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Castro Alves, poeta y abolicionista


Antônio de Castro Alves nació el 14 de marzo de 1847 en Salvador, Bahía (Brasil). Fue un poeta brasileño, representante de la Tercera Generación Romántica en Brasil. El Poeta Esclavo expresó en su poesía su indignación ante los graves problemas sociales de su época. Es patrono de la cátedra n.º 7 de la Academia Brasileña de Letras. Era hijo de Antônio José Alves, médico y también profesor, y de Clélia Brasília da Silva Castro.


En 1854, su familia se mudó a Salvador, ya que su padre fue invitado a enseñar en la Facultad de Medicina. En 1858 ingresó al Gimnasio Baiano donde fue colega de Rui Barbosa.


Mostró una apasionada y precoz vocación por la poesía. En 1859 perdió a su madre. El 9 de septiembre de 1860, a la edad de 13 años, recitó su primera poesía en público en una fiesta escolar. E


l 24 de enero de 1862, su padre se casa con la viuda Maria Ramos Guimarães. El día 25, la pareja, el poeta y su hermano José Antônio parten en el vapor Oiapoque hacia la ciudad de Recife donde el joven se prepararía para ingresar a la Facultad de Derecho.


La Facultad de Derecho y las Ideas Abolicionistas Castro Alves llegó a Recife en un momento en que la capital de Pernambuco bullía de ideales abolicionistas y republicanos. Cinco meses después de llegar, publicó el poema “A Destruição de Jerusalem” en el Jornal do Recife, recibiendo muchos elogios.


En un intento de ingresar a la Facultad de Derecho, Castro Alves fracasó dos veces. En el Teatro Santa Isabel, que casi se convirtió en una extensión de la facultad, se realizaban verdaderos torneos entre los alumnos.


En ese ambiente, en marzo de 1863, durante la representación de la obra Dalila, de Octave Feuillet, Castro Alves se enamoró de la actriz Eugênia Câmara.


El 17 de mayo publicó su primer poema sobre la esclavitud en el diario “A Primavera”: Allí, en los últimos barrios de esclavos, Sentado en la habitación estrecha, Por el brasero, en el suelo, El esclavo canta su canción Y al cantar corren hasta las lágrimas Saludos desde tu caca.

Esclavos (incluyendo sus hijos) reunidos en una hacienda de café en Brasil.


Un mes después, mientras escribía un poema para Eugenia, comenzaron a aparecer los síntomas de la tuberculosis. En 1864 muere su hermano. Incluso conmocionado, finalmente es aprobado en el curso de derecho.

Castro Alves participa activamente en la vida estudiantil y literaria. Publica su poesía en el diario “O Futuro”. En el número 4, publica una sátira sobre la academia y los estudios jurídicos.

La enfermedad y la historia de amor


Una modalidad de fotografía muy común en la época y a la cual tenían acceso por su alto costo las familias pudientes.


El 7 de octubre saborea la muerte. Un dolor en el pecho y una tos incontrolable le recuerdan a su madre y a los poetas que murieron con la enfermedad. En el ímpetu, escribe “Juventud y Muerte”.

Ese mismo año, volvió a Bahía, perdiendo los exámenes y perdiendo el año de la universidad. En Salvador, en la casa de la Rua do Sodré, busca descansar. En marzo de 1865 regresó a Recife y estudió derecho. Aislado en el barrio de Santo Amaro, vive con la misteriosa Idalina. Al visitar a su amigo Maciel Pinheiro, condenado a prisión escolar, en la planta baja del Colégio das Artes, por haber criticado a la academia en un artículo del Diário de Pernambuco, escribe el poema “Pedro Ivo”, exaltando al revolucionario de Praieira y el ideal republicano:

¡República!... Vuelo audaz / ¡De cóndor hecho por el hombre! Nuevamente aparece en su poesía la palabra cóndor, que simboliza la libertad. Posteriormente, fue llamado Poeta Condoreiro.

El 11 de agosto de 1865, en la solemne apertura de clases, la sociedad pernambucana se reunió en el salón noble del colegio para escuchar discursos y saludos de autoridades, profesores y alumnos.


Castro Alves es uno de ellos:


“¡Rompe el cetro del Papa,/ Hazlo cruz!/ Que la púrpura sirva al pueblo/ Para cubrir los hombros desnudos. (...)”. Los mayores miraban con asombro y los más jóvenes deliraban.

Caricatura de Eugenia Cámara.


El 23 de enero de 1866 murió su padre, dejando cinco hijos menores de 14 años.


La responsabilidad quedó en manos de la viuda y de Castro Alves, ahora de 19 años.

En esa época, Castro Alves inició una intensa relación amorosa con Eugênia Câmara, que era diez años mayor que él. En 1867 partieron para Bahía, donde ella interpretaría un drama en prosa, escrito por él, "O Gonzaga ou a Révolution de Minas".

Luego, Castro Alves parte para Río de Janeiro donde conoce a Machado de Assis, quien lo ayuda a ingresar al mundo literario. Luego va a São Paulo y completa el Curso de Derecho en la Facultad de Derecho Largo do São Francisco.


Casa natal del poeta


En 1868 rompe con Eugenia. De vacaciones, en una cacería en el bosque de Lapa, se lesiona el pie izquierdo con un disparo de escopeta, resultando en la amputación del pie.


