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Arcón Cultural

Letras: JUDITH CARTAGENA y otros

Actualizado: 1 feb 2022

BLASÓN

por ALEJANDRO AZAG




















En la juega, el agite, el brinco, la peripecia.. una astuta línea recta resplandece en ti, eres hijo de incontables victorias, heredero de cazadores de hombres, nunca uno de ellos falló, te crearon, te críaron, te alimentaron, te salvaron, te enseñaron a hacer lo mismo.. tu sangre es su sangre; no mires más abajo, confía en ellos que están en ti, confía en esto.. mira de frente, párate firme, enciende el fuego de tus ojos, de tu mente.


RETORNASTE EN LAPIDA

por NUBIA CASTILLO VALENCIA















Eres una tristeza mortal,

vienes con un cansancio insalubre,

te pones a salvo apenas ves el peligro,

me dejaste a la deriva, en la sombra.

Tu corazón olvido a la compañera

y la dejaste en la desventura

ocultando la verdad,

con un matiz de veneno.

A otra tiendes tu mano,

mas, de esa otra planta

brotan lamentos, porque

allí también le ocultaste el sol.


CANTO POR LA DIGNIDAD

por MARÍA DEL CARMEN RESTREPO QUIROZ
















Soy todos los tiempos,

¡Uyayay!

Hacia adentro, hacia afuera,

inspiración, expiración, instante.

Respiro cóndor, exhalo águila,

traigo la política de la mariposa

en el alma del universo entero.


Yo Abya Yala,

¡Uyayay!

Amanecer del padre sol, plenilunio,

como luciérnaga, voy ungida con la chispa divina, en mi vientre

llevo colores siderales.


Yo, Wilka niña, Wilka mujer, ofrenda traigo entre mis manos,

el elixir para la sed de justicia.

Soy gobernante de mi misma, medicina para mis dolores cardinales.

Voy sembrada de agua fresca, ciencia antigua, resurrección de maíz.

¡Uyayay!

Yo, bruja indómita, aromada con sabor a coca y a miel de caña.

Una rana me habita, salta y se aleja por el horizonte cósmico,

lleva la tejedura de los antepasados, donde guardo la riqueza de Patria.

Planeo mi libertad,

¡Uyayay!

Como ojo de águila, hasta la hondura de quedar sin plumas para renovarme.

Voy y vengo para encontrar todos mis huesos insepultos,

hasta la alegría de ser esa vieja loba, que canta en el invierno.

Vengo húmeda de sangre seca, mi lengua es el alfabeto donde navegó el olvido,

soy flecha inca, mujer que ¡Uyayay!,

rasga el dolor del continente americano.


A MIS ARBOLES

(Jotabé Cúver dodecasilabo )

por GERARDO MARÍA PÉREZ GIRALDO, "EL POETA DE LA EDAD DE ORO"

















I


Acaban bosques para sacar madera,

después les prenden fuego con la mechera.


Con sus brazos extendidos dan frescura

bajo raíces haré mi sepultura,

que será sabia para alentar su altura

y del sol recibiré su calentura.


Los árboles protectores de los suelos

ceden a hermosas aves alzar sus vuelos.


Al bosque le destrozan su cabellera

queman sus manos verdes como basura,

contaminando el aire de los abuelos.


II


Acaban bosques para sacar la vera

del camino que señala la barrera.


Con sus brazos extendidos dan pasión

a los hombres que no tienen comprensión

desconocen que sufren la depresión

mueren por las garras de la subversión.


Los árboles protectores de los cielos

aportan sus frutos para los polluelos


Al bosque le destrozan su pradera

contaminan el aire por la aspersión

y causan el secamiento de riachuelos.


SE CONOCEN

por IBAN DE JESÚS ALARCÓN MARÍN, "GATO 777"















A ella le gustan

los hombres con el poder

en su báculo central erecto

y un básio abismal mental,

a él le gustan las cálidas

de dialecto alucinógeno,

con una comprensión nimia

de la sensibilidad tardía.

A ellos les gusta la misma Canción,

esa que deja mucho que decir

de ambos y habla de lo hijo de putas

que pueden llegar a ser.


CANTO AL HUERTO

por JHON JAIRO SALINAS






















En el huerto vuelan juntas

las semillas/

y las nueces aparecen

en la tierra morena,

como libélulas bailarinas danzando en las manos

de intrépido agricultor.


Glamoroso luce el girasol.

Tiesa y maja se afana la azucena

"Sobre la fresca lechuga;

y en la blonda hoja de la col,

reposa un pequeño caracol".


Mariposas monarcas revolotean

en el campo florido, de verduras y hortalizas/

ellas extienden sus alas coloridas en los huertos divertidos.


Patitos y gallinas corretean

en el huerto del viejo agricultor...

inquietos los cerditos dejan venir sus chillidos...

vaquita dormida

en pleno verde pasto

dando la lechita

para el niño desvalido.


Fecundada la semilla,

unge al agricultor,

luz de sus frutos,

dilate hermoso día.


En su huerto

brilla la verde habichuela,

el rojo fríjol,

tan fecundo y humilde,

como agreste y sencilla

la hidalga patata,

galante y coqueta remolacha,

con traje morado

florece en delicioso bocado.


