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Colón, un descubridor cuestionado


Cristóbal Colón nació hacia el año 1451 en territorio de la República de Génova (hoy parte de Italia), aunque la ubicación exacta sigue en disputa.


Algunos historiadores argumentan que no era de Génova, situando su origen en Aragón, España; otros dicen que nació en Portugal.


Hijo de Doménico Colombo, tejedor de lana, y de Susanna Fontanarossa. Tuvo cuatro hermanos Bartolomé, Giacomo, Giovanni Pellegrino y Bianchinetta.



Bartolomé trabajó como cartógrafo en un taller en Lisboa y al igual que Cristóbal tuvo siempre vocación por el mar. Cristóbal también se dedicó a la venta de mapas y cartas siendo muy joven.


Fue marinero desde los quince años y con mando en barco desde los veinte o veintidós años. En uno de sus escritos, Colón afirma haber salido al mar a la edad de diez años. En 1470, la familia se mudó a Savona, donde su padre se hizo cargo de una taberna.


Entre 1470 y 1476 recorrió todas las rutas comerciales importantes del Mediterráneo, desde Quíos, en el Egeo, hasta la península Ibérica, al servicio de las más importantes firmas genovesas.


Participó en el enfrentamiento entre Renato de Anjou y el rey de Aragón, Juan II, por la sucesión a la Corona de Nápoles. En 1474, con veintitrés años, fue contratado como marinero en un barco con destino a la isla de Khíos en el mar Egeo.


Tras pasar un año en la isla, regresó a Italia financieramente independiente.



Parece ser que llegó a las costas del sur de Portugal (Lagos), cerca de Sagres, tras un combate naval acaecido cerca del cabo de San Vicente, el 13 de agosto de 1476. Incendiado su barco, salvó su vida agarrándose a un remo y nadando hasta la costa. Residió en Portugal casi diez años.


De los portugueses aprendió a conocer el océano y a frecuentar las rutas comerciales que iban desde Islandia a Madeira. En el año 1477 viajó hasta Inglaterra e Islandia, y en 1478 de Lisboa a el archipiélago de Madeira con cargamentos de azúcar.


Vida privada y gestiones


Retrato de su esposa, Felipa Perestrello e Monis


Probablemente contrajo matrimonio en 1479 con Felipa Perestrello e Monis, hija de una rica familia portuguesa. De este matrimonio, nació hacia 1482 en la isla de Porto Santo, del archipiélago de Madeira, su sucesor Diego Colón.


Su esposa murió de tuberculosis solo seis años después de casarse. En 1487 tomó como amante en España a Beatriz Enríquez de Arana, de veinte años de edad y con la que tuvo a su hijo Hernando Colón, el 15 de agosto 1488.


1492, la Conquista del Paraíso (1992) de Ridley Scott



Hacia 1483 o 1484 defendió su proyecto de circunnavegación ante los portugueses, que lo rechazaron.


A finales de 1484 o principios de 1485 dejó Portugal secretamente y viajó a Castilla. Tras arribar con su hijo Diego a algún puerto del golfo de Cádiz, quizá Palos de la Frontera, visitó el monasterio franciscano de Santa María de La Rábida, en donde recibió ayuda material.


El 20 de enero de 1486, los Reyes Católicos recibieron por primera vez a Colón en Alcalá de Henares (Madrid) y a continuación nombraron una junta de expertos para valorar el proyecto colombino. A pesar de que muchos no daban crédito a lo que prometía, nunca le faltaron protectores.



Algunos de los más constantes fueron frailes con influencia ante los Reyes, como el incondicional, buen astrólogo y entendido en navegación, fray Antonio de Marchena. Otro religioso influyente, maestro del príncipe don Juan, y siempre favorable a Colón fue fray Diego de Deza.


Un tercer religioso, decisivo en 1491 y 1492, fue el fraile de La Rábida, Juan Pérez. Además, contó con el apoyo de algunos cortesanos distinguidos, como fue el caso de Luis de Santángel, Juan Cabrero o Gabriel Sánchez.


