top of page

Letras: LUPE CASTILLO y otros

Actualizado: 21 feb 2021

PANDEMIAZO

por FELIX DOMINGO CABEZAS PRADO














¿Será que la humanidad olvidará el momento en que fueron cerradas las puertas del infierno?

¿Será que la humanidad olvidará el tiempo en que las calles respiraron su natural oxígeno?

¿Será que la humanidad olvidará la época en que los cadáveres entregaron su olor pútrido al viento, y los buitres olvidaron el “pandemiazo” y le inyectaron corrupción a ese momento?

Después de la pandemia, la humanidad entera olvidará el fracaso, y relajada y eufórica sazonará la vida gozándose el “pandemiazo”.


TRATANDO CON UN MÍ

por IBÁN DE JESÚS ALARCÓN MARÍN, "GATO 777"


















La nota que no atrofia Con un tenebroso riff Se hace un Himno para mí Satán busco un si si si lo que daría magia a Paganini Es la nota que da armonía Con la más tenebrosa obra Que es llegar a tocar en mi Un amigo que no traiciona La vuelta que se asocia Ojos en la espalda como así Somos sombra la umbra Que se nombra sostenida aquí Salud por los viejos tiempos

Que nuevos parecen menos Después de todo lo que di En fin amigos como Johmpo Pedaleando sobre terreno todo Sonando melodías de bajos fondos Recuerdos de pequeños y otros Conciertos de sala con pogo y todo La oportunidad de su amplia mano Sobre mi cansado hombro aun así Amaneció la fiesta no termina aquí Donde la amistad del parcero una nota que da de una en mil


ME VISTO DE PRIMAVERA

por YOLANDA ROMERO MARTINEZ
















Espero que salga el sol

Para vestirme de primavera

Ver las aves y las mariposas

Las nubes blancas pintadas en el cielo azul


Ver el mágico arco iris

Que ahuyento a la lluvia

Correr alegre por la vereda

Donde se desliza un sereno riachuelo


Ver en la tarde

El cielo de un azul intenso

Es el paisaje más hermoso

Que ser alguno pueda mirar


Una alegría sin igual yo siento

Cuando para verte

Me visto de primavera

Me visto de azul celeste


Me visto de organizas y muselinas

Que las mueve el viento

Cómo a las hojas en el otoño

Que de los árboles van cayendo


Me visto de primavera

Me visto de amor

Me visto de fiesta

Me visto de azul celeste

Para verte


AUSENCIA

por JHONNY OSORIO, "JOAN OSAG"




















Cada día que pasa

es un metro más

que me acerca a tu recuerdo,

a tu celeste presencia

en mi mente.

La nada transcurre lenta

en medio de objetos

y estupideces que me recuerdan

que soy un feliz miserable

de mi tonta soledad.

Ausencia de ti, de tu mirada,

del oasis que se guarda allí

entre tus muslos de seda fina,

ausencia de tus dientes

y tú boca quimerica y caprichosa,

ausencia de tus senos,

del tacto de tu aroma,

del roce de tu presencia

que ya es pura ausencia.


PROMESA

por ALEXÁNDER GRANADA RESTREPO, "MATU SALEM"















Te lo dije

El día de ayer,

De un ayer,

Que estaba

Inmerso

En otra vida:

Cuando lleguen

Al mundo

Las naranjas,

Te daré

Jugo delicioso

-dulce, amargo-,

Y con sus hojas

De aromas exquisitas

Te asiré,

Como en laurel,

Verde corona.


Es tan cierto

Lo que dices,

Ser amado,

Que mi garganta

Erosionada,

Al oír

Tu palabras de aceitunas,

Siente,

Cual descanso,

Como fruto

De la vid

Ya fermentado.


Y es mi amor

Que viene y

Se sostiene,

Con la miel

De tu jugo

Prometido,

Con la fe

En una promesa

Sin olvido,

Que al decirla

-tú, mi bien-,

Ya se ha cumplido.


