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Los colores de la cabañita



«En cada lector futuro, el escritor renace» Julio Ramón Rybeiro


Si a Cecilia Molina, más conocida en el mundo literario como C. Nagles, el lenguaje le fluye semejante a una cascada, su imaginación debe ser el mar mismo, porque en la vida cotidiana esta autora es una «narradora de cuentos». Y entiéndase por esto que ella, nacida en la costa atlántica colombiana, posee el don de la palabra. Facultad que no solo sobresale al estar en una tertulia o entre sus amigos, sino también cuando compone sus libros que ya son cinco en total, a saber: «El Andiero. Memorias de una Generación Caribe» (2014), «Atrapado» (2014), «Sin Censura» (2014), «Donde todo empezó…: ¿Podrán las cicatrices y el dolor, atenuarse y desaparecer?» (2020), y su más reciente obra literaria: «Copos de nieve y otros cuentos» (2025).


De profesión Ingeniera Industrial, sabemos que desde pequeña C. Nagles se apasionó por la literatura cuando en su familia adquieren una membresía del reconocido y ya clásico Círculo de Lectores. Aquel programa privado que proveía libros clásicos para los hogares colombianos, y que a ella, gustosa por la lectura, le permite adentrarse en el mundo de las letras nacionales y universales. De ahí en adelante desarrollaría su profesión a la par con su vocación personal, y gracias a esto, se ha sostenido en sus proyectos y en su producción escritural, ya que más allá de las obras literarias mencionadas, sigue trabajando en nuevas novelas escritas en tono femenino.


Novelas que sus lectores esperan, y más, cuando sabemos que ella profundiza en los dilemas morales de sus personajes que se mueven en mundos enrevesados, porque ella, maestra en explorar la psicología de la ternura, intenta descifrar la complejidad de las relaciones humanas; de igual forma, los diálogos que usa en sus narraciones dilucida el tratamiento lingüístico, insuflando acciones, ideas y sentimientos en los protagonistas. Considerando esto, es que las amplias temáticas tratadas en sus novelas le han permitido llegar a un público senti-pensante, gracias también a su perfil de investigadora rigurosa a la hora de plasmar la realidad colombiana por medio de la ficción y el arte. Algo que nos dice mucho de su entrega del que-hacer literario que la consume.




Así entonces, con esta disciplina y amor a las letras como antecedente, es imposible eludir que Josefina, Maximiliano, o Carlos, algunos personajes de sus novelas, puedan ser cualquiera de nosotros representado, o quizá la escritora misma repartida en varios alter-egos, es decir, sus creaciones nos conectan con el drama, la acción, los diálogos, o con el objetivo plasmado de antemano por la autora. Y este efecto tiene una explicación (por supuesto que sí), ya que gracias a las influencias literarias de C. Nagles (Christie, Allende, Llosa, Márquez, etc.), podemos sentir una idea poderosa que emana de su acto creador: el arte de contar historias como una forma de libertad humana sin imponerse límites.


Valor importante que nos da señales para comprender el todo de su narrativa, y así es que su reciente obra «Copos de nieve y otros cuentos» (2025) es una amalgama de sentimientos y reflejos que también nos muestra la creatividad y la forma de retratar la realidad. ¿Cómo lo hace? Quizás esto sea una consecuencia de aquel consejo de Virginia Woolf cuando dice: «Una mujer debe tener… una habitación propia si va a escribir ficción». Porque C. Nagles desde la habitación de su mente ha recreado con este nuevo título veintidós ficciones que nos trasparentan su técnica escritural, además de mostrarnos una sensibilidad narrativa donde podemos sentir la agudeza de sus reflexiones introspectivas; sus recuerdos personales; cuentos juveniles sin moraleja; y también, narraciones políticas que no dejan indiferente al lector frente a las improntas de guerras nacionales intestinas.


Es cierto, y es necesario reafirmarlo, que un sello característico de C. Nagles es su lenguaje sencillo y claro a la hora de narrar. Recursos estilísticos que la hermanan con las grandes cuentistas colombianas que hicieron uso de esta importante técnica para tratar las palabras con juicio, ajustar figuras retóricas para darle color al relato, y asentar la voz que trasciende de primera a tercera persona, según el título leído. De esta forma es que su escritura se reconoce, y por ende, cala en el imaginario lúdico, ya que, a fuerza de creatividad y estilo nos encauza por la línea temática de sus obras anteriores.



Sea que la hayamos leído tanto en el pasado, como ahora, este prólogo nos allana el camino para decir que «Copo de nieve y otros cuentos» (2025) es una puerta para entrar a escenarios de inspiración personal, donde se proyectan, semejante a un tiovivo, imágenes que recordaremos con fruición y presenciamos personajes que nos atraparán desde el inicio hasta el final. Aunque si deseáramos usar otro ejemplo más concreto sería que, cada uno de estos veintidós cuentos son instantáneas del alma que nos señalan no arriba ni abajo, ni siquiera a izquierda o derecha, sino que apunta al centro mismo del universo: el corazón humano con todas sus tonalidades. Porque además C. Nagles es una artista integral que también pinta en sus ratos libres, y es una amante de la mejor música colombiana, es decir, tiene varios atributos que convergen en una creaciones que nos son irresistibles.


Finalmente, no podemos saber si este nuevo trabajo narrativo se incubó aquí, allá, o en su «La Cabañita» en Pereira, el espacio o sueño hecho realidad de la autora, quien originaria de la costa atlántica colombiana, ahora ha construido su santuario literario en las montañas cafeteras para disfrutar a su familia y producir las obras artísticas anheladas. Así entonces, donde haya sido el escenario de creación (Bradbury, Hemingway, incluso Gabriel García Márquez, nos enseñan que el lugar no hace la obra, sino el espíritu), intuimos que cada pieza nació de una fuente interior llamada musa, planificación, inspiración, o simplemente transpiración en cascada, tal y como nos referimos al inicio sobre la característica más singular de la C. Nagles novelista.


Solo nos resta decir que «Copos de nieve y otros cuentos» (2025) es un viaje imaginario que nos lleva por diversos lugares, nos sustrae al sentimiento interno, y también nos asienta con pies de plomo en la realidad, tal como lo dijo la escritora caribeña Jean Rhys: «La lectura a todos nos hace inmigrantes. Nos lleva lejos de casa… pero lo más importante es que nos encuentra hogares en todas partes». Así que, enhorabuena por la autora y también por este nuevo título que pronto verá la luz entre el público lector de nuestro país.


Escribe: DIEGO FIRMIANO*














*Escritor. Ensayista. Coleccionista de libros. Lector.

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