¿POR QUÉ...?
por ANDREA GABRIELA NIKODEM, "GARDENIA" (ARGENTINA)
"¿Por qué la tristeza
de mi se apodera,
y la luna llena
me hace suspirar?...
¿Por qué tanta pena
se hace profunda,
y mi alma inunda
al sentir soledad?...
¿Por qué sin tus besos
vivir yo no quiero,
y aquel viejo fresno
me ha visto llorar?...
¿Por qué tus caricias
sin querer recuerdo,
y escucho tu risa
aunque ya no estás?...
¿Por qué los jilgueros
trinan como siempre,
si yo desgarrada
no quiero escuchar?...
¿Por qué los vergeles
tan indiferentes,
inundan mis patios
como aguas del mar?...
¡Si se ha marchado
aquel; el que quise,
y los días felices
no regresarán!...
¿Por qué no me dejas
expirar por fuera?
¡Si por dentro muerta
mi esperanza está,
si el mundo no para
porque halla otro muerto!
¡Bendigo la tierra
que me cubrirá!"
POLIPENSANTE
por ALEXÁNDER GRANADA RESTREPO. "MATU SALEM"
Estoy muy contento de que Dios sea Dios y de que yo un cualquiera, pues, por nada estaría dispuesto a lidiar con esta humanidad -contaminadora y pendenciera-, que ya desea habitar otros mundos, como si en el propio no se bastara ni cupiera.
SER MUJER
por XIMENA GAUTIER GREVE (CHILE)
Desde el despertar del alba al crepúsculo claroscuro
y la suave tiniebla fría de luna y de estrellas,
en todos los momentos y las horas te encuentras, mujer,
con tu presencia y con tu sangre.
Cuando abren sus puertas las escuelas,
los colegios, institutos y liceos,
Universidades, caminos del futuro,
en las aulas, gimnasios y cantinas,
en todos sus logros estás contribuyendo, mujer,
educadora, pedagoga, cocinera, empleada o secretaria.
En el rugido incesante de la urbe
por autorutas, calles, boulevares,
desplazando gentíos y mercados,
recorridos de horizontes que circulan,
allí te veo mujer, conductora guiando
trenes, autobuses, ambulancias,
camiones continentales, transportes suburbanos.
Las clínicas del recinto hospitalario
yerguen su organizada arquitectura
y llegan los enfermos sufriendo
mil males de pestes y amarguras,
que tu sonrisa acoge y da la bienvenida.
Y vas limpiando, vendando,
sanando heridas y tormentos,
enfermera, médico, alimento,
experta en todos los oficios,
cuidas la humanidad, almas y cuerpos.
Más allá, en los países tristes de vil monotonía,
de economía frágil y poca autonomía
por anónimas callejas de suburbios
vas apoyando a los pobres, elevando dignidades,
sustentando mujeres, alimentando niños,
organizando salas-cuna y lactantes,
fomentando vocaciones y proyectos,
elevando la humanidad desvalida,
Así creas mujer, la poesía comunitaria.
Y enfrentas dictadura, persecución y tirano
hasta con la vida en tus entrañas,
prisiones, violación, tortura, mártir,
asesinada, desaparecida, calumniada.
Luchando contra impunidades e injusticias,
indomable atraviesas la vorágine,
exilada, memoria viviente de la Historia.
Así tú eres mujer, artista de la vida
sobre el proscenio brutal de los infames,
cantando, pintando, danzando,
maestría de cuerdas y tambores:
siempre luchando, siempre flameando.
Mujer que recreas el mundo, tú eres omnipresente.
Introduciendo fé y belleza abres los ojos a los ciegos.
Eres fuerte y valiente hasta en las armas,
cuando de policía vigilas la ciudad
y como soldado proteges tu país.
Navegante vas por los océanos inmensos
por los cielos y los espacios siderales
marcando de huellas femeninas
la epopeya humana de los siglos.
Eres ingeniero y obras en torres y puentes,
en electrónica y atómica, informática y algoritmos,
dominando ciencias físicas y químicas,
tu genio es matemático o literario,
y reinas en todas las expresiones de la mente,
Marie Curie, Valentina Tereshkova, Rosa
Luxemburgo, Gabriela Mistral, Simone de Beauvoir.
