Marina Subirats (Barcelona, 1943) ha dedicado la mayor parte de su vida a investigar cómo la educación sirve para crear comunidades más igualitarias.


Es necesaria una asignatura de educación por la equidad



Fuente: ETHIC

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