TIEMPOS

por LILIANA GRISALES CEDEÑO












¡Benditos tiempos!

De corazones en selfie

de los poemas condensados,

emojis del sexo

encriptado en nudes y sexting,

sobre la cama de rosas de un teclado,

es una pantalla de templo sagrado

de amores insaciables,

de almas atormentadas

por los demonios de la soledad, el caos,

el vacío profundo de uno mismo

buscando como perros hambrientos

atragantarse de algo que por fin

le he de estar en esta jaula

de barrotes invisibles.


¡Benditos tiempos!

De amores fugaces

que traen perfumes exquisitos,

que embriagan los sentidos

para después

impregnar con su esencia el dolor,

traen quimeras y los sin sentidos

de los amores fallidos.


¡Tiempos benditos!

De cantos de sirenas de redes tejidas

que unen amores perfectos

de cupidos modernos

disfrazados de apps.


Y aquí estamos tú y yo

anarquistas besándonos,

cogidos de la mano

mostrándole al mundo

como es el amor…


¡QUÉ LE VAS A HACER!

por CARLOS ALBERTO RICCHETTI
















El cubanito de la mesa

dijo que sos un desperdicio.

Traté de interceder

en tu causa,

lo siento.

El cubanito tiene más

de dos dedos de frente,

era imposible engañarlo.

Vas a morir,

disculpáme.

Fallé,

pero debo cobrarte

los honorarios.

Jamás debiste asesinarla

con la pechuga de pollo;

marcan demasiado

las huellas digitales.

La solución era la horca.

Ya se…

Vas a decirme que debías mucho

en la ferretería,

y el viejo roñoso no te fió

el carrete de soga

cuarenta y ocho.

Toda mi vida le compré

a ese desgraciado,

aunque parecía demasiado bueno.

¿Estás seguro de que merecía

morir con la manguera metida en el…?.

¡Qué le vas a hacer!,

¡se te fue la mano!.

El cubanito y yo somos amigos.

Pensé poder salvarte,

pero lo nombraron juez.

Necesita colgarte

para ser el próximo presidente…



TRASPASO

por LUPE CASTILLO*

















Desciende tardo el tiempo del ocaso,

la osada noche fustiga mi sosiego,

extenuación, cabeza gacha llevo.


Aplaza el calendario, el derrotero, trunco,

está perdido el paso camino a la frontera,

guiños me hace la muerte, la aurora disipada

el horizonte turbio confunde mi camino.


No puedo registrar puntual el inventario

pero sé,

que nunca estuve inerte mientras todo fue ruido,

estrépito de rifles,

ni callé, aunque en la sien me dieron con los fierros.


Hui las tantas veces que fueron pesadumbres

asidua trashumancia, vivir en el destierro,

cual otra forma de plegaria.


Desciende tardo el tiempo del ocaso,

inquebrantable el cerco que azota mi sosiego,

insomne sobrevivo,

anónima llorando a todos mis difuntos.


De a poco me estoy yendo y me duelen mis nietos,

que emigrarán del fuego que aposentó la guerra

huérfanos de justicia y hábitos de esperanza


Se me acaban los días y me duelen mis nietas,

que han de enfrentarse al monstruo que las estereotipa

al patriarcado impune, brutal feminicida

al Estado compinche de tantos genocidas.


Envejecí tratando de trazar paraísos

y letras resilientes que no pude cantar.

Tropecé en barricadas y tropas del poder.


Me uní a las muchedumbres para hacerme legión

y aunque pude algún poco de insurrección forjar,

le entrego a mi progenie al verdugo vencer

les pido me releven porque extenuada estoy,

por mi matria arrasada que no pude sanar.


*Docente. Poeta, ambientalista. Destacada defensora de los derechos de las mujeres e integrante del Colectivo Contagio Poesía.




Cuentos y ensayos





EL PIANISTA DE LAS SOMBRAS

por MIGUEL ÁNGEL RUBIO OSPINA.



Los músicos son terriblemente irrazonables.