El agricultor hace de su huerto

una convención de repollos, acelgas, cebollas, y pepinos...

son partitura...

ensalada de fresca ternura...


Danzan los pimientos,

ríen las patatas

en la morena piel de la tierra...

Sabor a guayaba, olor a menta, sueño de luna, canto a canela...


La vaca y el torito

dejan ver sus primores

en el césped.

Una garúa presente

en el fresco verdor de la pradera.


Suavemente la garza

posa en el arroyo

como dama glamorosa, recorriendo en silencio

el arcoiris primaveral.


En las mañanitas del alba,

el agricultor pinta sus versos

en tornasolado huerto.


¡Que viva la paz en los huertos!

¡Un olor a tierra enamora la vida!

¡Inclinemos la paz en la agricultura!

Hasta caer en el regazo

de íntimo y amoroso clavel...


PAISAJE LÓBREGO

por MARÍA VICTORIA RAMÍREZ RIVERA





















Me llevaste al inframundo,

le vi la cara a la muerte,

comprobé el dolor,

la oscuridad me rodeó.

Deambulé en la penumbra,

todo era lóbrego, triste.

Extraño hallar impulso

en la turbiedad,

dejar atrás todo lo que dolía,

tomar alguna vez las riendas de mi vida.

Aprender a mirar en la turbiedad,

dejar atrás ciénagas, bruma, aflicción.

Sentir estar viva, moverme,

descubrir que había algo más,

la intensidad dentro de mí,

un hervor que sacudiría

hasta la última fibra.

¡Qué cosa la vida!

Salir de la oscuridad,

tener ánimo,

poder vibrar

y a la muerte mirar de frente.


SOLLOZO

por JUSTO WALBERTO ORTÍZ SEVILLANO












Sentí en todo mi esquelético cuerpo su desgarrador llanto. Era admirable y desproporcionado como podía mantener la pasmosa calma en un momento de perturbación. Sin embargo, pronto la sudoración impregnó toda su lozana piel; creyó seguro que me sumergiría de cualquier modo y me apoderaría de ella frenéticamente, hasta caer sin aliento. Fue algo furtivo. No hubo más remedio que sollozar en mi asombro. Su gemido acompañó al silencio. Supo que recobraba la sensibilidad de su cuerpo, finalmente apresó su sollozo.


MEMORIAS

por ALEXÁNDER GRANADA RESTREPO, "MATU SALEM"














En el Libro de las Memorias de los que piensan en el Nombre del señor, se halló este escrito:

No prosperará la lagartija, si las hormigas no pasan por su lado. No prosperarán las moscas, si el mundo deja de querer ser corrompido.

Y más adelante, en el capítulo de los enamorados, en buena grafía, decía:

Gracias a las obedientes moscas, pude conocer lo putrefacto que tenías el corazón.

Entonces, te perdono ¡ arrodíllate ! teme e invoca el Santísimo Nombre del Señor; su presencia bastará para que seamos limpios como perlas, y podamos amarnos y ser uno.


LOBA

por JUDITH CARTAGENA OSPINA*
















Soy aquella que corre tras su pellejo

En búsqueda implacable de verdades

Cansada de medias,

busco enteras todas las naranjas.

Soy quien lleva su niña a flor de piel

y su anciana a lomo de dilemas.

Cabalgo en alas de concordia

y vuelo en fervor del céfiro.

Mi batalla es guerra fría

y uso espada de cristal,

hiero desde la transparencia que poseo.

En este camino impuesto

mi bandera libre se ondea

hacia el viento de la verdad.

Y su color tiñe el son de la vida,

interpretado en la orquestación de mi destino.

Llevo pelaje para el helaje del día cruel

Me despojo cuando la calidez

abriga mi ensueño.

Relato los cuentos que me pide el camino

y amiga soy de cuanto gnomo hallo a mi paso.

No me embelesa la falacia,

ni me detiene la llaga.

Al contrario,

Impulsan mi ritmo.

Vuelo porque me salieron alas

y nado en las profundidades del abismo.

Anego mi voluntad cuando alguien la merece

aunque traspiés en ello hubo.

Ahora canto, vuelo y cabalgo

como jinete de anarquista paso

En los finos senderos de mi alma,

mientras este chacal,

conmigo vaya.


*Judith Cartagena Ospina.

Seudónimo: Jotika69

Celular: 3217848975


Periodista con una trayectoria de 25 años, directora y fundadora de La Chambrana-Radio, plataforma virtual cuya premisa es "Nutrir la conciencia desde el ejercicio de Informar", generando contenidos que contribuyan a la concientización de la audiencia en todos los aspectos posibles, desde allí realiza gestión cultural para el Eje Cafetero, Valle del Cauca y otras regiones de Colombia y el mundo. Desde el año 2017, ha concentrado la tarea en fortalecer alianzas y crear espacios en los que se visibilice la gestión cultural realizada por diferentes gestores, colectivos y artistas a través de la plataforma, por ello ha diseñado y sigue haciéndolo, una programación que día a día se nutre con más espacios en los que busca mostrar esta labor a lo largo y ancho de la geografía nacional, gracias a la audiencia que día a día cautiva gracias a los contenidos. En la actualidad la plataforma cuenta con una franja exclusiva de martes a viernes de 7 a 8 de la noche en sonde diario emite diversos programas en los que se visibiliza la vida y obra de artistas y cultores de la región.


