¡Buenos días mis queridos lectores!, hoy he venido con muchas ganas de compartir con ustedes varios de mis escritos de diversos géneros (cuentos, poemas, microficciones, ensayos, etc) y por supuesto acompañados con mis obras pictóricas que son mi grata compañía a diario. Por fortuna hoy están allí del otro lado, pero muy cerquita mío, para que podamos juntos recorrer este camino de letras y pinturas. ¡Avanti!
“Vehemencia”. Medidas: 60 x 70. Lienzo sobre bastidor.
Técnica: acrílicos, témperas. Autora: Yanina Ceriani
La señora Lorent llevaba todas las tardes a su hija Josephine al parque cerca de las 3 de la tarde. Aquel día se retrasó por algunas tareas domésticas, pero de todas maneras decidió llevar a la niña de paseo aunque fueran las 5 de la tarde.
Siempre la misma rutina, el mismo banco de madera. Josephine jugaba en las hamacas con otros niños.
Joe todos los días sale a repartir las cartas, es cartero desde hace 20 años y la rutina lo tiene algo aburrido, entonces decide hacer un cambio en su ruta y descansar en aquel parque de la zona. Se sienta justo al lado de la señora Lorent, en el mismo banco.
- Hermosa mañana de primavera -esboza Joe a modo de presentación.
-Si, dicen que toda la mañana estará algo soleada, pero anuncian una semana de lluvias a partir del día miércoles -contesta de forma cordial la señora Lorent.
-De niño solía traerme a este parque mi padre -comenta casi con melancolía Joe -, era la cita casi obligada de los domingos, luego de ir a la misa del cura Blake. Mi padre preparaba unos sandwiches, unas bebidas en la canasta y nos sentábamos en un retazo de tela fabricado por él. Aún recuerdo ese cuadrado de rombos rojos y azules.
-Mi madre no podía llevarnos nunca de paseo -dijo con un hilo de voz entrecortada la señora Lorent-, ella trabajaba todo el día. Era planchadora del hotel “Grand Luxor”. Sólo la veíamos por la noche y siempre llegaba cansada. Le pagaban 2 dólares por día, los suficientes para comprarnos comida y una renta a duras penas. Siempre odie eso de mi madre, no el hecho de ser pobres, sino que no pasara tiempo con nosotros.
-Mi padre trabajaba en el metro -responde él- y podía darse el lujo de llevarme a pasear luego de la misa. Éramos nosotros dos solos. Mi madre murió en el momento del parto y mi padre se ha ocupado de mi siempre, hasta hace 5 años que murió, de viejo nomás. No me casé nunca, solo éramos mi padre y yo. Tampoco tuve novia, sabe. A veces pienso que debí tener al menos una, para no quedar tan solitario los días domingos.
-Qué pena la suya. Es bueno tener una esposa. De mi padre no supimos nada. se fue cuando yo tenía tres años y mi hermano Bobby uno. Jamás lo volvimos a ver ni supimos qué fue de él. Bobby ahora vive lejos, tiene una casa hermosa de tres habitaciones, un jardín y garaje para 2 autos. Me casé hace 10 años, pero mi marido se fue con la secretaria donde trabajaba. Solo tuvimos a Josephine, mi niña de 5 años, pero solo 2 somos suficientes, por ahora. En la semana la puedo traer al parque, ella sube a las hamacas y yo la observo desde aquí sentada, es un lindo paseo. Trabajo mientras Josephine está en la escuela. Soy camarera en una pizzería desde hace 4 años. No gano mucho, pero con mi sueldo y lo que me pasa mi ex marido puedo pagar mi renta. Llevamos una vida digna josephine y yo, pero a veces me siento algo sola también, sobre todo cuando acuesto a mi niña y no tengo con quien hablar por las noches- dijo la señora Lorent algo resignada.
Hubo una pausa, se miraron…
- Mi nombre es Joe Green, un gusto.
- Mi nombre es Janice Lorent, igualmente.
FIN*
*“La señora Lorent y Joe” (Microficción) de Yanina Ceriani
Escribe: YANINA CERIANI*
*Nacida en la ciudad de Rosario en 1971, Yanina estuvo ligada al arte desde niña debido a las influencias de un tío abuelo, pintor reconocido de la ciudad de Rosario, Osvaldo Traficante y a su hijo quien también la apadrina, Marcelo Traficante.Yanina es autodidacta y ha dedicado su vida al arte en forma permanente.
Su capacidad de comunicación va pareja a la proyección y variedad de sus obras literarias como la poesía, el género de distopías, soliloquios, microficciones, etc.
Ha dado muestras de su versatilidad y su pasión por el arte desplegándola en varias expresiones artísticas como la pintura y la fotografía.
Actualmente dirige un taller literario para adultos llamado “Ronda de la palabra, los libros nos hacen libres” y difusión del arte por medio de programas radiales.
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