POEMA
por ONÉSIMO SÁNCHEZ POSADA
¿Aun estas allí niño; señalando con la mano de tu madre arrodillada?
Por el bosque ensayo hacer de mi cuerpo
un forastero entre ermitaños; entre hojas caídas
intento ser el guerrero ciego de la desesperanza
un fugitivo; ejerciendo mi vocación de
antiguo ballestero de los castillos de la angustia.
Ya se acerca el tiempo del regreso… a la indolencia.
camino estéril de ciegos por valles de ignorados.
¿Será posible el regreso después de una temporada de farsas?
¡pleno fulgor de atajos por el rio de los enmascarados!
Como un niño que tirita me agarro a los rezos desde la cocina
Orfandad de labios y de besos entre el humo del café matutino.
La cocina de mi abuela era una ruta de fantasmas
de historias de mujeres que corren; entre las selvas heridas, apunto de parir.
Miro hacia las montañas con la pesadumbre de los olvidados.
En un instante el humo que se aleja se lleva los ruegos
y las plegarias de los penitentes.
¿Aun estas allí niño; señalando con la mano de tu madre arrodillada?
II
La orilla del rio es refugio, bajo el puente de los que esperamos.
Huyo hacia el regazo de la tarde, es mi abuela esperándome.
Lloro:
Son tan preciosas tus manos abuela
y tu sonrisa es un astro que se pierde entre la ceniza,
soy el náufrago de tu mirada, buscándote,
buscándote aquí entre los derrotados de la memoria
sus prisioneros.
Solo el rumor del agua acude a nuestra ayuda.
El viento que no miente, fugitivo como la verdad y las lluvias.
Todo en vano.
Somos aquellos que buscan perdidos sus hogares en la noche
náufragos entre la ciudad de los muertos.
Prisioneros en las pupilas de los que esperan
en las filas de las ciudades que agonizan.
Los que apenas llegan y pronto se irán.
OJOS ESPARTANOS
por EMMANUEL ATHEMAY STERLING ACOSTA
Les quiero aún mirando
A audaces campesinas
Unas noches de fiebres
Otra de luces por nacer
Ayudé todos nasciturus
Cuyos dedos amarraba
Al suyo al mío al de ella
Con suspiros de amores
Volvimos a ser nuestros
Besando noches y luces
Fuiste enzafarranchada
Conmigo y así amamos.
MIRADAS DESPIADADAS
por OMAIRA SOCORRO BASTIDAS PATIÑO
Arriba de las rodillas
siempre mostraba las piernas
tierna, esbelta y coqueta
lucía su falda moderna
y era el alma de toda la fiesta.
Asumió costumbres nuevas
orgullosa, perversa, presumida
hizo caso omiso a los consejos
y se perdió en el vicio y la impureza.
Entusiasmada hablaba de la moda
en su mente no cabía otra cosa
que ser elegante y melindrosa
parecía una bella dama
vestida como una maga.
Ya llegada a los cincuenta
fueron cambiado las cosas…
No había pretendientes,
ni lujos, ni faldas cortas
el alcohol la fue consumiendo
y la convirtió en una mendiga.
Así pasó muchos años,
flaca, arrugada, enferma
murió debajo de un puente,
con la falda bien arriba.
A MI COMADRE RAMONA
por GERARDO MARÍA GIRALDO PÉREZ
Los pajaros y gallinas en nidos
no volveran a escuchar sus silbidos.
Fue tierna y bella flor de primavera
cantaba recolectando madera
para preparar comida en hoguera
y que disfrutabamos sin carrera.
Que Dios disfrute contigo en el cielo
para mi fue mi comadre modelo.
A ella le agradaba vernos unidos
como madre y esposa fue guerrera
nos dejo para estar con el abuelo.
OJOS
(Prosa Poética)
por JUSTO WALBERTO ORTIZ SEVILLANO
La miré directo a los ojos. Era sorprendente como podía mantener la calma en un momento como ese. (Pero) lo sabía, pronto el pánico se apoderaría de ella como a cualquier otro individuo normal. Y así fue. Desvió su mirada de la mía y comenzó a llorar en silencio. Sabía que eso hacía, ya que podía sentir el movimiento que hacia su cuerpo cada vez que acallaba un sollozo. Pero armándose de valor, inesperadamente apartó los brazos con violencia, estiró los músculos de la cara con rabia, tensó todo su cuerpo para concentrar su ira en pocas palabras y llenando sus pulmones abrió su horrible boca como un portón oxidado de un tétrico castillo y lanzó su protesta como una extraña esperanza.