Beatriz Enríquez de Arana, su amante y madre de su segundo hijo.


Para hacer frente a sus necesidades, trabajó con sus manos pintando mapas de marear o portulanos y comerció con libros de estampa.


Los Reyes Católicos decidieron respaldar su plan. El 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe o documento-contrato, que estipulaba las condiciones en que Cristóbal Colón haría el viaje descubridor. El documento tiene dos partes, un preámbulo que dice así: "Vuestras Altezas dan e otorgan a don Cristóbal Colón en alguna satisfacción de la que ha descubierto en las Mares Océanas y del viaje que agora, con el ayuda de Dios ha de fazer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que se siguen".



Ese "ha descubierto" es, para los partidarios de la teoría del Predescubrimiento, la prueba documental decisiva, ya que Colón se atribuye, antes de 1492, descubrimientos en el océano que ahora transfiere a los Reyes Católicos, en virtud de lo cual estos le corresponden dándole una serie de privilegios, que forman la segunda parte del documento:


1º) El oficio de almirante de la Mar Océana, vitalicio y hereditario, en todo lo que descubra o gane, y según el modelo del almirante mayor de Castilla.

2º) Los oficios de virrey y gobernador en todo lo que él descubra o gane. No se habla de hereditariedad. Para cubrir los cargos en las Indias, puede proponer terna a los reyes para que estos escojan.



3º) La décima parte de todas las ganancias que se obtengan en su almirantazgo.

4º) Que todos los pleitos relacionados con las nuevas tierras los pueda resolver él o sus justicias. Este punto nunca se cumplió porque estaba condicionado a los precedentes castellanos.

5º) El derecho a participar con la octava parte de los gastos de cualquier armada, recibiendo a cambio la octava parte de los beneficios.


Con este documento capital y otras mercedes, se dirigió a la villa de Palos a preparar la flota descubridora. Tres embarcaciones, Pinta, Niña y Santa María; un presupuesto de unos dos millones de maravedíes; y alrededor de 90 hombres, reclutados con la ayuda inestimable de los hermanos Martín Alonso y Vicente Yáñez Pinzón, formaron la flota descubridora más trascendental de la historia.



Primer viaje



Visitando a quien fuera su gran protectora,

la reina de España Isabel La Católica (1451 - 1504).


El 2 de agosto de 1492, Cristóbal Colón mandó embarcar a toda su gente, y al día siguiente, antes de salir el sol, dejaba el puerto de Palos.


La primera escala fueron las Canarias, donde tuvieron que arreglar el timón de la Pinta. Llevó dos cuentas sobre las distancias recorridas: una secreta o verdadera (solo para él), y otra pública o falsa, en la que contaría de menos. El día 13 de septiembre, descubrió la declinación magnética de la tierra; y el 16 llegaron al mar de los Sargazos. A partir del 1 de octubre se da cuenta de que algo falla. El 6, ya han sobrepasado las 800 leguas y no hay indicios de tierra.


Durante la noche del 6 al 7 de octubre, se produjo el primer motín entre los marineros de la Santa María. Los hermanos Pinzón apoyaron a Colón y lo sofocaron. Sin embargo, en la noche del 9 al 10 de octubre el malestar se extendió a todos, incluidos los propios Pinzón. Acordaron navegar tres días más y al cabo de ese tiempo si no encontraban tierra regresarían. No hizo falta: en la noche del 11 al 12 de octubre el marinero Rodrigo de Triana lanzó el grito de: "¡tierra!". Al día siguiente desembarcaron en la isla de Guanahaní (que ellos bautizaron como San Salvador), actual isla de Watling, en el archipiélago de las Bahamas, y tomaron posesión de la nueva tierra en nombre de los Reyes Católicos.



El 28 de octubre, arribaron a Cuba, y el 21 de noviembre se apartó de la flota Martín Alonso Pinzón.