Siempre quieren que uno sea totalmente mudo

En el preciso momento que uno desea ser completamente sordo.

Oscar Wilde


I


Me va la vida en ello, tratando de escribir el cuento exacto, sencillo y descomunal, y tan sólo, puedo enfrentarme a mi incapacidad como narrador. En algunas ocasiones, me he valido de trucos académicos para poder realizar acercamientos muy someros al cuento, pero, ni la teoría, ni la práctica, ni el método, ni Poe, Quiroga o Márquez, me arrojan luces al respecto.


Ahora, sentado frente a la imagen en blanco de mi computadora, trato de encontrar una línea narrativa eficaz, que me lleve a la adquisición de tan siquiera un relato de alguna importancia media. Para eso, entonces, busco la inspiración en la red, pero entiendo que en estos casos la iluminación del intelecto no viaja por cable. En la soledad la buscaría, pero de eso se ha hablado tanto, por lo que temo ser monotemático y facilista; hablaría de la tristeza, tal vez, pero aun así me repetiría a mí mismo y no hay nada peor que un cuento con efecto espejo, sobre todo, cuando uno no se ha peinado bien.


En esta historia, el amor será sólo un pincelazo más que componga la totalidad de mi idea. La política se verá enmarcada en cada nota y en cada melodía que subyace en las voces del mundo… el mundo seguirá siendo, el mundo,… la humanidad seguirá siendo eso, no podrá aún superar ese estado… todo permanecerá como hasta ahora, en ese sospechoso equilibrio de las fuerzas motoras del destino… Dios, los dioses, seguirán dictando sus augurios. Esta no es una historia normal, como las que engrosan los mamotretos de nuestra literatura, esta historia es simple, sencilla y sincera y creo que en esa medida, puedo atacarme y defenderme sin hacerme trampa.


Esta historia es de este mundo, pero quien dicta los decretos hacia los que debe dirigirse la misma vive detrás de él… quizás su residencia sea etérea, sea invisible, pero lo que sí sé con absoluta certeza es que se me ha convertido en una obsesión, en una idea que no puedo arrancar de mi cabeza, en una excusa extraña y duradera…


II


La ciudad oscila entre los 500.000 y 700.000 habitantes, un emporio importante ¿Para quiénes? Para aquellos a los que el destino lo determina unos ceros demás en la cuenta bancaria…


En ese momento, la tonada era de un color sublime, el pianista calentaba sus manos y en el invierno del alma, de su alma, nacía la esperanza de que alguien, en algún lugar del mundo oyera su próxima sonata, la entendiera y claro está, supiera, para que estaba siendo interpretada.


Yo salía del teatro, las coyunturas de mis rodillas, mi cintura y mi cuerpo me dolían; iba a ser un día como cualquier otro, en el que arrancaba mi rutina de ensayos a las ocho de la mañana y terminaba a las diez de la noche, después de clase, regularmente, no se almorzaba, mi bolsillo nunca ha sido lo suficientemente destacado en esas funciones, por lo que decidió arreglar con mi estómago un pacto de no hambre.


Ensayábamos una obra de Moliere, me habían dado el papel principal, y creo que el hecho de no estar en forma, el cúmulo de preocupaciones, la clase,… ella,…y… la soledad, hacían de mi un ser que no soportaría ni el inesperado zumbido de una mosca. Mi ánimo era volátil, cualquier cosa me podía entristecer, alegrar, enojar, o inevitablemente derrumbar.