Enalteces como esposa al hombre de valor,
pero también eres víctima de malditos
que te golpean y humillan sin lograr envilecerte.
Los orates religiosos te detestan
y envidian tu grandeza espiritual.
Temen tu poder, prohiben tu instrucción,
ocultan las formas de tu cuerpo y silencian tu mirada
ahogando bajo paños y artefactos tu rostro cautivo.
Das a la luna el ritmo de tus ciclos
Y transformas su impávida luz fría
en nocturnos y ensueños de tu cuerpo,
sensual textura rosa o negra, blanca o mate
selvas y olores posados en ángulos extraños,
aventurado éxtasis de goce y desventura
vibración del Universo de los dioses.
Eres tú, mujer, la matriz perfecta,
origen del mundo, llave de la vida,
genitriz que transformas la angustia del deseo
en embrión del futuro humano.
Eres amante y única posesora del milagro,
eterna virgen y madre universal.
¡Oh, mujer vertiente, tu nombre es Creación!
LO QUE NO ESTÁ
-A Raúl Zurita-
por MARCO FIERO
Esa muerte que liberta, que te permite respirar mientras le apuestas a la vida. Esa canción que solicitas, pretendiendo en una esfera en un recodo iluminado, hallar la dicha, la unción divina, vuelta palabras y consigna.
Canción sin términos ni cuerdas, sin rastro alguno ni sospecha, tan inaudita como el eco de una estela, como esa voz que te preguntas pero que huye hacia el vacío antes que nazcan, y que florezcan las ojeras.
Como ese espacio que no está, que lo imaginas y no está, pero te habita.
Camino largo sin andar, que aún recorres y no está, y no te explicas, por que te acerca a la verdad, y te abre heridas.
Como un recuerdo insatisfecho, -Voz del que marcha hacia la nada- que no es ni un sueño, -ni una mirada útil al pasado- que aún parece que no está, pero titila, y a veces muerde.
¿Una quimera?
¡ algo imposible !
Mata la noche un ojo en una estrella, como el que mira sin mirar, y en pensamientos suele anclar, en otros mundos.
REINA
por CAROLINA HIDALGO
Si esto es. Descubrirse ficción.
Ella se queda en casa cocina colaciones o
reparte carteles de propaganda. Una versión de ciudad. Escribe historias sobre el universo vórtice tejido para el día que esto sucediera. Ofrendó la tinta del sentido corazón soltó el hilo que le lleva
a la cueva del Minotauro para declararse mujer libre. Poeta. Ha mutado de poemas
con un fondo de agua. No necesitó ser una princesita carnada,
en ello, algo de transparencia. Soberana, y feliz de tener r
eino en la fantasía hermana de los sueños
que sólo alcanzan los valientes. Sueltos los hilos convendría danzar
en puntas de dedos apenas tocar el suelo, cantar a coro abierto: ¡pureza! aún saltos de cascada aún ojos de pantera la brisa sigue fluida.
GATO ENTRE PALABRAS DE CRISTAL
por OMAR GARCÍA RAMÍREZ
Como viejo gato entre palabras de cristal
procuro no romper la estantería.
Mis contorciones refinadas tienen la delicadeza de una antigua raza de felinos.
Giro en las esquinas para no derribar un signo, un punto, una declinación semántica. Intento, no cruzar los límites previstos para el ejercicio de la contemplación y la pereza.
Aprecio mi reflejo en los cristales ambarinos en los opalescentes púrpuras, en los lisérgicos violetas.
Procuro mantenerme alejado de las botellas que contienen perfumes fuertes y licores exquisitos. (No vaya a ser que pierda agilidad y compostura). Me deslizo en cuerpo sostenido y músculo despierto sobre la tabula rasa del espacio fragmentado que se dobla como una servilleta en origami. Y es mi poema, un rastro luminoso… recorrido silencioso sin maullido; Traslúcida joyería; ligera lluvia de pétalos de oro entre las palabras. Algo que enciende los átomos del silencio…
Que mantiene viva la llama del fuego y de la fiera.
POEMA
Por: HELENA RESTREPO
Ahora que el veneno echó raíces
salimos a la calle con bozal.
"El otro es un peligro potencial"
nos gritan las enormes cicatrices.
Ahora no hacen falta directrices,
la cárcel se nos hizo natural
y hacemos nuestro éxodo virtual
con la contradicción en las narices.