IMPRESIÓN DE LO QUE RESTA
por CARLOS ALBERTO RICCHETTI
Es la quietud,
el fin del estallido imperial
que inició con los brazos
envolviendo su cintura,
al descansar en la suavidad
de una última curva súbita,
larga, intensa,
rozándole con el codo
el desbocado humedal
del pubis suave,
indiferente como una diadema
que se compra con la libertad.
Elevo los ojos
a percibirle el milagro
del rostro, oculto
tras la estatua
de dos mirmidones
de cascos resecos,
de un cuero más oscuro
apenas que la piel,
apostados a la vera
de saladas colinas respingadas,
ahogando al cuerpo
en la nada y la certeza de hallarla.
Como era de esperarse,
descubro no me está mirando.
Persigue cualquier
punto imaginario
sobre cortinas floreadas,
más allá de las persianas
cerradas adrede,
pareciendo aguardar
sin esperar la llegada
de algún hombre a buscarla.
Imperceptibles sombras de axila
parecen sujetarle las alas.
Bajo el oscuro cabello,
no sólo el rostro incompleto.
Resabios de placer fugaz,
huellas de selfis,
buscando inmortalizar
falsos momentos
colmados de verba vana,
mal disfrazada de amor eterno.
El resto, el silencio inmenso,
desatando un vendaval
de posibles conclusiones,
incapaz de volverse calma.
BARRILETE CÓSMICO
(Poema acróstico)
por JHON JAIRO SALINAS
Dios de la zurda..., tus piernas fueron pinceles de poética paleta del gol.
Inspirado en lírica cancha azteca... tus goles ante los ingleses fueron letales morteros de dignidad al pueblo latinoamericano.
Emulo de heroicos guerreros jóvenes defensores de Las Malvinas, ¡gloria al pueblo gaucho!
Gol de la fina estampa del ’barrilete cósmico’: tu mano izada en histórica altura, bajo el cielo de dioses aztecas.
Oh, Mariscal de la cancha, hinchas gritan en coro celestial tus goles, como lanzas fundidas en el cristal de la fama incomprensible.
Acaricias la estrella del mágico universo del diez albiceleste. Llevas a cuestas la cruz de infernal pesadilla.
Rayos y centellas adornan el tapete verde en cancha sagrada del gigante estadio azteca, ciento veinte mil gargantas vitoreando tu gesta de dignidad.
Muerdes el césped con hambre de gloria libertaria, ruges como león, pateas como potro salvaje y lloras como niño indomable.
Amas a tu pueblo como niño travieso, odias la injusticia del imperio matón.
Naciste en cuna humilde, metiendo goles para desterrar el capitalismo salvaje
y con Fidel te decimos,
¡Patria y dignidad!
Duerme hoy en el paraíso de los ángeles juguetones de la vida, acariciando suavemente el balón esculpido en tus piernas fundidas de plomo.
Omnipotente hombre de acero, frágil como mariposa plateada y suave hilo de grama glorificada.
Mano bendecida en finos tafiletes de oro, profanando la red del gigante portero inglés.
A las de libertad, vuelas como águila imperial llevando en su pico amor y dignidad.
Ronda de fiesta infantil, con voz de gigante ruges sin fin; la zurda del pibe certero misil.
Alzas la copa sagrada, hasta lo más alto del universo, bebiendo la sangre como vino sagrado.
Duermes hoy como niño rebelde.
Onírico canto de gol.
Necio guerrero brillante como el sol. No temas, no tengas miedo. La misma energía que mueve las estrellas y los planetas es la que te dará larga y eterna vida...
Andas en cielo celeste bajo sagrado crisol. Cada vez que te vean unos ojos, ’barrilete cósmico’ de heroico amor, estarás incendiando el mágico universo del gol.
CÁBALA
por MERARDO ARISTIZÁBAL
El amor Y el desencanto Tienen Un pacto Que Se disuelve en pranto.
¡CARAJO! SOMOS UN MISMO PUEBLO
por ELISA TATIANA CASTRILLON BURGOS, "POIOIA"
Se pinta el pueblo de dolor,
se pinta el pueblo de oprobio.
Cuando las causas justas nos llevaron al asfalto,
la mano miserable de la oligarquía sometió la vida con desmanes.
Estamos heridos, estamos heridas
y la sangre no cesa de correr.
Es el pueblo colorado por la sangre de su hermano,
que vio salpicar a manos criminales
de personajes armados,
respaldados por dictaduras camufladas,
llenas de miedo por la ira de la ciudadanía.