III


El pianista pone una nota más en el pentagrama, una corchea y será el toque final de la gran sinfonía… a continuación abre su piano. Prueba una a una las ochenta y ocho teclas sin pensar en la diferencia fónica entre las negras y las blancas… solo lo hace para capturar en su mente los sonidos que interpretará en la próxima puesta del sol…


“La muerte viene. Está en las esquinas acechando, la muerte viene, oye los vientos del piano… la muerte viene, los vientos… el piano…”


Y en el aire flotaba este mensaje… y en el aire buscaba donde quedarse…


La ciudad crece y se desmorona en su misma fascinación, “somos una pequeña megapolis”, quien lo creyera, entendiendo lo que esto significa, que algo pudiera ser a la vez inmenso y pequeño… pero en fin, estas son las consecuencias de los malabarismos discursivos de quienes creen regir los destinos de la ciudad, sin saber, que desde un desconocido terreno, donde se fabrican los destinos, un ente, un demiurgo, algún dios griego o romano, sobreviviente del naufragio del tiempo, había depurado desde el destierro como hablar a través del silencio… una forma de la música….


IV


Oí esa voz minutos antes de dar mi ensayo general. Había logrado una cierta armonía de mis preocupaciones leyendo mis versos favoritos de Porfirio B. La cadencia de sus palabras, el ritmo y aroma de sus rimas, daban a mis ímpetus equilibrio y lozanía.


En ese momento, impresionado, busque de dónde provenía aquella voz, no encontré nada, mis compañeros de escena, quienes no entendían mi perturbación interior, pudieron ver en mí, un rostro que fluctuaba entre la impresión y el desespero… Sonaba rutilante e inquisidora en mis oídos, cual si fuera en los altavoces de un centro comercial, en el momento en que alguien es solicitado en la sección de información, en un volumen tan potente, que cualquiera de los que nos encontrábamos allí podríamos escucharlo; al menos eso quise creer…


Alto, famélico por los años, aun vestía con sus ropas antiguas, observaba la inquietud que anidaba en mí ser. Comprendió el enigma…. La próxima nota, será más contundente que la anterior…

V


No sé qué relación pueda haber entre la música y los destinos humanos, mi contacto con ella ha sido la de un melómano aficionado, jamás me he atrevido a interpretar un instrumento,… eso sí, no puedo pasar un día sin tener algún contacto aunque sea corto con ella…desde Schubert, hasta Chopin, he admirado siempre la forma en la que un piano hace magia en mí, abstraigo por completo mi ser y me dejo arrebatar de la melodía… Esta vez fue diferente, no sé si a alguien más le haya sucedido, pero en esta ocasión , las notas en sí mismas eran voces que revelaban aforismos a mi existencia, no entendía como la rusticidad de la voz humana, pudiera esparcirse en los sonidos de las teclas de un piano… el misterio, además de eso, era que no encontraba el piano en ninguna parte y no podía recordar a corto plazo donde había visto por última vez alguno, ni mucho menos reconocer a su interprete…no era Schuman, no era Liszt, no era Chopin, no fue Beethoven ...

“la vida en sí misma no tiene sentido si no es con la muerte, la dupla simétrica que hace la perfección”


VI


Todo sucumbió en esa parsimonia diaria. El día cayó a las seis como siempre y mi ensayo general estaba a punto de dar inicio. Se dispuso la escenografía, los músicos afinaron sus instrumentos, el director dio las últimas indicaciones; en las bancas, los críticos esperaban sonrientes a que comenzara la función para dar la estocada mortal, mientras tanto afilarían sus dagas,… Nos dispusimos en nuestros puntos marcados en el escenario, silenciosos, esperábamos el protocolo de presentación e introducción a la obra, se apagaron las luces del teatro,… el telón empieza lentamente a abrirse, se enciende el primer círculo de luz enfocando al chelista, comienza a interpretar su instrumento, … cual sería la impresión al darnos cuenta que no se oía nada, que la música, preludio al primer actor, no se escuchaba, aunque podíamos jurar, que minutos antes sonaba… el espasmo fue de milésimas de segundo.