Parece que está abierta la salida,
pero nadie da un paso, nada empieza,
si no hay una mesiánica vacuna.
Estamos enterrados casi en vida
y apenas asomamos la cabeza
nostálgicos de un "dos bajo la luna".
Y SI LA MUERTE NO FUERA
Por: IBÁN DE JESÚS ALARCÓN MARÍN
Que suerte corre la muerte
Sin ser impuesta sin ser nada
Ser la que le toca bailar sola
Que suerte correría el ente viviente
Sin esperar de ella su mortal sombra
Si la muerte no fuera el final de la espera
Si la muerte no se amarilla
No se pulveriza ni se transforma
Si no se apareciera de repente
A los pies de la barandilla
Si la muerte no sintiera el veneno
El rigor del verdugo el mendrugo
La pálida y última sensación plena
El ruido infernal de los quebraderos
Que suerte seria la del Gato negro
Que se cruza de mero susto por tu camino
Que la muerte no fuera tristeza
Amenaza silenciosa crónica
Como esperanza bella y fría
Como fuese que la muerte
No esperará su ración diaria de existente
Que pasará siete vidas sin la agónica ilusión
De navegar el sombrío tártaro
Estímulo de la última estancia
Muchos años convertidos en hongos Cubriendo la tierra como Lama
Y si la muerte no fuera a donde iría
A parar la vida con su angustioso
Canto al traqueteo descompuesto
En su vagabunda esquinera alma
SIN TÍTULO
por MERARDO ARISTIZÁBAL
No estamos muy distantes
de la muerte.
A un paso quizá,
un guiño,
una sonrisa.
Estamos tan cerca
que ya se siente
el aroma marchito de las rosas.
POEMA
por DIEGO FERNANDO ARIAS CASTELLANOS*
Tengo un sentimiento que corroe mi alma.
Y ese sentimiento,
es la incertidumbre
de tu maldita e inmunda indiferencia,
que cada vez que pasa
carcome cada día mas mi ser.
Esa misma antipatía,
con la cual me tratas
cada vez que manifiesto
mi amor hacia a tí,
son como dos puñaladas
clavadas por la espalda
que duelen,
como si fueran
el dolor mas grande
que haya consumido mi ser.
Este mismo dolor
es el que me impulsa,
recordándome lo duro
de la existencia
y al mismo tiempo,
lo hermoso que es amar.
*Nació el 10 de agosto de 1991 en Santiago de Cali (Valle del Cauca) Colombia.
A la edad de 31 años, es tecnólogo en formulacion de proyectos, desempeñándose como asesor comercial de tecnologia desde hace más de diez años.
Al mismo tiempo, a mediano plazo, planea la que será su primera publicación en companía de otro amigo también poeta y escritor.
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CUENTOS, ENSAYOS Y PROSA POÉTICA
LOS DELIRIOS DE APOCOPE
por CARLOS ALBERTO VILLEGAS URIBE*
Romualdo Apocope Santillana era un apasionado de la concisión. La descubrió en las clases de castellano de su profesor José J. Bustamante. Quien la ponderaba como una de las virtudes del estilo y del buen escribir de tal manera que lo incorporó al lenguaje coloquial; comenzó a llamar amá a su madre Graciela y Ferny a su amigo Luis Fernando García y Cony a su novia Constanza.De tal forma que su lenguaje coloquial se volvió afectado.
Pero el summun de su felicidad la encontró cuando el escritor Umberto Senegal le reveló los secretos de la minificción a tal punto que llegó a crear varios formatos del cuarto género y a enmendarle la plana al celebrado Augusto Monterroso . Asi que por considerarlo demasiado extenso reescribiø el relato del guatemalteco:
El dinosaurio
Cuando Despertó el dinosaurio todavía estaba allí.
Dinosaurio
Cuando Despertó el dinosaurio continuaba allí.