¡Dictaduras de mierda!
Han sacado su podredumbre como un as bajo la manga,
pero se engañan pensando que comemos cuento,
su política de seguridad y militarización,
no protege al pueblo.
¡Abajo! ¡Abajo! el terrorismo militar.
¡Abajo! ¡Abajo! el gobierno criminal.
¡Arriba! ¡Arriba! los cantos de lucha.
¡Arriba! ¡Arriba! las almas valientes.
¡Arriba! ¡Arriba! las miradas sedientas de paz y justicia.
¡Carajo! ¡Somos un mismo pueblo!
Debajo de tu uniforme y tu casco hay tan sólo un asalariado.
Los jóvenes que atropellas pueden ser tus hijos, vecinos y hermanos.
Que la valentía nos convoque a la unidad,
que el mismo dolor nos lleve a la equivalente lucha.
EL HOMBRE DETRÁS
por ANDREA GABRIELA NIKODEM, "GARDENIA"*
-ARGENTINA-
De todos tu eres
el más codiciado,
¡Rutilante hidalgo,
desbordas beldad!
Se que me pretendes
sensual caballero,
pero lisonjero:
¡Conmigo no vas!
... Resulta un halago
que me hayas mirado,
cuando a la que quieres
puedes conquistar,
jóvenes doncellas,
la malas, las buenas,
las lindas, las feas,
¡todas caerán!..
Pero la estrategia
para mi no tienes
¿Quién es la insolente
que te ha de ignorar?..
Entonces despliegas
tenaz, contundente,
sagaz, diligente,
¡todo tu arsenal!
...¿Y ahora que queda?..
...¿Tu gran billetera?..
...¿Tu masculinidad?..
...¿Tu cuerpo torneado?..
...¿Tu habla locuaz?..
¡Ninguna de todas
a mi me impresiona,
desnúdame el hombre
que escondes detrás!
¡Despliega tu alma
que la mía es noble,
y recién entonces
podremos hablar!
*Nació en Gualeguaychú E.Ríos el 15 de junio de 1971 es la segunda de cinco hijos de Jorge Nikodem y Marta Almada.
De chica le inculcaron el amor por la lectura, a los cuatro años su hermana mayor le enseñó a leer y escribir. Si bien había juguetes, los libros de cuentos infantiles eran un regalo clásico en aquél entonces cuando no existían computadoras ni internet. Era común leer antes de ir a dormir.
Un día descubrió un libro de poesías era de Gustavo Adolfo Bécquer, quedó maravillada. De ahí en adelante en sus tiempos libres se dedicó a ensayar sus primeros poemas.
Siempre sintió empatía por los chicos desprotegidos, le dolía ver chicos descalzos, sucios, tristes pidiendo o revolviendo basura y volcó la tristeza que le despertaban en sus poemas… Así y con solo nueve años comprendió que escribir sana el alma, que "el dolor que se vierte en tinta" salva…
Como sentía vergüenza cuando sus compañeros le hacían bromas por su sensibilidad al escribir, buscó "esconderse" en un seudónimo "Gardenia" lo eligió por la similitud con su flor favorita: la rosa, las rosas eran hermosas… Pero asociaba las espinas con la maldad de las personas. Muchas veces le han preguntado si Gardenia es en honor a Gardel, ya que todos saben de su amor por el tango, pero la realidad es ésta: las gardenias no tienen espinas tal como una niña de nueve años no tiene maldad.
Estudió bachillerato y se recibió con un promedio de 9:30
También estudió pastelería y panadería en lo que mayormente se ha desempeñado y se recibió con un excelente promedio también.
Se casó y se divorció dos veces.
Es madre y abuela.
Actualmente y desde el 26 de septiembre de 2015 tras regresar de Pergamino donde en total vivió 18 años, es conductora del programa radial músico-cultural "Entre Vos y Yo" en su ciudad natal Gualeguaychú en Fm Spacio 104.7 de lunes a viernes de 8:00-12:00 hs con segmentos separados y ordenados en los que pasa en la primer hora tangos, en la segunda melódicos, en la tercera folklore y cierra con el ritmo tropical. Además de biografías, leyendas, reflexiones, moralejas, efemérides diarias, de tango y de folklore según el horario correspondiente.