Entonces tomé una decisión, improvisé una excusa explicando la razón por la que no funcionaba el Chelo, claro, estuvo perfecta, creo que se me ocurrió la idea de decir que el violonchelo de nuestro músico, había sufrido una atrofia en su juventud y que por eso era un violonchelo sordo, las risas no se hicieron esperar, pude percibir tranquilidad en la expresión de nuestro director y en los actores que circundaban la escena, hubo un consenso general de aprobación a mi intervención… De repente, vi en la pared del fondo del teatro una sombra de simetrías perfectas, se trataba de una figura humana, la de un hombre para ser más exacto, sentado frente a un piano, se encontraba encorvado sobre el teclado en reflexión… Afuera, la ciudad dormía y era extraño, siendo el viernes día en el que regularmente la noche se adueña de las ideas, los sueños y las vidas simiescas de ejecutivos, secretarias y universitarios, a los que cualquier razón bien les vale, para brindar y beber grandes cantidades de licor.

“¡te otorgare la clave de las cosas, la profecía de los días, habrás de sufrir en tu vida la revelación que he de darte!


Me bloqueé después de mi acierto en la escena,… la imagen del pianista, la luminosa oscuridad de sus proporciones; noté como frotaba sus manos y como se disponía a tocar su piano. Sentí vacío, no era miedo, no era incertidumbre, no era nausea, era vacío, simplemente vacío, me hizo caer,… Los críticos miraban con estupefacción mi situación, los actores de mi compañía seguían pétreos en sus puestos, no por orden de sus impulsos actorales, sino porque habían muerto de pie, … la ciudad como he dicho, dormía, la noche sola, se debatía entre la niebla y los pequeños rayos de luz que vigilaban las avenidas…nada había que pareciera normal, … el pianista me miró fijamente, sin una voz que pueda tener un tono especifico, o un timbre particular, me reveló entre notas, algo estremecedor…

“ Ahora todo sucumbirá al tiempo, ahora seréis más irracionales de lo que ya sois, mi piano es la caja que mueve y desencadena los destinos, el tuyo será sentir en cada instante la anticipación del futuro, no podrás vivir un hoy normal, sin antes saber el perturbador mañana, tu muerte se revelará siempre a la misma hora, en el mismo sitio y en la misma situación, seré en ti, eso que has perdido, asombro permanente en lo sencillo, deslumbramiento y dicha, eso de lo que ciertos pensadores en el decurso de la historia han echado al olvido…”


La bruma borraba completamente mi propia visión de la ciudad, se me presentaba espectral, tranquila, y esperando algo, que aún no puedo imaginar con veracidad en mis ojos.

VII


Sentí sed después de este encuentro, la sombra se desvaneció con una sonrisa melódica y justo antes de desaparecer, su allegro fue muriendo en un crescendo de amargura y desolación,… todo duró alrededor de minuto… desperté y me encontré en el suelo, la luna alumbraba por la hendija de mi ventana, cuando aterricé mis sensaciones, me encontré en mi cuarto, sudoroso y lívido, mi pijama húmeda,...sonreí, todo había sido un pesado sueño.


Al volver de nuevo a mi cama, miré fijamente hacia mi biblioteca y percibí, antes de dormir nuevamente, que cada libro era una tecla blanca y negra correspondientemente; me asombré, me oculté debajo de mi frazada… reflexioné todo cuanto había sido, me pregunto aún, si todo fue un sueño, o una macabra broma de mi imaginación…

Cada uno de nosotros, en el camino que le traza su destino, es a veces una tecla blanca u otras una tecla negra, de un piano eterno, que es interpretado entre sombras, por un pianista desterrado de la magna orquesta del equilibro del mundo.

FIN.



DESENTRAÑISMOS

por CARLOS ALBERTO AGUDELO ARCILA


1


Ser uno mismo a la vera del golpe de ariete.


2


Leer, bañarse dos veces en el mismo río de la introversión.


3


En la maldad perdura quien es hedor de sí mismo.


4


Aún no se corta el cordón umbilical entre ese algo invisible y las sensaciones de mi existencia absurda.


5


Creer en un Dios de iglesia imposibilita el encuentro consigo mismo.


