POEMA
por CARLOS ALBERTO AGUDELO ARCILA
Estoy hecho
de pan
de vino
de fulgor
de polvo
de niebla
de sombras
No hay pasos
no hay camino
La floresta firmamento
con nubes
con centellas
a una hora cualquiera
en un tiempo cualquiera
El viento se hace sendero
donde alas
piedras
océanos
y los cien pies de la hiedra
rebasan la frontera de mi nada
SEÑALES
por CAROLINA HIDALGO
Mi perro ladraba torpe a las puntitas del reloj entrecruce de horas y fantasmas templando acordes celestes su olfato detectó el movimiento vasto de las cosas replegadas sobre sí mismas hacen un ruido extraño de piel que cede a la uña Una señal intacta del cuerpo recuperado en la modorra Mi perro tonto dio un salto sobre el minutero que no deja de bostezar la ergástula le escupió en segundos, dándole un revolcón que le envió a esconderse con la cola entre las patas
DOLORIDAD
por ALEXÁNDER GRANADA RESTREPO, "MATU SALEM"
Dolores indecibles trajo mi cuerpo hasta el alma. Quisiera irme lejos, llevarme el pensamiento, depurar algunos sueños. Dejar tirado el gastado cuerpo; conservar únicamente el cofre de las bendiciones, y poder pensar -como único residuo del apego-, que allí voy.
POEMA I
por XIMENA GAUTIER GREVE (CHILE)
Ante tal canto creador, poeta, solo puede responderte la prístina pureza del cosmos.
El rayo y el trueno ablandarían los mundos a tu paso, iluminando los sentimientos de los habitantes escondidos en esas casas de paja y barro, de ladrillos hechos con ilusiones y pensares en los meandros pardos del futuro y la esperanza.
DESTINO
por MERARDO ARISTIZABAL
Era inevitable
nuestro encuentro
turbulento
sereno
necesario.
Como arqueólogos
nos hallamos
para cavar
las profundidades
de nuestras almas
y develarnos
sus misterios.
POEMA
por EMMA DELLY MARULANDA
Mis fuerzas, aunque escasas agoto, sin lagrimas, ni murmullos de dolor, se va quedando mi mano sin intenciones, sin aliento, voy cayendo en un abismal orificio oscuro. Sin saber el porqué de mi tan irracional proceder, insisto en quedarme allí, convierto su vida en la única forma de vivir. Sus pupilas frias, cual témpano de hielo se encuentran, ¡Y yo! Buscando razones para una agresión más, en medio del caos, de la miseria y la ruina, se hunden mis dedos, se empapa de estiercol, el corazón con su palpitar más lento que nunca, me advierte el deceso. Mi carne queriendo quedarse y mi cerebro, gritando huyamos de acá.
DIARIO URBANO
por OMAR GARCÍA RAMÍREZ
Como el penitente
que masca su cigarro amargo e íntimo voy por estas calles en estos transportes colectivos cruzando estos desolados parques, las fechas no tienen importancia hoy es otro día y el sol no da espera, hay que salir y ver recorrer los rebaños..., como una fiera acecho a la sombra de sus rituales fabriles. De vez en cuando un golpe fuerte y ágil para saciar mis apetitos. Y de nuevo me interno en el bosque hasta mi burbuja acerada de flautista solitario Y desde allí hago música en la alta noche Cuando las fieras cantan y comprenden mi extraña tonada.las luces destilan un líquido de ámbares y verdes asmáticos.
Más allá de los anuncios publicitarios, los macro-bites de rubíes intermitentes
y las luces de neón que conforman el paisaje global del comercio y el capital…
Tiemblan, palpitan, las estrellas del norte.
EXHUMAR
por VALENTINA ROJAS
Asomarnos a la ventana con los ojos de quién sospecha que el ayer no es una casa vacía.
se soporta la quemadura, mentira con la que los pájaros transitan en los días migratorios
quizás el pasado sea un susurro una vertiente iluminada, hendidura del verbo.
Cómo comprender lo que parece extinguirse
de pronto, un día, llega a ser hoguera que desfila por el misterio, desenhebrando el velo de lo que no se nombra.
