En los rasgos, expresiones y actitudes las mujeres se ajustan a un ideal indio que no ha variado en siglos. El realismo, las pinceladas y la perspectiva o los juegos de luz y sombra indican un contacto con el arte europeo. Recargados y excesivos, son el sueño de un coleccionista occidental que se decante por lo kitsch, pero también es posible encontrar en estas obras el atractivo de la rareza histórica.
Considerado como el más sobresaliente pintor realista indio y uno de los artistas nacionales de cabecera, Raja Ravi Varma (1848-1906) fue también el primero en usar el óleo y mezclar la temática tradicional con el estilo pictórico del viejo continente.
‘Shakuntala’ – Raja Ravi Varma
Procedía de una familia de poetas, eruditos y artistas vinculada al reino feudal de Travancore (1729-1858), en el sur del país. Con seis años de edad pintaba a carboncillo animales y escenas cotidianas sobre las paredes de la lujosa residencia familiar, el palacio Kilimanoor. Su tío Raja Raja Varma se fijó así en el joven talento y la familia decidió darle al niño una educación artística.
Primero instruido en dibujo y acuarela, con 17 años entró en contacto con el retratista británico-holandés Theodor Jensen (1816-1894), uno de esos artistas del Imperio que paseaban su talento canónico por tierras sometidas. Tras verlo trabajar y, de modo intuitivo, aprender a usar el óleo, las pinceladas y expresiones de la tradición pictórica europea cambiaron el estilo de Ravi Varma: los trabajos ilustran un contacto pionero entre el arte de dos mundos, los principios de perspectiva y la expresividad inundan de sentimiento y realismo las leyendas y la mitología hinduistas.
‘Murugan’ – Raja Ravi Varma
La India colonizada por el Imperio Británico era una buena plataforma para saltar a la fama. El autor —especializado en escenas de temática mitológica inspiradas en el Majabhárata y en el Ramayana además de convertirse en retratista de referencia de familias reales de la India— expuso con éxito en Viena en 1873, cuando Europa sentía atracción por el exotismo de los países lejanos. De ahí llegaron a los Estados Unidos, a Chicago, donde recibió tres galardones en forma de medallas de oro.
En su país fue el renovador indiscutible del aspecto de los dioses. Además de darles un aspecto más cercano y terrenal, la rápida difusión de las cromolitografías (una variante de la litografía que incluye color y la acerca al efecto del óleo) lo hicieron conocido hasta en los rincones más remotos y pobres de la India.
‘Descent of Ganga’ – Raja Ravi Varma
Ahora la Galería Nacional de Bangalore —la quinta ciudad más poblada de la India, en el sur del país— anuncia la próxima exposición de más de un centenar de litografías del artista.
El volumen de la muestra, con las obras divididas por temas (Krishna, reyes y rishis, el Ramayana, el Majabhárata, mujeres, ninfas y mitología) dejan patente la importancia de esas imágenes creadas a finales del siglo XIX, que siguen poniendo cara a los dioses del hinduismo y aún marcan cánones entre el público indio en la actualidad.
Fuente: 20 MINUTOS
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