6


Este día engendra tiempo frustrado, día que cae en el abismo del lapso que sigue. Día que dobla su rodilla ante su nada. Se desangra el día en el afluente del desamparo. Día de los atormentados. Día de hospital. Día de cárcel. Día que dormita en el andén de los desahuciados. Día para el siglo de quienes vendrán con el hambre a cuestas. Día para dudar. Día del día a día. Día para qué.


7


Si la teoría poética lograra una respuesta definitiva respecto a lo que es poesía, el auténtico poeta jamás escribiría poesía.


8


El cínico admira en el espejo de sí mismo la nada que es.


9


Desde ante de pronunciar el vocablo, el mentiroso embalsama la verdad.


10


Como principio ético y moral, creo en la palabra que jamás he de escribir.


11


…y saber que una advertencia del silencio, bastará para salvarme de ti, palabrería.


12


Libro de superventas llena expectativas de lectores mediocres


13


Somos cínicos al escribir, después de leer escritores inmortales.


14


Reglas ceremoniales que ayudan a escribir mal.


15


Aplauso que duele. Aplauso que postergo. Aplauso que desnuda. Aplauso insolente. Aplauso hipócrita. Desestabilización de aplausos. Aplauso para postergar. Aplauso delictivo. Aplauso de berenjena. Aplauso político. Aplauso que titubea. Aplauso efímero. Aplauso impúdico. Aplauso sordo. Aplauso de colores. Aleteo que se hace aplauso de viento armoniza tardes en la polvareda. Aplauso…


16


No hay nada más feroz que un no de la mujer que amamos.


17


Por el derecho absoluto a ser nadie.


18


Fundamentar gerundios con sonrojos vespertinos.


19


Pensamientos que navegan en el vapor de la inteligencia.


20


Desde Fernando Pessoa hasta Porfirio Barba Jacob…“una llama al viento”.


21


La muerte no escapa de cada quien.


22


Estamos impregnados del primer grito nuestro sobre la tierra, y del último estertor que ha de llevarnos a la tumba.


23


Toda poética es lúdica poética.


24


La palabra nunca se estanca, es fluir inagotable, solo que en algunas ocasiones el ser humano atasca su palabra.


25


Cada paso que damos en la vida nos acerca más al abismo de la vida.


26


Hay que tener gran olfato amoral para desarrollar indiferencia sublime.


27


La muerte no me atormenta, el alter ego de la muerte sí me aflige.


28


Darle al deseo la oportunidad de no cargar nuestros pensamientos.


29


No importan mis creencias, de por sí son insubstanciales, claro que si alguien está de acuerdo conmigo lo invito a no tomarnos un tinto.


30


Estoy de acuerdo con la pregunta sin respuesta alguna.


31


En cualquier suma de errores se resta, por lo menos, una virtud.


32


La envidia provee mucha paciencia de envidia al envidioso.


33


Valdría la pena reencarnar para darle gracias a la vida.


34


¿Para qué filosofar si hoy es otro día de rebusque del pan nuestro de cada día?


35


El pasado es desecho que se debe arrojar en el basurero del presente.


36


Hasta ahora nadie ha podido encontrar el futuro, quizá en un futuro la ciencia lo descubra…


37


Algo puede ser importante, no interesa qué, he aquí la belleza de dicho algo.


38


¿…y qué importa importar?



LA LITERATURA DE EMILY DICKINSON

por FERNAN MEDRANO


La poesía de Emily Dickinson es estremecedora; es un grito tierno que parece que fuera a ahogarse; es ella misma.


Se asemeja mucho a la poesía psicológicamente cobarde, que se esconde de los rigores de la vida, no sabe vivir en ultramuros, por miedo a la suciedad de la sociedad, por falta de mundo, por poseer una genialidad más grande que el universo, por contar con una imaginación infinita, por falta de exposición al pecado, por una fuerte inclinación a ser limpia como la blanca nieve.


Emily Dickinson tuvo la voluntad de no contagiarse de mundo, en el sentido inmundo de la voz.


Hoy experimentamos el goce de su dolor lírico, de su incomprensión, timidez, temor, y, acaso, de su vergüenza ascética, también.

45 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page