FUGA Y CAFE
por GUILLERMO GAMBA LÓPEZ*
Agosto de granos rojos en la Villa de las Cáscaras Tacaloa donde la esquina madura ansiosa de cosechas olor humeante de café, sabor a café, palabras del café. Rumorean los cafeteros con mente despejada. Emergen sus deseos persuasivos, emociones creativas vibraciones tormentosas en las cifras del mercado sus corazones zarandeados con café sensual y ardiente. Brillo rojo de grano y cielo paladeado en la taza del café. Calor de las mañanas, aires, aguas y soles, subliman el sabor cuidadoso trabajo cafetero con toque gourmet al sorbo ilumina el palabreo del amor perdido y el dolor con brebaje. Sabor de un afrutado y calma al desasosiego. Ternura viva en café de abuela y hombre noble Su olor intenso animado en la palabra de un país lejano reverdece su lúcida señal con guitarra y saxofón.
*Escritor de Marsella.
Hijo del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia.
Fue docente y consultor en gestión del desarrollo regional y local.
Asesor empresarial.
Ganador del Concurso Nacional de Novela Ciudad de Pereira, año 2015.
Practica el arte pictórico y dirige la empresa familiar Productos Gamba.
VIDEOS
LÁMPARAS - BANG BANG
Cantante: BILLY DÍAZ (ARGENTINA)
Entrevista
JOHANNA CARVAJAL
Plegaria (Video - Poema)
HERNÁN MALLAMA ROUX
La voz de un poeta que se hermanó con el silencio
ANDRÉS BARBOSA VIVAS
Presentación de la novela "Anónimos"
en el Concejo Municipal de Pereira
ALAN GONZÁLEZ SALAZAR
ENSAYOS, CUENTOS & PROSA POÉTICA
VAMPIROS SOÑADOS (Mibonachi)
Carlos Alberto Villegas Uribe
Ficha técnica inicial
Villegasuribe. MMMDC. 10E: MPC20, MPRC14, MSC5, MSC10, MSxDC20, MSC21, MSxDC20, MSC10, MSC5, MPC20. PU: Sangre, música, soledad, muerte, metáfora, poesía, sexo, erotismo, tragedia, mujer. PT 2.100. (Autor, Mibonachi Mixto Múltiple en Diversas Claves. 10 Entradas. Palabras Umbral. Palabras Totales).
1. MSC7 PU: Mibonachi
Mibonachi, técnica escritural para incentivar escrituras creactivas. Un aporte personal al denominado cuarto género. Condición de restricción literaria con carácter oulipiano. Restricciones consignadas en el Manifiesto del Mibonachi. Escrito en Texas University at El Paso. Aquí resumo los principales aspectos del Manifiesto. Mibonachis Progresivos Regresivos, Mibonachis Estancados, Novelas Mibonachi. Algunas de las propuestas escriturales del Manifiesto. Técnicas para textos de ficción y argumentales. Ejercicio de Literatura Potencial propuesta desde Latinoamérica. Cada mibonachi debe contener 210 Palabras Totales. El título no cuenta en la sumatoria. Los mibonachis múltiples exceden esa cantidad normativa. Pero deben respetar las 210 por Entrada. Una Palabra Umbral inaugura el ritual creactivo. Rompe el mito de la página blanca. La Palabra Umbral debe ser indefectiblemente aleatoria. Única condición que escapa al antiazar oulipiano. Lo demás, rigurosa sujeción a la restricción. Los mibonachis se definen mediante un canon. El canon determina el número de palabras. El canon, también denominado clave, es normativo. Cada oración debe obedecer el canon prestablecido. Mibonachis por Defecto aceptan rupturas del canon. Lograr uno en clave 20 lo precisa. Sinembargo, deben anunciarse en la Ficha Técnica. La Ficha Técnica es otra restricción oulipina. Debe ser planteada previamente al ejercicio escritural. Y consignarse al finalizar el ritual creactivo. Como en este prólogo: Sonatas para vampiros.
2. MPC20 PU: Sangre
Sangre. Primera impresión. Golpe al ojo. La fotografía lo insinúa. Un ejecutante perverso al piano. Detrás de esa imagen, la incógnita. ¿De qué va esto? preguntará el lector. El título quizás lo desconcierte un poco. ¿Sonatas? Pero el subtítulo: microrrelatos, le brindará la clave definitiva. Un nuevo aporte de Umberto Senegal a la minificción colombiana. Una invitación desde la sugerente portada al territorio del cuarto género. Escenario de la literatura en donde este escritor quindiano es reconocido internacionalmente. Sonatas para vampiros constituye una nueva invitación a disfrutar de su probada maestría. El título y la fotografía preparan al lector para una experiencia diferente y turbadora. La posibilidad de descubrir a través de relatos densos, de gran poesía, nuestro lado oscuro. Lectura para pasearnos alucinados por los miedos que nos habitan desde el principio de los tiempos. Los relatos exigen un lector inteligente, con la templanza suficiente para entender y alcanzar las epifanías sugeridas. Los habitantes del delirio, delhirantes, son los personajes de los parajes surrealistas y sórdidos donde acaecen los relatos. Para esos encuentros bizarros que desafían la lógica cómoda de nuestra existencia adocenada debemos preparar nuestro espíritu, nuestro entendimiento. No regresaremos indemnes a nuestro mundo habitual después de haber trasegado por este territorio de brevedad y de excelente literatura.