ALGUNAS ALIANZAS


Fundación Juana Domínguez de Sahagún Córdoba, La Feria Latinoamericana del Libro Cartagena de Indias, Asorbaex España, Red de salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, Asociación Crisálida Poética de Cartago, Escritores Vallecaucanos de la ciudad de Cali, Coffe Latín Art de la ciudad de Armenia, fundación Soñarte Cartagena, Fundación América en mi Piel del eje Cafetero, el movimiento literario Los Poetas de la Calle, Feria Latinoamericana del libro y el autor de La Villa del Rosario, entre otros; le permite visibilizar todos los contenidos en otras regiones de Colombia y el mundo, permitiendo una excelente labor de divulgación y promoción de la actividad cultural.


Realiza labores como asesora de comunicaciones de la Fundación América en mi piel, fundación Juana Domínguez, movimiento literario Poetas de la Calle, embajadora cultural Mujer Girasol y Artepax en igualdad de ASORBAEX de Madrid, Coordinadora del Parlamento Internacional de escritores, Miembro honoraria asociación Crisálida Poética, integrante colectivo Escritores Vallecaucanos, directora de Proyectos de Comunicación y Difusión Global plan de cohesión en la Literatura, Arte, Cultura y Sociedad de la Red Internacional Mujeres y Hombres Girasol Asorbaex España.


ALGUNOS ENLACES DE NOTAS Y PARTICIPACIONES LITERARIAS



Autora de varias obras, artículos y conferencias.

Nardo para Ellos (editado) Entrelíneas (editado), Arenas Blancas(inédito), Brisas de Mayo (inédito), Instantes Inaplazables (inédito), Mi Verso mi Vida (inédito), Trazos de Existencia (Inédito), El Balcón de la Montaña (inédito), Mi Pa que no era mi Pa, pero era mi Pa (inédito).


Conferencias: La reinserción de la Mujer, invitada por la secretaria de la mujer de Barranquilla al di internacional de la Mujer. La mujer en los medios de comunicación, la mujer y la virtualidad, las redes como camino de los medios, el Verso como camino de restauración, La poesía como herramienta de sanación.


Toda esta gestión plasmada desde la plataforma virtual de La Chambrana https://www.facebook.com/lachambranaradio/ y en el canal https://www.youtube.com/channel/UCVmtYbjDHFW2YqL-VyeFO7w



Videos, cuentos y ensayos



Segmento de la presentación de Palabra Desatada, antología de ¡UYAYAY! COLECTIVO POÉTICO

por ELISA TATIANA CASTILLO BURGOS


LA NOCHE ME ABRAZA

(ENSAYOS LAGARTO)

por RUGE


Colección Pictórica

(Selección de obras)

por YANINA CERIANI


Declamación

(AQUELARRE POÉTICO, 21 - 10 - 2021)

por EMMA MARULANDA



Herencia

(Proyecto ganador de la 9ª Convocatoria de Estímulos 2020 - Investigación en el campo del Arte y la Cultura Beca otorgada por la Secretaria de Cultura de Pereira)

por JAMES LLANOS GÓMEZ



SÍ, ESCRIBO DESDE EL HOSPITAL

por CARLOS ALBERTO AGUDELO ARCILA


A Miguel Antonio Gualteros Forero,

amigo de ayer,de hoy,

siempre en mi memoria...


No pensé escribir la presente columna ya que en estos momentos me encuentro delicado de salud en el hospital Santander de Caicedonia Valle, donde la atención de los médicos y enfermeras, como también el servicio en general han sido extraordinarios. Espero ser remitido a un hospital de Tuluá, de Cali o de Sevilla. Alejado en cuerpo de todas las personas que quiero, no se me permiten visitas, que me quieren. Desde esta experiencia única, aprecio más la existencia, mi vida, tu vida, el día, la noche, el amanecer. Me enternece el murmurio, escucho la palabra y amo el silencio.


No me doblego, voy de la mano de cada instante que pasa. Miro cuanto no he sido, cuanto he sido. Observo a quienes me han odiado por ser escritor, por ser poeta, con amor, con compasión. La vida verdadera no es ser poeta, escritor, médico, abogado, profesor, latonero o una infinitud de etcéteras, no.


La realidad existencial consiste en ser el norte, el sur, el centro de nosotros mismos con alegría total. Si usted se siente soberbio en su profesión tiene todo su derecho a ejercer la estupidez, allá usted con esa manera indigna de no darse un puesto mínimo en la sencillez de la vida. Me conmueve todo ser que canta, el rocío y el polvo. Por esto soy poeta, por esto no soy poeta. Por esto soy solo un punto que algún día alcanzará su sentido único de ser punto final. Por el momento digo un SÍ como himno a la existencia. SÍ a todo mi entorno. Sí al mutismo. Sí a la palabra. Sí al paso de la lagartija sobre una de las paredes de esta habitación. SÍ a la sombra. SÍ a la luz. Sí VIDA. Todo no existencial me es indiferente, insoportable.