*Carlos Alberto Villegas Uribe. Escritor, artista, gestor y periodista cultural (Calarcá, Quindío, Colombia, 1961). Ph.D. Sobresaliente Cum Laude en Lengua, Literatura y Medios de Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid, UCM (España). Tiene estudios de Maestría en Escritura Creativa de la University of Texas at El Paso, UTEP (Estados Unidos). Fue profesor universitario. Creó la cátedra Psicogénesis de la Risa en la Facultad de Psicología de la Universidad Javeriana (Bogotá, Colombia). Director de la revista Termita Caribe y del Boletín de la Red de Estudios Interdisciplinarios sobre la Risa —REÍR—, T.A. (Teaching Assistant) en la Revista de Literatura Mexicana Contemporánea en la Utep. Ha publicado los ensayos La caricatografía en Colombia: Propuesta Teórica y Taxonómica; Caricatografía y periodismo, y el libro de relatos Cuento contigo
SE ALEJA LA LUZ DEL MAR
por CARLOS ALBERTO AGUDELO ARCILA
Poesía, luz sin proyectar sombra alguna.
I
EN LA LOMA de los fantasmas se escuchan susurros. Algo macabro acecha. De un momento a otro todo queda en silencio. Pasan los instantes. Se acercan pasos inciertos. Son ellos. Llegan de la loma de los fantasmas. Un maullido despierta a los habitantes de la ciudad.
II
TARDE IGUAL DE hermosa al amanecer cuando de niño abrí un libro donde se narraba la historia de Francisco de Asís. O cuando observé cómo se expandía el rocío sobre el arbusto seco. O a las lunas reflejándose en el espejo roto. O a la página en blanco donde está a punto de escribirse la aurora dentro del primer canto del gallo. Amanecer igual de hermoso a la tarde del grillo en el portón poético de la casa por construirse.
III
HOY TENGO DERECHO a guardar silencio sobre el cetáceo y las estrellas y la depresión del fondo marino y la gota inaccesible y el registro de la tormenta a través del cristal donde se observa el reverso del manantial. Tengo derecho a decir no a la idea de perpetuar pasos sin rumbo. Tengo derecho a la fruta todavía sin nacer. Tengo derecho al ojo de la aguja por donde pasan camellos de hombres ricos. Tengo derecho a desmenuzar maullidos a la palabra sagaz del gato con botas.
IV
HOY SE DEVELAN perfiles misteriosos. Las horas se agrietan. Escombros de sombras se observan en las calles. Crujen bisagras en la puerta de entrada a las entrañas de la luz.
V
RECUERDO EL VUELO desorientado en el laberinto verde. Era un pájaro del tamaño del agua en el estanque de mi casa. Su plumaje resumía el color improbable de nombrar. Momentos después el vuelo encontró refugio en mi mirada liberadora hasta verlo ser un vacío en el horizonte.
VI
ACUDIR AL VENTANAL del viento y desde allí nombrar uvas girasoles y el amarillo donde retoña luz el guayacán. Expresar: Es diestro en aparearse junto a la liebre mientras el aire hiela tinieblas. Con la palabra malla cercar el tiempo de la paloma imposibilitada para llegar a su destino.
VII
SILENCIO DEL BOSQUE –no de alguien en el bosque-. Silencio no demagógico. Silencio para pasarlo con uva llena. Luna en el bosque. Bosque de luz. Silencio para saborearlo con aguasola. A la vera del helecho alguien comenta: Se aleja del azul el mar.
VIII
LOS AÑOS SE detienen en nuestro cuerpo. Se diluyen y se tornan en zanjas. Rostros de zanjas. Zanjas de rostros. Me observo en el espejo una carcajada irónica revolotea en abismos de mi piel.
IX
SILENCIO DEL LUNES en el sendero de las espigas por nacer. Silencio próvido del rocío y la hierba amarga. Silencio de semanas en el plato vacío del vagabundo. Silencio del silencio. Oscuridad de la oscuridad. Incoloro del incoloro. Lunes a la deriva de un siglo por descubrir.
X
LA SOMBRA SOLITARIA prosigue su camino. Alguien bajo el sol viaja sin sombra. En una esquina del otro lado del orbe tropieza una sombra con alguien sin sombra bajo el sol. Ahora se observan una sombra vestida con saco y sombrero y a un hombre que llaman Sombra desnuda.
XI
EL MUNDO YACE en su propia sombra. La humanidad es un refugio más de la vida. El eco regresa para salvar el grito detrás de su nada. El todo no tiene razón y se desagua más allá de lo malogrado: Así este suceder cotidiano de esto y aquello. La hora no importa aunque sea el tiempo exacto y llueva...
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