3. MPRC14 PU: Música
Música. Horizonte infinito. Exploración del sonido. Vínculo con la literatura. Nexo con Sonatas para vampiros. Allí, la música habita los relatos. Desde el mismo título define su protagonismo. La música no pone el acento, es fundamental. En algunas ocasiones, se convierte en el personaje principal. La música Klezmer define la estructura narrativa de un relato. En “Réquiem por todos los réquiem” alguien persigue, obcecado, un pianista. Los ladridos configuran un contrapunto a las respuestas socarronas en el caserío. “Ceremonias con mariachis” vindica la música popular mexicana y el tango de compadritos. En “Campanario” el sonido de los bronces espanta a varias decenas de gallinazos hambrientos. La música le alarga la edad a un personaje mientras interpreta vibrantes danzas judías. En la armónica, el hombre desgrana las veintiuna danzas húngaras de Johannes Brahms. Surrealismo, un personaje sueña con La catedral sumergida mientras alisa su sombrero. Los familiares de Kramplus se multiplican en los acordes de Bach. Oberturas, suites y partitas para orquesta del insuperable maestro alemán. Arpegios, crescendos y fugas enrarecen el ambiente, lo abominan. Sonidos que hielan la sangre, congelan el espíritu. Acordes de un clavicémbalo para construir catedrales. Sonatas para vampiros en una caracola. Dos zapatos huérfanos escuchan Debussy. Hasta la lluvia canta. Vibra la música. Una nota. Sí.
4. MSC5 PU: Soledad
Soledad; indescriptible vacío y desamparo. Los microrrelatos reiteran ese sentimiento. Cada personaje arrastra su cuota. Soledad ante la hermanita traidora. Orfandad del niño que grita. De la asombrada madre fantasma. Sin poder abrazarlo, consentirlo, protegerlo. Pues ella misma no existe. La soledad cuartea el ambiente. Lo pudre, lo hace irrespirable. Le imprime condición ominosa, sórdida. Un desierto de interioridades insalvables. Nocturna City lo sabe bien. Sus habitantes naufragan en soledad. Se apagan foco tras foco. Noctámbulos, solitarios, habitantes del desperdicio. Probablemente, alguno reaparecerá de nuevo. Se salvará de la soledad. Es probable, pero no siempre. De nuevo la música entreteje. Historias de soledades y canciones. Canciones de cuna para solitarios. Fade into you, de Star. Mientras Madre sale a putear. Y ella repite la canción. Los microrrelatos avanzan en soledades. Hasta los ángeles padecen ausencia. Buscan compañía en los espejos. Un niño reconstruye su padre. Con retazos de otras personas. Sólo para conjurar su abandono. Otro mitiga soledades con Drácula. Juega con el cadáver transilvano. Las ninfetas también cargan soledades. No se trata de lujuria. No son prácticas perversas, no. Disfrutan la compañía de vampiros. Un paliativo para su aislamiento. Las sonatas cantan la soledad. Esa insufrible indefensión del espíritu. Un inmenso catálogo de soledumbres. Con inequívoco sabor a sangre.
5. MSC10 PU: Muerte
Muerte, la insoportable e irrevocable presencia de la ausencia definitiva. Inquietante y arcano intersticio para que el dolor nos habite. Soledad de soledades contada y recontada en Sonatas para vampiros. Los microrrelatos del autor quindiano nos acercan al lindero sórdido. De hecho, el vampiro, como mito, es un muerto vivo. Al menos así nos lo presentan las mitologías de Occidente. Aunque en diferentes culturas existen creencias sobre estos seres míticos. Jung explicará su existencia desde el arquetipo de la sombra. Una respuesta humana a la necesidad de personificar lo oscuro. Uno de los arquetipos primordiales del inconsciente colectivo, según Jung. En Europa la palabra vampiro aparece en el siglo XVIII. Se incluye por primera vez en la edición RAE (1843). Proveniente del griego nosphoro derivó a Nosferatu, famosa película alemana. Un film mudo de 1922, dirigido por Friedrich Wilhelm Murnau. Primera película relacionada con la historia original de Bram Stoker. Novelista irlandés conocido por Drácula, la piedra angular del género. “La copa de cristal” figura entre sus relatos de terror. Bela Lugosi es uno de los actores icónicos de Drácula. Kuei-juein, kuuyketsuky, son los nombres para vampiro en japonés. Una cultura admirada por el autor de Sonatas para vampiros, también fundador y presidente de la asociación colombiana de haiku.