Esta circunstancia que en estos momentos vivo no menoscaba, en lo mínimo, mi amor a la existencia. Se teje la vida de esto, aquello, del dolor y la alegría. Estoy enfermo, pero a la vez optimista y este optimismo se conjuga en felicidad. No tengo derecho ante mí mismo de dejar de decir algo, de darle voz de aliento a los enfermos, de comunicarle a quienes tienen buena salud que los felicito y que sepan apreciar el instante con su nada y todo.

Gracias médico Héctor Fabio Saldarriaga porque por usted estoy aquí salvando mi vida, gracias a Leydi Caterine Álvarez Sánchez, quien empujó con su carácter férreo para llevar a cabo esta labor. Gracias al señor alcalde de Caicedonia Carlos Alberto Orozco Franco, por su apoyo incondicional, gracias al gerente del hospital, psicólogo Jorge Alberto Zuluaga F, por su gestión especial, gracias a los médicos, enfermeras y al servicio en general por su extraordinaria eficiencia.


Gracias a mi esposa Margarita Sánchez Acevedo por permanecer siempre a mi lado con su amor infinito, gracias a quienes conforman mi hogar. Gracias a Eucaris Agudelo, mi prima, mi hermana, por su entrega incondicional. Gracias a mi hijo Mario Alberto, que en estos momentos permanece atento a mi enfermedad. Gracias a los amigos tan especiales como son Umberto Senegal, extraordinario escritor y poeta, Alfonso Salazar Saray otra amistad que cuento en los dedos de mis manos. Al profesor de la universidad del Quindío Gustavo Pinzón, también atento a mi proceso. Gracias Manuel Velasco, quien es un pozo cristalino de la amistad. Gracias Harvey Barrera, primo como pocos.

La vida sigue conmigo, sin mí. Este es el proceso lógico. No obstante, en esta lógica hay esperanza, el deseo de seguir con vida. Saber que mis ojos aprecian un nuevo amanecer con sol o lluvia. Entender, con alegría, que tengo un hermano, Hugo Agudelo, quien superó una enfermedad grave. Que tengo nietas y bisnieto que amo, trato de comprenderme a lo máximo, sin filosofía alguna, con lo elemental de cada segundo, con la grandeza de absorber el mundo a través de una mirada compasiva, de ver el vagar de un animal entre la senda diaria.

Sí, desde el hospital escribo porque soy escritor, porque soy poeta, porque soy vida, porque tengo derecho a no ser cuanto digo ser o ser cuanto deseo ser. Se debe hacer mucho o nada, dejar que el vacío llegue, caer en él y danzar mientras vamos hacia el dormir eterno. Eso sí, no tengo por qué dejar de escribir así me encuentre en una de las peores circunstancias de mi vida.


Escribo esta columna desde el hospital con esfuerzo máximo. Descanso unos minutos, la página me llama, reinicio mi labor y vuelvo a descansar, tengo que seguir escribiendo. Me es imposible no hacerlo. No acepto que alguien que se llame escritor o poeta saque disculpas mediocres para no escribir o no leer.


Sí, escribo este artículo desde el hospital, descanso. El intermedio me da para reflexionar sobre esta semana última, saber que soy un afortunado, la vida me entregó salud por mucho tiempo ahora no me puedo quejar, sería un desagradecido con quien tanto me ha brindado: el canto del nuevo día.

SÍ, escribo desde el Hospital Santander de Caicedonia Valle, con fe de seguir con vida, o si no gracias vida por toda su grandeza, sin demagogia alguna, por su talante al entregarme la madera donde no supe ser digno de plasmar tus pasos con altura. La vida continúa, así de sencillo. Quisiera que las lágrimas que ahora brotan de mis ojos se conviertan en rocío para que llegue el ave matutina a traerme la buena nueva de que sigo vivo.

SÍ, escribo desde el hospital, que continúe sucediendo el milagro de la vida en mi vida, en tu vida, es mi mayor deseo.


(Columna publicada originalmente en el portal EL QUINDIANO

y transcripta por expresa voluntad del autor)


LA MADRE DE LA GELOSLOGÍA

por CARLOS ALBERTO VILLEGAS URIBE


Desde la perspectiva de la investigación protagónica que promueve la implicación del sujeto investigador en los procesos de indagación de la realidad, el presente artículo pone en valor mi narrativa vital y los aportes de la fallecida catedrática española Ana María Vigara Tauste en la consolidación de la geloslogía como una disciplina de las ciencias sociales que investiga y da razón del entramado biológico, psicológico, sociológico y semiótico de la risa simbólica (geliá) como constructora del sujeto y la sociedad.


Registrar la presencia de El Cartel del Humor en el Quindío significa señalar de nuevo la importancia de las iniciativas sociales y la miopía institucional para apoyar actividades culturales que buscan transformar la precaria realidad simbólica de nuestros pueblos.


