¡Buenos días mis queridos lectores!, hoy he venido con muchas ganas de compartir con ustedes varios de mis escritos de diversos géneros (cuentos, poemas, microficciones, ensayos, etc) y por supuesto acompañados con mis obras pictóricas que son mi grata compañía a diario. Por fortuna hoy están allí del otro lado, pero muy cerquita mío, para que podamos juntos recorrer este camino de letras y pinturas.
¡Avanti!
«Veo el pequeño agujerito en la pared donde un día estuvo clavado un cuadro. Ahora lo veo en desuso, insípido hasta inútil, pero un día éste fue necesario y urgente para tener una obra colgada, era el habla de una pintura que ya no recuerdo pero que seguramente está por allí en algún rincón de la casa que tampoco recuerdo. Pero ese agujerito es la historia de una historia, que en algún momento me habría recordado la existencia de algo o de alguien pero que ahora ya no tiene la importancia que habría tenido en aquel entonces. Y mientras escribo sentada en la banqueta frente a este agujerito lo miro y le doy un nuevo significado de algo que tal vez con el paso del tiempo vuelva a tener sentido y deje de ser insignificante como ahora lo es. Entonces todo me hace suponer que mi vida es como ese agujerito, a veces necesaria y urgente y otras no tanto…»
"El agujerito"
Maldita suerte de haberme encontrado,
querida muerte,
me hallaste donde me escondía
en lo más remoto de mi ser,
viniste a invadirme,
te llevaste cada gota de mi alma,
succionándola como sanguijuela.
Insolente muerte,
que vienes a despojarme de mi ser,
de todo,
y aquí me tienes, me has encontrado.
Yo, que supuse que vendrías más tarde,
no sé cómo lo has logrado,
pero torpe fui por no haber huido antes de ti.
Necia de mí al no vivir a tiempo,
y el destiempo me ha encontrado.
Vagos los recuerdos de mi adiós,
a ese amor puro
a esa infancia tibia,
y aquí me tienes, estúpida muerte,
pero no me doblego ante ti,
así que llévame si quieres
ya que has arrancado mi último suspiro de amor,
mi último murmuro,
y hasta mis últimas lágrimas.
Has ganado,
y en esta puja de idas y vueltas
me has encontrado;
solo me resta despedirme de mi ser
y avisarle que pronto volveremos a nacer
en otro espíritu libre…
porque ya la muerte me ha encontrado
(Soliloquio “Maldita muerte”)
Escribe: YANINA CERIANI*
*Nacida en la ciudad de Rosario en 1971, Yanina estuvo ligada al arte desde niña debido a las influencias de un tío abuelo, pintor reconocido de la ciudad de Rosario, Osvaldo Traficante y a su hijo quien también la apadrina, Marcelo Traficante.Yanina es autodidacta y ha dedicado su vida al arte en forma permanente.
Su capacidad de comunicación va pareja a la proyección y variedad de sus obras literarias como la poesía, el género de distopías, soliloquios, microficciones, etc.
Ha dado muestras de su versatilidad y su pasión por el arte desplegándola en varias expresiones artísticas como la pintura y la fotografía.
Actualmente dirige un taller literario para adultos llamado “Ronda de la palabra, los libros nos hacen libres” y difusión del arte por medio de programas radiales.
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