6. MSxDC20 PU: Metáfora
Metáfora, transformación, escenario del signo en donde son posibles las sutilezas y la multiplicidad de los significados y las significaciones. La metáfora y lo metafórico es el connatural territorio de la poesía: la palabra elaborada, trabajada para el goce estético. Opción y decisión volitiva de los seres humanos quienes encuentran en el signo y sus posibilidades comunicativas caminos de realización. La palabra polisémica y sus elevados senderos ha sido la opción vital, la elección, del autor de Sonatas para vampiros. Él puede afirmar, parodiando a Arturo Cova, “jugué mi corazón al azar y me lo ganó la metáfora”, aunque mentiría. Su vida está signada por la metáfora: hijo de una de las figuras cimeras de la literatura en el Quindío. Y un precoz autor de literatura, él mismo, cuando publicó a sus escasos 18 años el libro Desventurados los mansos. Su amor por la palabra metafórica lo llevo a ser docente de escuela y docente en la Universidad del Quindío. Es un destacado cultor del haiku, poesía breve japonesa; editor de la serie Cuadernos Negros; creador de los Cuentos Atómicos. Su personal aporte a la innovación de la minificción iberoamericana, campo de creación reconocido en literatura como “el cuarto género”. La pasión por la metáfora, palabra transformadora, es su faro.
7. MSC21 PU: Poesía
Poesía, pasaje al otro lado de la realidad, posibilidad de ser acariciado por la innombrable infinidad de colores de las mariposas. Punto de toque, arcano mágico e inefable de las palabras y las situaciones que nos dejan en el borde del asombro. La iluminación poética es el propósito final, la búsqueda de Senegal en la colección de microrrelatos incluidos en Sonatas para vampiros. Para lograrlo, Umberto recurre al arsenal de recursos que le ha brindado su vida de escritor, de artífice de la palabra. Y no importa que para conseguirlo tenga que conducir al lector al sórdido y sobrecogedor territorio donde habitan los muertos vivientes. Porque al autor práctica la contemplación, conoce la iluminación que esta práctica proporciona y confía conducir al lector a ese estado. La intertextualidad es uno de los recursos utilizados para lograr su propósito de conducir al lector a distintos planos de realidad. “En el bosque”, por ejemplo, utiliza una niña para llevar al lector desde Transilvania al lugar de pesadilla de Gregorio Samsa. “Indagaciones” utiliza un pie de página, en la mejor línea de Paul Auster, para introducirnos al territorio metalingüístico del cuento mínimo. Y en ese mismo ejercicio literario la constatación propuesta por Roland Barthes del lector como la punta indefectible del trabajo escritural.
8. MSC21 PU: Sexo
Sexo, preocupación humana; Nietzsche, el existencialista, lo definía como “trampa vital de la naturaleza para garantizar la prolongación de la especie”. El director de cine norteamericano Woody Allen con su reconocida genialidad, como “lo más divertido que se puede hacer sin reír”. También afirmó graciosamente desde el fondo de sus pretendidos complejos sexuales: “La masturbación es el sexo con una persona que amas”. Según el británico Stevenson: “Sexo, lo que sucede en diez minutos, es algo que excede a todo el vocabulario de Shakespeare”. De los seres humanos sabemos por Sonatas… que incrementan sensiblemente el placer que el sexo les provoca jugando a ser vampiros. Pocas noticias nos brinda, por el contrario, de los complejos sexuales de los vampiros y sus problemáticas relaciones con el sexo. Alguno de los Cuentos Atómicos deja clara la mórbida y escatológica relación de una vampiresa ansiosa con una suculenta compresa sanitaria. Quizás para ellos es suficiente un buen mordisco nocturno para garantizar la prolongación de la especie y con eso les baste. Tal vez Senegal comprenda esta manifiesta limitación de Sonatas para vampiros y nos ofrezca luego una versión ampliada sobre este tema. Definitivamente, este libro no es, ni pretende serlo, un vademécum para el tratamiento psicoanalítico de los vampiros; disfrútelo sólo como literatura.