El 6 de diciembre llegaron a la isla de La Española; y el 24 encalló la Santa María, con cuyos restos y la ayuda del cacique de la zona, Guacanagarí, construyeron el fuerte de la Navidad. Tras dejar a 39 españoles ahí, siguieron la costa, encontraron a Martín Alonso Pinzón (6 de enero), y navegaron hasta la costa de Samaná. Desde esta zona, el 16 de enero de 1493, el almirante dio la orden de regresar a España.



El viaje fue tranquilo hasta llegar a las Azores, donde sobrevino una fuerte tormenta (12-15 de febrero) que forzó a la Pinta a separarse del almirante y arribar a Bayona (Pontevedra). Otra tempestad, cerca de Lisboa (4 de marzo) obligó al descubridor a desembarcar en Portugal.


El 15 de marzo, don Cristóbal, al mando de la Niña, entraba triunfal en Palos. Martín Alonso lo hacía con la carabela Pinta pocas horas después. Llegaba muy enfermo, y a los pocos días murió.


Tras el éxito descubridor, Cristóbal informó a los Reyes, que estaban en Barcelona, se dirigió a su encuentro y fue recibido por ellos con todos los honores.


Segundo viaje



Representación de la llegada de la expedición española a América.


El 25 de septiembre de 1493, el almirante zarpó de Cádiz al mando de 17 navíos y unos 1.200 hombres, portando las primeras simientes y ganados.


Al salir de las Canarias, Colón puso rumbo más al sur que en el primer viaje para llegar al paraje que denominó la entrada de las Indias, en las pequeñas Antillas. Después de descubrir la isla de Puerto Rico, llegó hasta el fuerte de la Navidad y comprobó que había sido destruido y los españoles estaban muertos.



Fundó la primera ciudad de América, la Isabela.


Recorrió la costa sur de Cuba, llegó a Jamaica, y a finales de 1494 descubría América del Sur (Cumaná), aunque lo ocultó hasta el tercer viaje. El 11 de junio de 1496 arribó a Cádiz vestido con un sayal de fraile franciscano.


Tercer viaje


Aunque en principio los conquistadores fueron bien recibidos

por los nativos, los malos tratos y abusos dieron lugar a su posterior resistencia.


Costó mucho organizar la tercera flota colombina. Las Indias ya no atraían tanto y faltaban tripulantes. Ocho navíos y 226 tripulantes componían la flota, que dejó Sanlúcar de Barrameda entre febrero y el 30 de mayo de 1498. Desde Canarias, siguió a Cabo Verde y una latitud más al sur que las anteriores navegaciones, lo que le hizo sufrir una zona de calmas.


Descubrió la isla de Trinidad. Camino de La Española divisó la isla Margarita, donde se pescaban las perlas, para llegar el 20 de agosto a la nueva capital de las Indias, Santo Domingo.


La mayoría de los españoles, encabezados por Francisco Roldán, se había rebelado contra la autoridad de los Colón. La llegada del virrey no resolvió el problema. Las quejas contra la familia Colón, agravadas con algún que otro proceder dudoso del Almirante, como ocultar el criadero de perlas de Margarita y Cubagua, llegaron a la corte y los reyes decidieron destituirlo.



El 23 de agosto de 1500, Francisco de Bobadilla entraba en el puerto de Santo Domingo para sustituir al virrey y gobernador. Hubo cierta resistencia por parte de los Colón, lo que explica algo la dureza de Bobadilla.


A primeros de octubre de 1500, Cristóbal, Bartolomé y Diego Colón regresaban a España cargados de cadenas acusado de protagonizar una despótica gestión en la colonia de Haití. Los monarcas no lo repusieron en sus oficios perdidos. Prometieron que lo harían, mientras le encargaban el cuarto viaje.


Cuarto viaje



Al volver a España, obtuvo un gran recibimiento precedido de

altos cargos nobiliarios, pero las intrigas y denuncias le hicieron perder todo lo logrado.