Es reconocida por difundir y defender a los músicos de esa localidad entrerriana, por ser activa luchadora por la recuperación de la AMG Asociación Musical Gualeguaychú y por proclamar que hay que revalorizar los grandes valores locales de esa ciudad y desmitificar la idea propalada que "nadie es profeta en su tierra" y promoviendo en cambio que se apoye a los talentos locales desde el común de la gente, desde el municipio y desde Casa de la Cultura que los recuerdan sólo cuando precisan mostrarse o para espectáculos a beneficio mientras que pagan millonadas de la plata de los contribuyentes a artistas nacionales (Soledad, Vicentico, Auténticos Decadentes, Karina… Fiesta gratis a costillas del pueblo del pescado y el vino 2022) que se llevan el dinero afuera de la ciudad y no promueven la industria local mientras que para nuestros músicos les dan el escenario menor y unas monedas, (cuando les dan) en un constante ninguneo a artistas locales con 20,30,40 años de trayectoria que los valoran más en la R.O.U, en otros países limítrofes y en otras provincias que en su propia ciudad…
No en vano la apodaron "El ángel de las voces olvidadas" por la difusión de artistas de renombre de mi ciudad al reflotar grabaciones de 2 - 3 décadas atrás de la mano del DJ más antiguo de Gualeguaychú Horacio Dolche, un rescate cultural de artistas internacionales que compartieron escenario con Eduardo Franco, Horacio Guaraní, Los Altamirano entre muchos otros en el desaparecido "Abrazo celeste y blanco" Cosquín entre otros espectáculos de renombre.
Gardenia sigue escribiendo, pero muchas veces las actividades constantes le dificultan encontrar el tiempo, el lugar y el espacio para poder volcar en letras lo que su mundo interior le impele, le demanda comparta con todos.
Cuentos, ensayos y videos
OCTOGENARIA (Poema)
de LUPE CECILIA CASTILLO
TODO TIENE TUS OJOS (Introducción y poema)
de ARIEL DOM TRUS
PALABRAS ARGENTINAS (Poema)
de ADELINA DÍAZ ROLDÁN
LOS AMIGOS FRANCESES (Poema)
de CRISTINA ALEJOS
DON HONORIO (Poema, 2017)
de JAIME ROJAS HURTADO
ENTREVISTA A PABLO MONTOYA
por CARLOS ALBERTO AGUDELO ARCILA
Vivimos tiempos caracterizados por un juvenismo y un consumismo excesivo. En esta perspectiva, la “euforia perpetua”, para emplear una expresión cara a Pascal Bruckner, pareciera ser la divisa. Me parece necesario, y porque obedece a mi temperamento, introducir en mis libros este matiz desolado y escéptico, aunque no nihilista. Actúa como un antídoto ante el optimismo, a veces ridículo y patético, de todos los populismos. Se trata de una especie de desesperanza de raíz entre estoica y epicúrea. Y digo epicúrea porque, a pesar de esta especie de melancolía, hay siempre en mis libros un toque luminoso. Y muy especialmente en Lejos de Roma donde hay un homenaje al hombre solar. Ese ser, nutrido de luz, que se ha cantado desde La naturaleza de las cosas de Lucrecio hasta Bodas de Camus.
¿Cree que Colombia actual, que tiene concentrados los poderes políticos, económicos, militares y religiosos, como los tuvo Roma en el tiempo de Ovidio, pronto verá caer este imperio, o no es tan optimista?
Espero que este proyecto nacional llamado Colombia, cuestionado ahora desde diversas atalayas, empiece a desmontarse. Es un país creado por unas élites políticas injustas y crueles. Continuado por ellas, a través de un modus operandi violento, y espero que algún día podamos, democráticamente, elegir a dirigentes más sensatos. Es difícil conseguirlo a corto plazo. El nuestro es un país políticamente analfabeto y cooptado por las mafias narco paramilitares. Sus índices de abstención son alarmantes y sus gentes, quienes votan, lo han hecho por personajes que no han estado a la altura de sus cargos. La desigualdad social y la pobreza, la guerra y el crimen, la corrupción política y la total falta de confianza en nosotros mismos como colectividad, han sido constantes en la historia colombiana, y no creo que este andamiaje pueda caer pronto. Quizás la situación climática nos obligue a transformar costumbres y comportamientos, y esto influya para el cambio de los poderes políticos, económicos, militares y religiosos que el país necesita.
¿En Tomos “la paz no es más que espanto y fuga”, en el mundo actual es aplicable esta sentencia, ¿esta es una realidad sin fin?