En 1870, regresó a Salvador donde publicó Espumas flutuantes, el único libro publicado en su vida, en el que presentó poesía lírica, exaltando el amor sensual y la naturaleza, como en el poema Boa Noite (Buenas noches).


Buenas noches


¡Buenas noches María! Me voy.


La luna en las ventanas late llena...


¡Buenas noches María! es tarde... es tarde...


No me presiones así contra tu pecho.


¡Buenas noches!...

Y dices – Buenas noches.


Pero no digas eso entre besos...


Pero no me digas destapando el cofre,

– Mar de amor donde vagan mis deseos.


¡Julieta del cielo! Escucha.. la alondra

la canción de la mañana ya está tarareando.


¿Dices que mentí?... porque era mentira...

...Quien cantó fue tu aliento, ¡divino!

Si la estrella de la mañana los últimos rayos

se derrama en los jardines de Capuleto,

Diré, olvidando el alba:

"Aún es de noche en tu pelo negro..."

¡Aún es de noche! brillo en batista

– Desarmó la túnica, el hombro desnudo –

el globo de tu pecho entre los armiños


Como en las brumas se balancea la luna...


¡Entonces es de noche! ¡A dormir, Julieta!

La alcoba huele como las flores girando,

Cerremos estas cortinas sobre nosotros...

– Son las alas del arcángel del amor.


La tenue luz de la lámpara de alabastro

Lamer tus contornos con voluptuosidad...

¡Vaya! Déjame calentar tus pies divinos

A la dura caricia de mis cálidos labios.

¡Mujer de mi amor! cuando a mis besos


Tu alma tiembla, como una lira al viento,

De las llaves de tu pecho qué armonías,

¡Qué balanza de suspiros, bebo con atención!

¡Ahí! canta la cavatina del delirio,

Ríe, suspira, solloza, anhela y llora...

¡Marión! ¡Marion!... Todavía es de noche.

¡¿Qué importan los rayos de un nuevo amanecer?!...

como un firmamento negro y lúgubre,

Desenrolla tu cabello sobre mí...

Y déjame dormir balbuceando:

- ¡Buenas noches! –, la hermosa Consuelo...


Castro Alves murió en Salvador, el 6 de julio de 1871, víctima de la tuberculosis, con sólo 24 años de edad.


Características de la obra de Castro Alves


Manuscrito original.


Castro Alves es la máxima figura del romanticismo. Desarrolló una poesía sensible a los problemas sociales de su época y defendió las grandes causas de la libertad y la justicia.


Denunció la crueldad de la esclavitud y llamó a la libertad, dando al romanticismo un significado social y revolucionario que lo acercaba al realismo.


Su poesía fue como un grito explosivo a favor de los negros, por eso fue llamado “El Poeta Esclavo”.


Su poesía se clasifica como "Poesía Social", que aborda el tema del inconformismo y la abolición de la esclavitud, a través de inspiración épica y un lenguaje audaz y dramático como en los poemas: Vozes d'África y Navios Negreiros, de la obra Os Escravos (1883), que quedó inconclusa.


Navíos de esclavos (Navíos negreiros, en portugués)


IV Era un sueño dantesco... el alcázar La de las luces enrojece el resplandor. En sangre para bañarse. Choque de hierros... chasquido de látigos... Legiones de hombres negros como la noche, Horrendo baile...


Mujeres negras, colgando de las tetas Niños flacos, cuyas bocas negras Riegue la sangre de las madres: Otras chicas, pero desnudas y asustadas, En el torbellino de espectros arrastrados, ¡En vano la angustia y el dolor! Y la orquesta irónica y estridente ríe... Y de la ronda fantástica la serpiente Haz espirales locas... Si el anciano jadea, si resbala en el suelo, Hay gritos... el látigo chasquea. Y volar más y más alto...


Atrapados en los eslabones de una sola cadena, La multitud hambrienta se tambalea, ¡Y llora y baila allí! Uno delira de rabia, otro enloquece, Otro, que el martirio de los brutos, Cantando, gimiendo y riendo!


Sin embargo, el capitán manda la maniobra, Y después de contemplar el cielo que se despliega, Tan puro sobre el mar, Dice del humo entre las densas brumas: "¡Agiten fuerte el látigo, marineros! ¡Haz que bailen más!..."


Y la orquesta irónica y estridente se ríe. . . Y de la ronda fantástica la serpiente Haz espirales locas... ¡Como un sueño dantesco vuelan las sombras!... ¡Gritos, ayes, maldiciones, rezos resuenan! ¡Y Satanás se ríe!...

Trabajadores en plana faena del traslado de los restos de Castro Alves.


Con “Poeta do Amor” o “Poeta Lírico”, la mujer no aparece distante, soñadora, intacta como en otros románticos, sino una mujer real y sensual.


También fue el “Poeta de la Naturaleza”, como se puede apreciar en los versos de “No Baile na Flor” y “Crepúsculo Sertanejo”, donde alaba la noche y el sol, como símbolos de esperanza y libertad.



Fuente: EBIOGRAFÍA (TRADUCIDO AL CASTELLANO POR ARCÓN CULTURAL)

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