Con cuatro navíos y 150 hombres partió de Cádiz el 11 de mayo de 1502. El objetivo era encontrar un paso que permitiera llegar a la Especiería ya que Colón seguía creyendo que la zona antillana era la antesala de Asia. Para atravesar el Océano, siguió una ruta parecida al segundo viaje. Llevaba orden de no detenerse en Santo Domingo. Atravesó el Caribe hasta el cabo de Honduras; siguió hasta el de Gracias a Dios y recorrió la costa de Panamá. No encontró ni paso, ni oro, ni especias, sufrió la pérdida de dos barcos.


El 1 de mayo de 1503 ponía rumbo a La Española, pero se vio obligado a recalar en Jamaica, en la bahía de Santa Ana, donde tuvo que encallar los dos barcos y esperar. La hazaña de Diego Méndez y Bartolomé Fiesco logrando llegar en dos canoas desde Jamaica a La Española logró salvarlos.



El 28 de junio de 1504, dejaban Jamaica y el 12 de septiembre, en dos navíos, se dirigían a España.


Después de arribar a Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre de 1504, fracasado y enfermo, siguió hasta la corte y reclamó infructuosamente sus derechos. En sus últimos años fue extremadamente religioso.


Cristóbal Colón murió a causa del síndrome de Reiter (también conocido como artritis reactiva) el 20 de mayo de 1506 en Valladolid. Sus últimas palabras fueron: "En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu".



Sus restos viajaron tanto como lo hizo en vida. Tras su muerte fue enterrado en Valladolid, España. Tres años después sus restos fueron trasladados al mausoleo familiar en Sevilla. En 1542, de acuerdo con la voluntad de su hijo Diego, fueron transferidos a Santo Domingo, La Española (República Dominicana). La Española fue cedida a Francia por España, y en 1795 los huesos de Colón fueron trasladados a La Habana, Cuba. Tuvieron que pasar más de cien años hasta su regreso a Sevilla en 1898. *

Artículo: Biografía de Cristóbal Colón Autor: Víctor Moreno, María E. Ramírez, Cristian de la Oliva, Estrella Moreno y otros Website: Buscabiografias.com URL: https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/3060/Cristobal%20Colon Publicación: 2004/09/24 -dateModified- Última actualización: 2021/03/20

Polémica



Derribo de su estatua en Barranquilla, Colombia.


En el año 1500 Cristóbal Colón fue destituido de sus títulos, expulsado de las islas del Caribe y arrestado por la Corona de Castilla por infringir las órdenes de Isabel I de tratar a las comunidades indígenas «muy bien y con cariño, y abstenerse de hacerles ningún daño» [1]. Este, desobedeciendo por completo tal disposición, los trató con extrema crueldad y los sometió a tratos inhumanos. Lo que es acreditado por diversos estudios e historiadores.


Un documento descubierto en 2005 en el que reposan los testimonios de 23 testigos y que fue utilizado como prueba en el juicio que se llevó a cabo en su contra en 1500, da cuenta de lo anterior. Los testimonios son aterradores. Uno de ellos relata que «a una mujer se le ocurrió decir que Cristóbal Colón era de baja clase», y uno de sus hermanos ordenó que la pasearan desnuda por las calles y que le cortaran la lengua y las orejas. ¿Cuál fue la reacción de Cristóbal Colón? Felicitar a su hermano por «haber actuado en defensa del honor familiar» [2].



Colón trató con extrema violencia a los nativos que encontró en sus viajes de «descubrimiento» a América. Los obligó a trabajar para extraer oro, envió a miles de indígenas a Europa para ser vendidos como esclavos, mató a todos los que se atrevieron a levantar la voz e hizo desfilar sus cadáveres por las calles para imponer miedo [3].

Ese era el talante de la persona a la que nos enseñaron a venerar y respetar en las clases de historia, en honor a la que se erigieron miles de estatuas en todo el continente americano y, sin ser suficiente, bautizaron con su nombre incontables instituciones públicas.

En 1992 en España, su descendiente

el almirante Cristobal Cólon, fue asesinado en España por la ETA.