Ha sido la constante en la historia de las civilizaciones. La última paz que se ha edificado en Europa, por ejemplo, surge como una consecuencia del matadero de las guerras napoleónicas y las mundiales del siglo XX, que son su corolario. Actualmente algunos de estos países, como Francia, por ejemplo, viven en paz, pero gran parte de su economía está basada en la venta de armas. Las grandes potencias del planeta, que gozan de una paz similar, exportan armas y así estimulan la guerra en otros lugares. A todas luces es una actitud hipócrita. En esto reside nuestro colaboracionismo en tanto que somos ciudadanos pertenecientes a proyectos nacionales fundados en el militarismo que apoyamos con nuestros votos. Hemos construido unas coordenadas malsanas y esto viene justamente, al permitir que sean los guerreros los pilares de los sistemas sociales, desde los tiempos de la antigüedad romana. Por esta razón, por mi rechazo radical a los modelos civilizatorios basados en la guerra, es que en Lejos de Roma se levanta una crítica a este orden de cosas. Ahora bien, el Ovidio histórico jamás hizo una condena de este tipo, pero el de la novela no vacila en formularla.
¿Dónde queda la realidad al escribir Lejos de Roma?
Está más allá de la página escrita. En tu casa, en tu ciudad, en el país, en el mundo que palpita a cada instante y cree avanzar en el tiempo en medio de los múltiples nacimientos y las muertes. Un libro es como una isla, como una burbuja, como un pedazo de imaginación hecho de signos que intenta reflejar la realidad. Y hacerlo es una empresa temeraria en la cual los escritores lo damos todo. Pero la realidad es muchísimo más compleja, más apasionante, más viva y por lo tanto más digna de celebrar, que un libro.
¿Llegaría a considerar Lejos de Roma, como un cuento extenso?
La escribí pensando que era una novela poética que puede leerse como un largo poema en prosa dividido en capítulos que pueden leerse como cuentos cortos atravesados de consideraciones ensayísticas.
Resulta que ahora, de manera cínica, el gobierno colombiano habla de literatura neutra, ¿en qué fase está Lejos de Roma?
Lo literatura neutra es el concepto de un embajador estulto que pertenece a un gobierno incompetente. Lo que escribo, y lo que escribimos la mayor parte de los colombianos, es necesariamente una literatura política. Lejos de Roma está anclada en la relación siempre conflictiva entre el poeta libertario y el político autoritario. Y, por supuesto, siempre estaré a favor del primero.
En Lejos de Roma hay un mundo atroz, descarnado, y a la vez un universo poético fascinante, ¿cómo logra compaginar estos acontecimientos a la perfección?
Traté de establecer un diálogo entre el pasado romano y los tiempos de ahora. Ambos están atravesados de atrocidades, pero también existen los destellos de la belleza. El arte, todo arte, debe dedicarse a desentrañar tales paradojas.
¿Es Lejos de Roma una alegoría de la ferocidad humana?
La novela no está escrita en forma alegórica. O al menos, no la hice bajo esos códigos. Pero si hay una expresión de la ferocidad humana, reflejada en un imperio gobernado por autoridades férreas, se muestra igualmente la posibilidad de resistirla con cierta dignidad. Lejos de Roma lo hace a partir de las peripecias de un poeta abocado a la soledad del exilio.
¿El erotismo, la poesía, la catástrofe, el mundo bárbaro, el exilio confluyen en Lejos de Roma como algo necesario para armar el rompecabezas de una literatura histórica - ficticia?
Lejos de Roma bebe de la historia, pero no pretende ser una novela histórica. Se aleja de esas obras fundadas en la convicción, del escritor claro está, de que lo histórico es propio de la arqueología; y de que, si la literatura se entromete en su dominio, pues debe también impregnarse de una reconstrucción fidedigna. Un lector se acercó a mi novela creyendo que allí podría hallar algo parecido a la Roma real o verdadera de Ovidio. Por supuesto se sintió decepcionado ante un universo literario más de orden onírico y poético que propiamente histórico y narrativo. Un universo que, como lo señalas, pone en diálogo diversas situaciones de la condición humana. En realidad, creo que lo que debería primar en las novelas históricas es la ficción. Y acaso por tal motivo, este tipo de libros ayudan a imaginar el pasado más entrañablemente que los mismos libros de historia. Ese inmenso territorio del pasado, aquello que poseemos los seres humanos en tanto estamos modelados por la memoria, es un vasto e inasible rompecabezas que entre muchos intentamos descifrar.
¿Se sentía prisionero de sí mismo mientras escribía esta estremecedora novela?