El Cartel del Humor tiene una trascendencia histórica nacional en la caricatura gráfica —caricatografía— equivalente al movimiento nadaísta en la literatura colombiana. Y su quehacer tiene estrecha relación con el departamento del Quindío no solo porque algunos de sus integrantes éramos quindianos sino también por actividades como el Festival Mundial de Humor Gráfico Calarcá 89, calificado por el Magazín dominical de El Espectador como uno de los eventos culturales más importantes realizados en Colombia en la década de los ochenta, o la existencia en Calarcá de la Escuela de Comunicación y Creación Visual Taller Dos.


La creación de El Cartel del Humor fue liderada por el químico y caricatógrafo quindiano Jairo Peláez —Jarape— y el ingeniero mecánico y caricatógrafo bogotano Germán Fernández —Fernández— como una disidencia del Taller de Humor que fundara la caricatógrafa bogotana Cecilia Cáceres —Cecy— en el programa de diseño gráfico de la Universidad Nacional de Colombia y que promoviera Bernardo Rincón —Rincón— y mangoneara Jorge Grosso —Mugrosso—.


El Festival Mundial de Humor Gráfico Calarcá 89 se consolidó a partir de una iniciativa que el colectivo de caricaturistas gráficos El Taller de Humor y la gestora cultural Gladys Molina promovieran en homenaje a Jarape: «La Fonda del Humor». En esa ocasión tuve la oportunidad de discutir con Germán Fernández -Fernández-, en la casa de la Cultura de Calarcá, una taxonomía sobre el arte de la caricatura que después desarrollaría en la tesis de mi maestría en comunicación, de la Universidad Tecnológica de Pereira, con el título “La caricatografía en Colombia: Propuesta Teórica y Taxonómica” y posteriormente afinaría en la tesis doctoral «Psicogénesis de la risa, la risa como construcción de cultura» bajo la tutoría de la ya fallecida catedrática española Ana María Vigara Tauste en la Universidad Complutense de Madrid.


Del arduo trabajo que constituyó elaborar bajo la orientación exigente y calificada de Ana María Vigara una teoría integral sobre la risa, que terminó siendo calificada Sobresaliente cum Laude, ofrece testimonio Joaquín Aguirre, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y director de la revista literaria Espéculo en el monográfico Humor y Comunicación, dedicado a la memoria de mi tutora:


«Recogemos aquí también el artículo publicado en la revista por Carlos Alberto Villegas Uribe —que se sentirá orgulloso de ser considerado su «discípulo» y amigo, humorista gráfico colombiano que llegó a España para que Ana le dirigiera su tesis sobre el humor— con el título “El aporte de Ana María Vigara Tauste al nuevo paradigma de la caricatura. Semiótica, caricatografía y narrativa vital” (2007). La presencia de Carlos Alberto en España, en la Universidad Complutense, fue tan estimulante para él como para todos nosotros, incluida Ana. Disfrutaron ambos de un trabajo, intenso y dedicado, en algo que les motivaba profundamente: el humor. Tengo grabada la imagen de abrir la puerta del despacho y verlos, cada uno a un lado de la mesa, discutiendo sobre el desarrollo de la tesis doctoral.”

En el artículo citado por Joaquín María Aguirre yo había escrito:


Una necesaria declaración de pertenencia


Como lo afirma el teórico ruso Alexander Luria: “El lenguaje duplica el Mundo”. Sin embargo, habría que acotar también, para profundizar su hallazgo, que el lenguaje recrea el mundo. De esta forma el signo como instrumento de pensamiento y de creación de realidades no se agota en la simple función denotativa, sino que se prolonga en connotaciones sucesivas (función semiótica) que amplían las posibilidades de representación hasta niveles complejos que llevan al signo a estructurarse en metacomprensiones superiores que le permiten al ser humano trasformar ese mundo.


En primer término es necesario aclarar para el lector que la denominación de metacomprensiones la entenderemos en el presente contexto como el acumulado semiótico objetivado que permite dar cuenta de las categorías, propiedades y leyes que caracterizan, condicionan y definen cualquier fenómeno. La metacomprensión es, entonces, el resultado de un conocimiento que no se agota en la empiria, pero que se sustenta en ella, la cuestiona y la reevalúa, para dar cuenta de la realidad.


La metacomprensión se objetiva en distintos medios, se convierte en tradición académica, en instrumento del pensar que escapa al tiempo y al espacio para propiciar acumulados históricos sobre actos, procesos y discursos conscientes de la especie humana sobre la naturaleza. Además, propicia líneas de investigación y genera campos de indagación para aumentar las fronteras del conocimiento. Toda disciplina académica es, desde la anterior perspectiva, una metacomprensión, pero lo son también todos los saberes sociales incorporados que un grupo de interés enriquece y comparte mediante objetivaciones para operar en el mundo.


La risa como fenómeno humano —que posibilita la construcción de estructuras mentales de nivel superior, impulsa la construcción de sujeto, favorece la socialización y facilita la creación de sentidos alternos— constituye una de esas metacomprensiones que encuentra escenarios propicios en la reflexión académica, tanto de las ciencias básicas o exactas —a través de la neurociencia—, como en las denominadas ciencias sociales.