9. MSC10 PU: Erotismo
Erotismo, una delgada línea de encuentro entre cuerpo y espíritu. Erotismo y sensualidad quintaesenciados, transformados en energía vital y trascendente. Energía invisible, inmedible, representada en el Kundalini por la serpiente. Evidente relación entre sensualidad, sexualidad y capacidad de atracción humana. La sombra, el lado oscuro, la energía personificada del vampiro. Indudablemente, “El vampiro es la figura narrativa erótica por excelencia”. Quizás por ello Francis Ford Coppola regresó al mítico Drácula. Película (1992) basada en la historia original de Bram Stoker. Drácula, film erótico 100%, donde el erotismo es tema protagónico. La película redunda en referencias sexuales más o menos directas. Todas las secuencias con Winona Ryder contienen alguna referencia sexual. La condición erótica y narrativa del vampiro sedujo a Senegal. Desarrolla una investigación sobre “el liubanofismo en el microrrelato”. En una investigación de mayor envergadura: “Bibliografía del microrrelato colombiano”. En Colombia, Sonatas… es el tercer libro de minificción sobre vampiros. Los dos primeros corresponden al escritor risaraldense Fernando Romero Loaiza. Uno de ellos titulado: Crónicas de vampiros. Marginalia (Imaginart Publicidad). Con este nuevo libro el Quindío ratifica una tradición narrativa. Tradición que inició en 1926 Luis Vidales con Suenan timbres. A cuyo nombre se suman Jaime Lopera y Bibiana Bernal. Así como Nelson Osorio Marín, Oscar Zapata, Hugo Hernán Aparicio.
10. MSC5 PU: Tragedia
Tragedia, esa es la cuestión. To be or not to be. Ya Shakespeare nos lo advirtió. Estar vivo es tragedia. Sonatas para vampiros lo reitera. Ser muerto viviente, mayor tragedia. Vampiro, epítome de la tragedia. Drácula, la genialidad de Stoker… ¿Qué somos, vampiros o sísifos? Ambos quizás, mitos contemporáneos redivivos. Si no fuera eso cierto. ¿Cómo justificaríamos ir al trabajadal? O este planeta diariamente desangrado. ¿Qué son capitalista y obrero? ¿Acaso no arquetipos de aquéllos? Senegal nos abre la puerta. Sus microrrelatos abundan en tragedia. Son trágicos ángeles y gallinazos. La peste de los emplumados. El campanario y el pueblo. El niño que los mira. Las ancianas que arrojan escapularios. Aquellos quienes ahorcaron al sacerdote. La fallecida sin causas visibles. El herrero que pidió rezar. El hombre arrastrándose al bote. El pueblo entero es tragedia. Y como ésta muchas historias. La maestría en el microrrelato. Una situación azarosa bien contada. Intensidad narrativa con tensión extrema. Puntos de giro para impulsarlo. Así como nuevos cuentos atómicos. Microrrelato de máximo 20 palabras. Estructura y denominación de Senegal. Su aporte al cuarto género. Brevedad y satisfacción como recompensa. Cercanía cómplice para el lector. Y la posibilidad de regresar. Reencuentros una y otra vez. La promesa de este libro. Calarcá, capital mundial de minificción.
11. MPC20 PU: Mujer
Mujer. Presencia esencial. Faro de búsquedas. Octavio Paz las celebra. La llama doble las quintaesencia. Literatura universal desde los tiempos inaugurales. El cantar de los cantares las magnifica. Amada, hermosas son tus mejillas entre los pendientes. No extraña, entonces, su presencia en Sonatas para vampiros. Desde la forma femenina del vampiro, la vampiresa, femme fatale. Hasta un catálogo amplio de personajes femeninos quienes iluminan o ensombrecen. Las putas desnudas formando un círculo ritual para pasar candados y dagas. Una mujer besando todos los días los pies de un ángel de piedra. La madre melancólica que recoge gardenias mustias en el patio mientras escucha música klezmer. La abuelita aparentemente angelical que se pinta las uñas cuando regresa del sótano de torturas. Las hermanas mayores quienes jugaban, cuando eran niñas, con la abuela y los perros del vecindario. Un catálogo de mujeres y situaciones, sugiriéndole al lector su propia novela con el mínimo de palabras. El éxito del ejercicio escritural de la minificción, también denominado el cuarto género: crear universos simbólicos complejos, entramados. Género en el cual el escritor quindiano ha realizado aportes conceptuales y preceptivos para validarlo en la literatura iberoamericana. Un territorio de la literatura en el cual el departamento del Quindío fue pionero con las estampillas publicadas por Vidales.