Todo proceso de escritura, para mí, es ambivalente. Supone una ardua sensación de precariedad, en donde cabría el encierro y la impotencia; pero también, y al tratarse de la gestación de Lejos de Roma, me produce una impresión muy sugestiva de liberación.
¿En la historia de la literatura mundial, cuál otro libro tiene semejanza con Lejos de Roma?
En lo que tiene que ver con la reconstrucción literaria de Ovidio, Lejos de Roma se hermana con Dios ha nacido en el exilio de Vintila Horia, Una vida imaginaria de David Malouf y El último mundo de Hans Ransmayr. Algunos lectores han visto lazos, que yo reconozco y celebro, con Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar.
¿Si hubiese escrito Lejos de Roma, en la época del boom hispanoamericano, se habría sentido bien en este acontecimiento editorial?
Hubiera pasado desapercibida. Lejos de Roma no tiene nada que ver con la estética literaria de ese movimiento. Por su esencia, ajena al bullicio de las mafias culturales y políticas y la comercialización editorial, la novela sigue circunscrita a un pequeño círculo de lectores. Solo circula en Colombia y España en la edición de Sílaba e Igitur, que son editoriales independientes. Y en Dinamarca e Italia, donde ha sido traducida, ha pasado todavía más desapercibida. La novela goza del destino genuino de los desterrados. A su lado, una palabra como boom disuena completamente.
¿Se pensó́ exiliado de sí mismo al escribir esta novela?
El exilio posee una condición de marginalidad que me atañe demasiado en lo que tiene que ver con la escritura. Me acojo a esa idea y a esa impresión cuando escribo cualquier libro. Jamás me he sentido dueño de un centro, ni en la vida real, ni en las ficciones que he tramado. En Lejos de Roma esta sensación es llevada, por momentos, al extremo. Es un libro cimentado en la extrañeza de sí mismo y de los otros.
¿En cuál país ha percibido, con más violencia, el mundo que describe en Tomos?
Noé Jitrik leyó Lejos de Roma y opinó que una novela así solo la podía escribir un escritor colombiano. No puedo afirmar que todo lo aciago que sucede en su trama haya pasado en Colombia, pero la escribí desde esta parte del mundo y muchas de sus violencias provienen de ella.
¿Habría escrito lejos de Roma sin la tecnología actual de forma tan bien investigada?
Cuando la escribí no había las redes sociales de ahora, yo no tenía teléfono celular y consulté muy poco la internet. Leí mucho, viajé algo y estuve atravesado de pies a cabeza por las impresiones del desarraigo que viví cuando regresé a Colombia. Recuerdo que tuve un mapa de National Geographic de la Roma antigua, pegado en una de las paredes de mi estudio de Medellín, mientras escribía la novela. Lo veía, con sus vías estrechas, los templos y palacios suntuosos, el río Tíber y las colinas verdes, los altos acueductos y los barrios populosos. Luego cerraba los ojos y trataba de perderme en esa ciudad que Ovidio evocó tantas veces desde Tomos.
(Entrevista publicada en el portal "EL QUINDIANO " y
reproducida con el consentimiento del autor)
MIBONACHI PARA PROLOGAR "DEMONIOS DE UN DÍA"
por CARLOS ALBERTO VILLEGAS URIBE
Demonios. Demonios diarios. Un libro onírico. Tanto porque concreta sueños. Como por los relatos incluidos. De una inquietante y subreal narrativa. Hecha con el material de los sueños.
En donde no se eluden las preocupaciones existenciales.
En donde Carlos Agudelo demuestra que conoce la minificción. Que maneja con maestría las condiciones de narrar con minicuentos. Pero que aprecia el boxeo porque le gusta ganar por nocaut. Cultor del aforismo en la mejor línea del genial Fernando Gómez Dávila. Ahora nos entrega "Demonios de un día" para el deleite de sus lectores. Una obra magistral facturada en la cálida primavera de Caicedonia La centinela del Valle.
Donde es tan posible el absurdo como es la primavera en la Hoya del Quindío. Un libro particular que ocupará un lugar especial en su mesa de noche porque deseará regresar. Para deleitarse con las breves narraciones que una y otra vez lo dejarán al filo del asombro.
Pero que no sean mis precarias razones las cuales ofrezcan la verdadera dimensión de "Demonios de un día". Sino tu apasionado deleite de lector insobornable quien no dará tregua en la gozosa tarea de agotar estas páginas. Un libro para disfrutar antes que Carlos Agudelo regrese a la vigilia y nos condene a nuestra condición de fantasmas.
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