En esta oportunidad me referiré —desde esas metacomprensiones del ámbito de la comunicación— a los aportes que Ana María Vigara Tauste —profesora del doctorado La lengua, la literatura y su relación con los medios, en la Universidad Complutense de Madrid— ha realizado a la estructuración de un nuevo paradigma de la caricatura y su taxonomía, campo del saber que demanda nuevos términos para denominar la novedosa representación de ese ámbito de la risa.


Por lo tanto, este ensayo, además de las argumentaciones propias de este tipo de texto, incluirá desarrollos de narrativas vitales que dan cuenta de las inducciones, deducciones y abducciones en tiempos y espacios pertinentes que llevaron a la nueva taxonomía, sus respectivas denominaciones y los sucesivos aportes que sugirieron los textos de la investigadora española.


Una narrativa vital y una pregunta hermenéutica como antecedente del encuentro con las propuestas de Vigara Tauste.


Desde las aulas de mi formación profesional una de las áreas de interés fue la semiótica como teoría comprensiva de los signos, los códigos y las estructuras del lenguaje que permitían la comunicación entre los seres humanos. Y dentro de estos lenguajes, el interés por el lenguaje gráfico que cobraba importancia en Latinoamérica a través de los análisis críticos de la historieta. Mattelard y Roman Gubern descifraban las estructuras comunicativas e ideológicas que se ocultaban en la aparente simpleza de las narraciones y de la ingenuidad de los personajes caricatográficos.


Índices, iconos y símbolos aparecieron como una triada conceptual exponencialmente compleja, pero útil, que se releían en personajes, viñetas, globos de diálogo y de pensamiento, onomatopeyas, cartuchos y apoyaturas como códigos gráficos denotativa y connotativamente válidos para constituir relatos y metarrelatos.


Sin embargo, sólo fue hasta el encuentro directo con los creadores de narraciones gráficas, al final de la década del 80, que mi interés en la semiótica gráfica derivó a las posibilidades de categorización de ese universo simbólico ofrecido por los entonces denominados caricaturistas colombianos. En 1986 los miembros del Taller de Humor de la Universidad Nacional de Colombia, creada por la diseñadora gráfica Cecilia Cáceres -Cecy- y liderado por Bernardo Rincón y Jorge Grosso, llevaron al Quindío La Fonda del Humor, una exposición en homenaje a un quindiano integrante del grupo, Jairo Peláez Rincón -Jarape-. Este evento liderado por Gladys Molina permitió que conociera a Germán Fernández al caricatógrafo del Taller de Humor que con mayor interés había intentado comprender las distintas expresiones de lo que ahora denomino, en el nuevo paradigma de la caricatura: la caricatografía.


Entonces un diálogo fluido en torno a la producción de la gráfica humorística colombiana y la pregunta por una taxonomía comprensiva de sus diferentes expresiones afianzó la amistad con Fernández. A lo largo de varios años esa pregunta de indagación acompañó mis desempeños profesionales en la educación superior y la comunicación institucional.


De hecho me integré en la Asociación de Caricaturistas Colombianos Cartel del Humor, sociedad protectora, que surgió como disidencia al Taller de Humor, en parte motivado por la posibilidad de conocer, en una actitud de investigación protagónica, los procesos creativos de estos artistas gráficos.


Así que mientras participaba con ellos en la fundación del Cartel del Humor, instituíamos el pabellón del humor y se fomentaba la fisonomía caricatográfica en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, participaba de eventos como Hacienda Haciendo Humor, en los centros comerciales de la capital. Dejaba constantes espacios para el conocimiento directo de los tipos de expresiones de los caricatógrafos asociados y sus procesos creativos. Así conocí el concepto de humor manejado por el infatigable y saquisastémico Jarape. Descubría en los arco iris de Elena Ospina, la ternura como una fuente de placer a la que no hace referencia Freud. Intentaba entender el concepto del caricatógrafo como profesional en las audacias de Vladdo. Captaba el concepto de predominio en la especialización de Linares como Fisonomista Caricatográfico. El concepto de consecuencia ideológica en la caricatografía política de Calarcá. La belleza surrealista del Hombre que Imaginaba en la tira cómica de Azeta. Las posibilidades de la síntesis en las disyunciones caricatográficas de Sergio Toro. La polivalencia de la línea como herramienta de estilo en las manos de Diego Toro. La plasticidad y la violencia creativa en la propuesta gráfica de Pinto. Las demandas de lecturabilidad occidental en el humor gráfico de Fernández. Las fortalezas y limitaciones de cada uno de ellos en los diversos géneros caricatográficos.


En el 89, en el contexto de la organización del Festival Mundial de Humor Gráfico, realizado en Calarcá, como uno de los eventos de la década, presenté ante los organizadores un ensayo taxonómico que establecía cinco hitos de la caricatura en Colombia. El ensayo que se apoyaba en la revisión caricatográfica liderada por la pintora colombiana Beatriz González en la colección del Banco de la República: “Historia de la Caricatura en Colombia”, fue publicado por el Diario La República bajo el título: “Apuntes para clasificar la Historia de la Caricatura en Colombia.”