(Publicado originalmente en el portal LETRALIA
y transcripo por expreso deseo del autor)
ANÉCDOTA CON CIORÁN EN CALARCÁ
Umberto Senegal
En noviembre 6 de 1990, cinco años antes de fallecer, el filósofo rumano Emil Michel Ciorán en su primero y último viaje a Colombia, visitó de incógnito el municipio de Calarcá. Al observar el florecido guayacán amarillo del parque de Bolívar, se detuvo más de media hora bajo este. Deseaba sentir la pausada lluvia de flores cayendo sobre él. Le acompañábamos Juan Restrepo y Guillermo Sepúlveda, poetas montenegrinos; el aforista calarqueño Carlos Alberto Agudelo Arcila; el narrador Rodrigo Iván López Echeverri, también calarqueño y quien esto evoca. En el Quindío nadie más estuvo al tanto de la visita de Emil Mihai a nuestra región. Fuimos favorecidos para compartir tres días con un hombre menos patético en su trato personal que en sus escritos. La sonrisa de Ciorán, desconozco de dónde vino y cómo la conservó gran parte del tiempo con él compartido. Desde cuando nos ratificaron su visita, exigió total anonimato. Nada de periodistas. Mucho menos publicidad. Desde Bogotá, Engerrand Courbet, asistente de la embajada francesa, encareció atenderlo con toda la discreción del caso. Se alojó en el hogar del poeta Agudelo Arcila, quien conserva un libro con dedicatoria firmada por Ciorán.
Deslumbrado por la leve lluvia de flores, expresó en un castellano descifrable por quienes le acompañábamos en torno al árbol, recreándonos con la hechizante danza del descendimiento de las flores: “Díganle a Bach que cuando él se silencia, Dios es amarillo”. Y las amarillas flores eran más amarillas bajo el radiante sol amarillo de la mañana. Señalé a Sepúlveda la serena embriaguez del rumano: “Como si el árbol hubiera decidido darle un regalo…” Agudelo Arcila, agregó: “Debajo de un guayacán en estas condiciones, no se puede leer la obra de Emil”. Las once palabras de Ciorán pronunciadas en voz baja, las anoté en mi agenda sin alterar un vocablo. Sucedió entonces lo inesperado. De las flores cayendo sobre sus brazos alzados, tomó dos y se las comió con evidente placer. Acto instantáneo y poético en su naturalidad y simpleza. Espontánea actitud de un poeta zen que decide comerse una flor cuya frescura, color y tejido invitaba a hacerlo.
“At-il éte testé?, interrogó el autor de En las alturas de la desesperación, cuando las ingirió. Su ingenua pregunta y el terso amarillo de las flores, fueron una provocación irresistible para los cinco acompañantes del filósofo. Cada uno de nosotros nos comimos una flor. Tal evento ocurrió cuando a Ciorán le otorgaron este viaje como parte del premio de la Beca por su tesis sobre Henry Bergson, en el Instituto Francia, de París. Algo análogo tuvo lugar después, cuando a sus 84 años hizo lo mismo con un ramo de flores que le obsequió un admirador. En el Quindío, flores de guayacán. En París, quien relata la anécdota no mencionó el tipo de flor que se comió Ciorán. ¿Hay guayacanes en París? ¿Fagoantomanía leve en Ciorán? No lo extrañé mucho. Es uno de mis hábitos cuando recorro caminos del Quindío: saborear y comer determinadas flores.
(Publicado originalmente en el BLOG PERSONAL DE UMBERTO SENEGAL
y transcripo por expreso deseo del autor)
SUMERGIDA
Yanina Ceriani (Argentina)
Prendí un cigarrillo con el único fósforo que me quedaba en la cajita.
Cuando levanté la vista ya no había nadie, éramos tan solo el mar y yo. Porque nadie se baña en las aguas heladas en invierno. Sólo los amantes cuando vienen a darse calor.
Pero yo estaba sola tan sola como el último fósforo de la cajita...
Y sin embargo tomé coraje y aún con el cigarrillo encendido en la comisura, me despojé del vestido y me sumergí en las frías aguas del mar.
De pronto ya no me sentía sola, el mar había logrado su cometido y casi sin quererlo me arrastré hasta su fondo…
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