Nos hablaron tan bien de él y nos repitieron tanto su nombre que cuando el pasado 28 de junio un grupo de manifestantes derribó un monumento suyo, ubicado en Barranquilla, miles de personas en redes sociales rechazaron el hecho y la «acción vandálica» sin detenerse a considerar lo representativo que es ver caer un monumento en honor a quien en otrora fuera nuestro verdugo. Hasta el alcalde salió a rechazarlo sin mencionar quién era Colón ni cuestionar por qué en la ciudad había una estatua en su honor.



Lo mismo pasó cuando en medio del paro nacional, en septiembre de 2020, los indígenas de la etnia misak derribaron una estatua de Sebastián de Belalcázar en Popayán[4]. A pesar de que historiadores como Alberto Ramos Garbiras reseñan que, en su paso por nuestro continente, y en su afán por atribuirse el descubrimiento y la conquista de los territorios, «arrasó con aldeas, asesinó, rancheó, torturó y aperreó a los indígenas con su jauría de perros lebreles» [5], las redes sociales se inundaron de mensajes de lamento por el derribo del monumento que le rendía tributo.

Y la misma «lloratón» ha suscitado el derribo de cada una de las estatuas que han caído en medio del paro nacional.

En Ciudad de México, la cólera popular obligó a remover su estatua.


No podemos cambiar el hecho de que a través de las cátedras de historia nos divinizaron a quienes vinieron de Europa a «descubrir» y «conquistar», con extrema violencia, los territorios que durante siglos habitaron las diversas etnias a las que pertenecieron nuestros ancestros. Pero sí podemos cuestionar y derribar dichos dogmas.


La oportunidad que nos brindan la investigación científica y el auge de las tecnologías de la información y las comunicaciones nos permite reconstruir nuestra historia, conocerla y darle el lugar que merecen los distintos actores que hacen parte de ella.



No son héroes los que violentaron, saquearon, explotaron y extinguieron a quienes legítimamente son dueños de nuestros territorios. No descubrieron nada porque aquí ya cohabitan un sinnúmero de etnias y comunidades indígenas. Ni mucho menos los conquistaron porque lo que hicieron fue imponerles con violencia sus creencias, lenguas y costumbres.


Por lo tanto, seguirán cayendo, en Colombia y en todo el mundo, los monumentos y todo tipo de homenaje a quienes mancharon de sangre nuestros ríos e hicieron de nuestros territorios una fosa común. No porque queramos borrar o desconocer nuestra historia sino porque hoy, ya que la conocemos, sabemos con total certeza quiénes fueron los héroes y quiénes fueron los villanos.


P. D.: Ni siquiera cuando el pasado 30 de mayo, en Barranquilla, una estatua del Sagrado Corazón cayó encima de una niña de 5 años y le causó la muerte, «lloraron» tanto como cuando tumbaron la estatua de Cristóbal Colón también en Barranquilla. Nadie dijo nada en redes sociales y ni el alcalde salió a dar declaraciones.

Fuentes:

  1. El castigo de una furiosa Isabel La Católica a Cristóbal Colón por esclavizar a 1600 indios. https://www.abc.es/historia/abci-humillacion-furiosa-isabel-catolica-cristobal-colon-esclavizar-1600-indios-201811300326_noticia.html


  2. Un documento revela la crueldad de Colón en su gobierno de América https://elpais.com/diario/2006/07/14/cultura/1152828004_850215.html


  3. ¿Por qué Cristóbal Colón no fue el héroe del que aprendimos en la escuela? https://cnnespanol.cnn.com/2020/06/12/por-que-cristobal-colon-no-fue-el-heroe-del-que-aprendimos-en-la-escuela/.


  4. Indígenas tumbaron la estatua del conquistador Sebastián de Belalcázar. https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/sebastian-de-belalcazar-indigenas-misak-tumbaron-la-estatua-del-conquistador-espanol-popayan-538221.


  5. Belalcázar: conquistador y arrasador. https://occidente.co/opinion/columnistas/belalcazar-conquistador-y-arrasador/.



Fuente: BIOGRAFÍAS Y VIDAS / LA OREJA ROJA

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