Acicateado por el interés en la caricatografía como fuente de comunicación humana inicié la Maestría en Comunicación Educativa. El estudio de las muestras caricatográficas me llevó a interesarme en la risa como sustrato esencial de la caricatura. En ese entonces todavía no sospechaba la taxonomía que la indagación permanente del corpus gráfico y teórico habría de sugerirme. La aparición de un clásico en las manos del maestro Calarcá: La risa, de Bergson, y la obra Filosofía de la risa y el llanto del filósofo Alfred Stern que llegó a mi biblioteca a través del crítico literario Carlos Castrillón, sumado al tradicional trabajo de Freud: “El chiste y su relación con el inconsciente”, dieron pábulo a cavilaciones iniciales sobre los mecanismos de la risa. Estas obras abrieron el camino a las reflexiones de Aristóteles, Lipps, Kant, Schopenhauer, entre otros.


A medio camino de mis tesis de maestría encontré en la Revista Espéculo No. 10 de la Universidad Complutense de Madrid el artículo de Ana María Vigara Tauste: “Sobre el chiste, Texto Lúdico”, correspondiente al capítulo I de la obra El chiste y la comunicación lúdica: lenguaje y praxis. En él, la investigadora en medios de comunicación establecía las notas características de este género humorístico y establecía las coordenadas del humor, lo cómico y lo humorístico, apoyándose en los aportes de diversos cultores españoles del chiste oral y gráfico.


Mis indagaciones habían sugerido ya que la relación entre risa y la caricatura mostraba una serie de expresiones mediáticas que tenían como finalidad hacer reír a pretendidos receptores, pero que escapaban a la clasificación gráfica. Entonces Vigara, en el ejercicio de establecer los límites conceptuales entre el humor, lo cómico y lo humorístico, para apoyar sus argumentaciones, deslizó un concepto de Wenceslao Florez que corroboró la orientación de mis indagaciones:


El humor es, sencillamente -dice Wenceslao Fernández Flórez-, una posición ante la vida»; y no, «como vienen sosteniendo los filósofos, una variedad de lo cómico, sino un fenómeno estético más complejo, un proceso anímico reflexivo, en el que entra como materia prima e inmediata el sentimiento de lo cómico en cualquiera de sus múltiples formas». Podemos, pues, «utilizar el vocablo ‘humor’ para designar el sentimiento subjetivo, y reservar para sus manifestaciones objetivas el nombre de ‘humorismo’. El ‘humor’, pues, será para nosotros una disposición de ánimo, algo que no trasciende al sujeto que contempla lo cómico, y llamaremos ‘humorismo’ a la expresiónexterna del humor, mediante la palabra, el dibujo, la talla, etc.».


Ana María Vigara, en su argumentación brindaba la espada conceptual para romper el nudo gordiano de todas las otras expresiones que pretendían hacer reír a unos posibles receptores y que no se agotaban en lo oral y lo gráfico. Además separaba la capacidad de su vecino de asumir de manera positiva la vida (buen humor) a la persona que en una actitud volitiva y haciendo uso consciente de los mecanismos de la risa, busca la externalización de una emoción humana que se expresa desde el caquino, pasando por la sonrisa y el cascabeleo, hasta alcanzar -si se lograba- el hipido. Para Ana María, “En su tercera acepción, la que nos interesa desde el punto de vista del chiste, humor pasa a ser una actitud en acción, dirigida también en una sola dirección, la positiva, y con pretensiones cómicas; en la realidad del uso, «humor» especifica en esta acepción al sustantivo, con un significado equivalente al del adjetivo humorístico: «literatura de humor», «revista de humor», etc.”


Desde esta comprensión del humor como una actitud en acción, Ana María brindaba un camino para diferenciar las distintas producciones humanas originadas como un acto de voluntad que cumple la función social de hacer reír. En consecuencia la disertación de Ana María permitió extender el concepto de humorista al de caricaturista como aquella persona que poseyendo una especial manera de enjuiciar, afrontar y comentar las situaciones con cierto distanciamiento ingenioso, burlón y, aunque sea en apariencia, ligero; hace uso de ella con clara intención de resultar cómico o, al menos, de que tal disposición se le reconozca públicamente y se disfrute (otros disfruten) de ella. Desde la lectura ampliada de la propuesta de Ana María Vigara Tauste, el caricaturista es aquella persona que con una actitud de acción hace uso de recursos comunicativos (signos y códigos estructurados) y de diversas posibilidades expresivas (escritura, voz, sonido, medios audiovisuales, esculturas o tallas, y gráficos) para cumplir su propósito.


La investigadora española brindaba desde su lectura de intención comunicativa elementos conceptuales de fondo para comprender la función social del caricaturista y redefinirlo desde una mirada holística. Esta lectura le aportaba la voluntad creadora o suscitadora de risa, a través de cualquier medio expresivo a las funciones sociales del caricaturista que ya se habían empezado a estructurar desde la lectura de Bergson, Freud y Stern.


Con Bergson se definía al caricaturista como la persona que acentúa el movimiento de la naturaleza, de los seres y de la vida social, brindándole más fuerza, exagerándola, hasta convertirlo en un elemento automático que provoca risa o hace sonreír. Por su parte el aporte conceptual de Ana María permitía extender esta comprensión de Bergson, a aquel cultor de la risa (actitud en acción) que entiende que el lado ceremonioso de la vida social encierra lo cómico en estado latente y devela con una compleja expresión (literaria, gráfica, escultórica, audiovisual o sonora) todo tipo de fosilización y mecanización del rito que convierte lo cotidiano en mascarada social.


Sin embargo, mientras Bergson enfatizaba el carácter intelectual de la risa (globo abstracto), Stern dirigía sus comprensiones al globo emotivo (la emoción como una respuesta intuitiva al cúmulo de valores socialmente construidos) y favorecía la definición del caricaturista como un individuo esclarecido (apoyado en sus valores individuales, pero con una luminosa conciencia de los valores universales) que se ríe de la sociedad cuando esta quiere imponer como universales, valores abiertamente individuales o que responden sólo a intereses de colectivos sociales. Por su parte el énfasis teórico de Ana María Vigara complementaba la comprensión del caricaturista como un personaje inmerso en la historia de su pueblo y de su mundo, que evidencia lo cómico de las situaciones y provoca la risa social para castigar a los individuos que transgreden el sistema de valores universales.


La risa no se explica sin el placer, de allí la importancia de comprender también al caricaturista desde la mirada de Freud. Apoyados en las formulaciones del padre del psicoanálisis definimos al caricaturista como una persona que se caracteriza por el uso de un humor tendencioso -hostil o desnudador- para satirizar, agredir o defenderse y defender a los individuos o los colectivos sociales promoviendo un gasto anímico de coerción que provoca la catarsis social.


ADIOS TICH, ADIOS COLIBRÍ

por UMBERTO SENEGAL


“Llámame por mis verdaderos nombres/para poder oír al mismo tiempo mis llantos y mis risas,/ para poder ver que mi dolor y mi alegría son la misma cosa/.Por favor, llámame por mis verdaderos nombres/para que pueda despertar/y quede abierta la puerta de mi corazón,/la puerta de la compasión”, escribió el recién fallecido monje zen, Tich Nhat Hanh. Vietnamita. Abro ahora la puerta de su piadoso corazón. Sin palabras, como desde 2014 cuando un daño cerebral le imposibilitó a Nhat seguir hablando.


Con la presencia de un paisaje sin palabras, observado como imágenes, colores, cantos o sabores, le llamo por otros de sus verdaderos nombres: Tich colibrí, Nhat mariposa, Hanh neblina. Tich arroyo, Nhat montaña, Hanh jugosa sandía. Sé que nos escucha. Los habitantes del mundo, de ecuménicas religiosidades, le llamaron paz. Hermandad. Convivencia. Desde cuando dicho incidente lo impregnó de ineludibles silencios, Hanh se comunicaba mediante sutiles giros, dúctiles movimientos de su brazo y su mano izquierdos; flexiones de cinco dedos bosquejando, entre el límpido aire de la ancestral pagoda de Hue, naturales mudras; igual que con su expresividad facial, entretejida de reveladoras miradas. Zen del silencio, hasta fallecer a los 95 años de edad, el sábado 22 de enero de 2022.


Mientras creman tu cuerpo, Tich, tal vez algún monje de la histórica pagoda Tu Hieu, en la región de Hue, Vietnam, idóneo para discernir sermones sin palabras, sonría con expresión semejante a la de Mahakashyapa mientras Buda sostenía la flor blanca en su mano. ¿El nombre de la flor, para despertar? La palabra impronunciable. ¡Tu respiración! Respecto a su muerte, Nhat, rocío-y-alondra, previno: “No construyan una estupa para mí. No pongan en una urna mis cenizas. No me encierren ni limiten quien soy. Pero si construyen una, asegúrense de escribir un epitafio que diga: No estoy aquí. Además, pueden poner otro que declare: No estoy fuera tampoco. Y un tercero que afirme: Si estoy en algún sitio, es en vuestra respiración consciente y en vuestros pasos apacibles”. Adiós, Tich. Buen vuelo, colibrí. Regresaste al sitio del cual nunca partiste.


Aquí, en la pagoda Tu Hieu; y por senderos veredales calarqueños, continúan el verde follaje de los pinos y el apacible murmullo de arroyuelos vadeando el bosque del templo; y millones de personas que respiran y no lo saben, corren y ambicionan y sufren. Los guayacanes quindianos, Nhat Hanh, florecen amarillos. Junto a tu cuerpo, entre tu féretro de mangle abrigado con una sábana amarilla; y por la silenciosa sala de meditación decorada con ambarinas margaritas, para acentuar tan soleados matices esparzo flores de calarqueños guayacanes amarillos, mudos bienteveos gorjeándole a tu silencio mayor. Las fotos tuyas, con flores en la mano, fueron tus más reveladores sermones sobre la paz.


(Columna publicada originalmente en el portal LA CRÓNICA DEL QUINDÍO

y transcripta por expresa voluntad del autor)



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